La ausencia de Lilith era notable y quien más la resintió fue Stephen. Dado que ya no tenía que hacerse cargo de su lavandería y comida uso ese tiempo para programar otras cosas pero después de que Lilith fue despedida, esas cosas estorbaban.
Norman también estaba descuidando su alimentación. André fue a buscarla al bar donde solo el chico de la barra le dio la información que necesitan y despidió de la empresa a la persona implicada. El mayor cambio fue Damián que ahora salía de la habitación donde solia trabajar incluso iba a la empresa.
Tener al presidente cerca hacia que los empleados se volvieran más confiados pero él no desistió en buscarla. Lo cierto era que estaba de mal humor y su pecho a punto de explotar por sentir algo que antes ni atención le ponía.
— ¿Stephen? ¿Me llevaras a conocer a tu padre? — le dijo Evelyn en la cena — ¿le dijiste que nos comprometimos?
— No estamos comprometidos así que no hay necesidad. — la corrigió.
Evelyn le arrojó la copa de agua
— ¿Oye? ¿Acaso estamos jugando? Me pediste que no dijera nada a nadie, me enamoraste... ¿Jugaste con mi corazón y no puedes hacerte responsable?
— ¿Crees que esto es amor? Damian es demasiado tonto para darse cuenta pero tú eres esa informante, ¿no debería decirle? — reclamo — solo te dejo estar porque eres necesaria. No te acerques a nadie de mi familia ya sabes que lo tienes prohibido.
Evelyn le lanzó la comida en la cara y salió molesta.
Stephen no podía más. De verdad estaba enamorado de ella pero no quería que fuera parte de su familia. La conoció cuando ella y Damián salían, era la primera vez que veía a su hermano tan enamorado de algo o alguien. No paso mucho tiempo cuando la encontró intentando ver documentos clasificados en el cuarto de archivos así que hizo todo lo posible para que se dejarán.
A causa de ella, se enteró que había una organización que se dedicaba a recopilar información según los pedidos del cliente. No se conocían entre todos los miembros salvo su nombre clave además podían quedarse con el 75% del total. Stephen, logrando que se separan, la mantuvo a su lado con el pretexto de vigilarla pero no pudo evitar amarla. Las cosas estaba enfriandose y se sentía muy solo.
Recordando lo sucedido, nunca había visto a Damián tan triste. A sus ojos, su hermano le quitó a su novia por lo que se refugio en el trabajo tanto como pudo. Stephen renegaba mucho por verlo colapsar y ser malvado sabiendo que él tenía la culpa. En dos días qué vieran a sus padres, que les diría?
...
— Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarlo?
— Vine a recoger esto — le mostró la nota. Lilith entrego un saco y un sobre.
Ella regreso a la vieja lavandería y se mudó a un apartamento más grande. Tomaba trabajos simples como culpables de robos o infidelidad. No había vuelto al bar y le dijo al chico que estaba enferma. Regresaba a su casa y solo se acostaba. Se involucró mucho en esa investigación y ahora estaba pagando lo que sentía estar sola.
Solo sabía que el cliente pedía esa información sin importar el tiempo que se tardaran pues era de vital importancia obtenerla sin mencionar ningún objetivo hasta que el presidente anciano deje el cargo en manos de su hijo mayor de manera legítima aunque aseguraban que faltaban algunos años para eso.
Lilith no quería ni moverse. Se sentía fatal solo pensar en hacer algo. Miraba el anillo que le dio Damián y no podía evitar extrañarlo. ¿Era posible después de verlo solo una vez y recibir el flechazo? Por fin estaba volviéndose loca.
Leyó en algún lado que el amor comienza con el anhelo. Ella no sentía amor, cada vez que se miraba al espejo, sentía asco de que alguien la mirara y tenía bases suficientes para creerlo. Sus padres la dejaron en un orfanato hasta que su tío Henry fue por ella; sus primas si eran buenas y como dice el tiempo verbal pasado "eran" hasta que ella demostró ser buena en todo lo que aprendía y la lanzaron a una jauría de perros.
Eso no fue nada. Al verse como una tabla incluso en secundaria optó por aumentarse el busto y una liposucción. Trabajo mucho para tener un cuerpo como el que soñaba. Su virginidad la apostó solo por ganar unos cuantos miles y de alguna manera llegó a vender información. No tuvo amigas, nunca las necesito... avanzo sola y sola terminaría.
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— Presidente, ¿sucede algo?
— Si — y le regreso el informe — todo está mal escrito. Le prestaré mi diccionario gramatical si es necesario pero reescribalo de inmediato. — pidió Damián
— ¿Pero que está mal? ¿Los valores? ¿El orden?
— ¿No entiende que todas las estructuras gramaticales están mal? ¡Corrijalo de inmediato o renuncie!
Damian estaba de mal humor. Era la tercera secretaria despedida en la semana y la quinceava en el mes. Ha sido un mes, realmente ha sido un mes y nadie la ha encontrado. Estaba volviéndose loco.
— Presidente, el señor Crovetto quiere verlo
— Ya he repetido muchas veces que puede pasar — contesto — suficiente, ya tuve suficiente...
André entro. Ver a su hermano desesperado y trabajando a la vista de todos aún le parecía extraño. En algún momento fue digno de admiración sin embargo ahora solo era un humano más en el mundo que se dedicaba a respirar.
Editado: 20.09.2022