Si pudieras verme ahora te reirías de mí. Aquí estoy, acostada en nuestra cama, escribiéndote a pesar de la brecha entre nosotros. Te reirías porque soy muy mala para expresarme con palabras escritas, pero estoy haciendo un esfuerzo por hacerte algo más presentable.
Quizás no entiendas mi letra. Siempre te me burlabas porque apenas se entendían. Me decías que era de profesión. La verdad es que parece que tenías razón. Los doctores, casi la mayoría, tenemos la letra media rara.
Te extraño. ¿Lo sabes? A pesar de todo, aún me siento sola por las noches. Aún siento soledad cuando estoy en el patio tomando una taza de café. Recuerdo esa rutina. Contigo. Y lo que más extraño es tu compañía. Es como si el café ya no tuviera el mismo sabor.
Hoy es mi cumpleaños. No lo recordaste, ¿verdad?
Te vi en la tarde. Con la mirada perdida en un punto lejano mientras una muchacha linda jugueteaba con tus dedos mientras te hablaba. Estuve ahí. Te vi. Quise acercarme. Saludarte. Mis pies querían trazar un camino hacia ti. Pero la besaste.
Eso no lo vi venir. Pero valió para darme cuenta de tus verdaderos sentimientos.
No sé si me viste. Y no quiero saberlo. Me destruiste cuando te alejaste de mí. Pero destruiste esos pequeños pedazos que albergaban cierta esperanza de arreglar esta relación.
Solo di marcha atrás y me alejé. Lo hice porque no quería ver lo inevitable. Estabas feliz con ella. Esa felicidad que me robaste luego de decirme adiós.
Ella parecía buena chica. Era linda. Quizás sea ese el por qué me dejaste. Puede que ella sea joven. Y tú necesites eso. Pero no puedes olvidar lo felices que fuimos en los últimos años.
No quiero que olvides esos fragmentos del rompecabezas de nuestra vida. Aquellas mañanas llenas de risas. Las noches oscuras, en las que solo nos dejábamos guiar por nuestras caricias. Esos besos que nos dábamos sin pensarlo un segundo. Los abrazos que alejaban todo peso que acumulábamos del trabajo.
Quisiera que no olvides nada de aquello.
Yo no lo haré. No solo porque no quiera hacerlo, aún. Si no porque la herida aún está fresca y sigue sangrando recuerdos. Aunque no me veo capaz de olvidar todos esos detalles que hicieron que me enamore más de ti.
¿Te habrás enamorado de ella así como te enamoraste de mí? Quisiera que no. Pero...no podría saberlo. Fue tan pronto.
Me da miedo verte. Da miedo sentir esto que me consume. Aún te amo. Y quisiera no hacerlo. Pero no puedo.
¿Es eso entendible?
Me siento tan perdida. No sé qué hacer para odiarte. Quizás así pueda despejar mi corazón de la nube negra que ha creado este amor.
Me siento tan ridícula. Ni siquiera sé si podré darte esta carta. A lo mejor pienses que he perdido el juicio. Pero no me importaría, si así puede tener algún espacio en tu vida de nuevo.
Todos los años que vivimos juntos no se pueden borrar de un día para otro. No es fácil, al menos. Pero si te enamoraste de otra persona, creo entenderlo. No fui lo mejor para ti. No alcancé el pedestal que imaginaste para la que sería tu mujer.
Solo espero que no te arrepientas de nada. Aunque es mejor que yo piense de esa manera. De ti no sé qué esperar.
No lo sé.
Es como si todo hubiese cambiado. Si los actores se quitaran el disfraz y demostraran su verdadero ser.
Quisiera que tú no fueses así.
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Editado: 05.09.2020