En tres palabras o menos

Capítulo XI Iguales

Por primera vez en su vida Stephen tomo vacaciones.

André no podía dar crédito a lo que escuchaba de Damián diciéndole que su hermano menor estaba mal y debía descansar unos días. La charla con Evelyn no fue la mejor pero cuando Stephen fue a buscarla, ya no estaba en ese pequeño pueblo.

— Damián, ¿me estás ocultando algo? ¿Porque Evelyn renunció de repente?

— Eso no lo sé... lo único que puedo decirte es que Stephen busca a Evelyn.

— ¡Eso no me ayuda en nada! Sabes lo ridículo que te escucha intentando ser claro

— Lo siento Andre... también para mi es algo difícil. Stephen nunca dice lo que siente y a veces no lo entiendo.

— ¡Pero si son iguales los dos! — contesto y salió molesto.

André no se dirigió a la oficina si no a la calle. Quería despejarse, pensaba que si no hubieran conocido a Evelyn, las cosas no serían tan malas. Caminaba sin rumbo cuando alcanzo a ver a Lilith saliendo de una tienda. Estaba vestida igual que cuando iba al bar a trabajar. Camino hasta alcanzarla.

— ¡Oye! — la detuvo tomándola del brazo. Lilith en un movimiento lo dejo en el suelo

— No se porque les parece romántico eso cuando no lo es — dijo molesta

— Lo siento — dijo al levantarse — ¿estás ocupada? ¿Podemos tomarnos algo?

— Hmmm — estaba trabajando — Ok.

Caminaron hasta una cafetería cercana. André pidió algo con mucho azúcar y Lilith solo un café. Él parecía que quería que le preguntaran como estaba pero cuando iba a abrir la boca, el comenzó a hablar.

— Stephen era mi compañero de aventuras. — dijo — Damián es más grande por 7 años así que padre lo ponía a estudiar sobre cómo manejar la empresa. Cuando se harto decidió irse a una escuela militar pero incluso así no podía escapar del yugo de padre.

— Ah...—

— Cuando Damián no estaba en casa, Stephen y yo salimos a todos lados. Compartimos muchas experiencias pero él tenía una meta fija. Ser como Damián. — suspiro — si no fuera por Evelyn todo seguiría igual.

— ¿Que? — ahora sí parecía interesada.

— Evelyn entro a la empresa. En ese tiempo ya salía con Damián y existía una promesa de casarse en el futuro después de la reunión de sucesión incluso ella acepto eso. — explicó — pero... Stephen se enamoró de esa chica. Damián lo sabía pero también estaba consciente de que si terminaban de la nada, Stephen sospecharía... sin embargo eso no quita el hecho de que Stephen beso a Evelyn y fue cuando las cosas se pusieron mal.

— ¿Entonces estás reflexionando o quieres que sienta lástima?

— Ningún — río — cuando te conocí quedé encantado de tu belleza pero cuando te ví salir de la habitación de mi hermano me di cuenta que me preocupaba por nada.

— Sabes lo que dijiste no tiene sentido.

— Lilith, me gustas. Se que estás saliendo con mi hermano y no haré nada más que desearles felicidad. Damián merece ser más feliz que nosotros juntos ya que ha sacrificado el Triple solo para que nosotros seamos libres.

— ¿Que?

— Así como lo escuchaste — le dijo — pero si te vas y lo dejas llorando no te perdonaré jamás.

André se despidió y salió. Lilith no entendía lo que acaba de pasar. Para ella, todos eran igual de estúpidos.
...

 

Norman por otra parte estaba pensando en como cumplir con la petición que le habían encargado.

" ¿Quién es Big boss de la compañía Crovetto?"

Estaba seguro que nunca había escuchado ese sobrenombre. Sus hermanos usaba su puesto normal pero jamás había escuchado que se llamarán de otra forma. CEO Crovetto, vicepresidente Crovetto o señor Crovetto; esas eran las formas comunes.

Empezaría por ver en las habitaciones. Había una parte que no tenía cámaras que usaban como escape en caso de que hubiera algún incendio u otra cosa. Subió primero a la habitación de Stephen.

Siempre que entraba sentía que algo lo estaba mirando. Todas las cosas estaba en su lugar, sin una mota de polvo. Los documentos estaba ordenados según su importancia. Tenía algunas fotos de el y Evelyn. La computadora estaba sin contraseña y casi sin usar para nada más que ver videos, en los cajones solo había material de papelería... básicamente nada sospechoso.

Después se dirigió a la habitación de André.

Entrar allí le producía náuseas por la colección de perfumes raros que tenía. La cama estaba impecable y su sitio de trabajo vacío. No había ningún documento a la vista, en la computadora tampoco había contraseña así que reviso un poco pero lo único que había eran documentos dirigidos a los diversos departamentos de la empresa. André dejaba todo su trabajo de oficina en la oficina para poder salir a divertirse con chicas o dormir bien.

Estaba seguro que no encontraron nada pero igual buscaría en la habitación de Damián. Al entrar, sintió que estaba en un museo. Damián tenía muchas cosas de colección y algunas cajas de regalo que por supuesto abrió. Dentro había lencería que supuso que era para su novia.

— No sabía que le gusta esto — se dijo dándose cuenta que ahora conocía otra cosa de el.




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