En Tu Cabeza

Capítulo 2

Reese estallo en un gran dolor, mientras Josué reía como loco –¿Qué paso aquí? –su padre llego y Josué se hizo la víctima.

–Vine a darle algo de comer, y decirle que puede confiar en mí, pero se volvió loco atacándome. Culpándome por lo de hoy papá –exclamo Josué.

Su padre miro a Reese con más enojo que antes –tu no aprendes ¿verdad? –lo tomo fuerte del brazo encerrándolo en el ático toda la noche.

Esa noche durmió en la oscuridad y los fuertes sonidos de la lluvia chocando contra el tejado y los relámpagos alumbrando el lugar dándole un aspecto tenebroso. En la mañana por lo menos se acordaron de liberarlo para ir a la escuela, pero lo encontraron con ojeras como si no hubiera dormido toda la noche y la mirada perdida. Bajo hasta su habitación donde tomo una ducha se cambió de ropa y bajo a desayunar ante la mirada de sus padres y hermano. Sin decir nada tomo su lugar empezando a comer, partiendo a la escuela.

Ahí esperaba otro calvario todos empezaron hablar del partido de ayer, donde el héroe era Josué quien había marcado un gol increíble. Reese molesto se alejó de ellos. Ese reconocimiento era de él, no tenía a nadie quien lo apoyara, todos querían estar con Josué. Al terminar las clases Reese decidió irse caminando hasta la casa ya que, si volvía con su hermano sería capaz de lo peor.

Caminando por la ciudad llego a un parte donde se sentó en los columpios, meciéndose tranquilamente después de todo a nadie le molestaría que llegara tarde.

–Reese hola –escucho la voz de niña de ayer acercándose a él con su uniforme de escuela puesto.

–Ah… Zhou Yu que haces aquí –dijo Reese.

–Voy a mi casa, pero algunas veces me gusta venir aquí a jugar un rato –respondió ella alegre tomando asiento en el otro columpio.

–Gracias por ayudarme ayer. El taxista…

–El señor Marcus nos lo dijo –corto Zhou Yu –has vivido en una inmensa casa. Eso es increíble –dijo sorprendida.

–La verdad no tanto. Desearía cambiar todo eso por… –hizo una pausa y no volvió hablar.

–Estas triste. Déjame ayudarte con eso –se bajó del columpio y empezó a balancearlo.

–Hey espera. Recuerda que tengo una mano lastimada –dijo Reese.

–Con el tratamiento de mi mamá ya no debe doler –dijo Zhou Yu feliz mientras lo columpiaba más.

Era cierto que ya no le dolía mucho, pero el golpe de Josué le devolvió con más fuerza el dolor que sentía –ya basta –intervino Reese y Zhou Yu lo detuvo –lo siento ayer tuve un problema al llegar a la casa.

–Te lastimaste de nuevo –Zhou Yu se puso frente a Reese tomando la mano –lo siento no sabía.

–Descuida solo querías alegrarme –dijo Reese. –vamos ahí –señalo la resbaladilla. Empezaron a jugar en los juegos infantiles divirtiéndose, Reese encontró en aquella niña alguien divertida, amable –sabes. Es muy divertido estar contigo. –dijo Reese.

–También lo es estar contigo. Si es así debemos ser amigos –dijo sonriente Zhou Yu.

–¿En serio quieres ser mi amiga? –pregunto Reese.

–Claro –extendió su dedo meñique –hagamos una promesa. Nosotros siempre seremos amigos. Lo prometes.

Reese sonrió de forma genuina radiante haciendo sonrojar a Zhou Yu –siempre seremos amigos, no importa la distancia. Siempre estaremos juntos –dijo Reese entrelazando su meñique con el de Zhou Yu.

Vieron al señor de los helados –hay que celebrar nuestra amistad con un helado –dijo Reese.

–Espera, no traje dinero –respondió Zhou Yu.

–Yo invito. Escoge el que más te guste, ya que eres mi primera amiga –dijo Reese.

Esto sorprendió a la niña y en cierta forma eso la hizo muy feliz al saber que ella era la primera. Caminaron hasta el señor de los helados y tomaron sus helados para celebrar su amistad.

–Todos se ven deliciosos –dijo Zhou Yu estirando su mano para tomar el de cono de chocolate, que curiosamente Reese también iba a tomar.

Compartieron una mirada sincera al igual que su sonrisa, tomando ambos del mismo sabor se quedaron en el parque bajo la sombra de un árbol con los destellos de luz solar filtrándose entre las hojas del árbol. La brisa era tan acogedora, quedándose dormidos uno al lado del otro

–Hija –escucharon la voz de la señora Liazng algo preocupada. Lo que los hizo despertar y la señora al verla corrió y la abrazo –ay hija me tenías tan preocupada.

Reese al sentirse algo responsable por lo ocurrido dijo –lo siento señora, por mi culpa Zhou Yu no fue a casa.

La señora miro a Reese –tranquilo. Te agradezco de que estuvieras a su lado para cuidarla. Hija ya hiciste tus deberes –pregunto la señora Liazng. Zhou Yu soltó una risita de culpa –bien a la casa debes hacerla.

–Reese quieres hacer la tarea conmigo. Podemos ayudarnos mutuamente –dijo Zhou Yu feliz.

Se quedó pensando un momento aceptando ir con ellos, al llegar a la casa se sentaron en la sala, de la casa de Zhou Yu sacando sus cuadernos empezando a realizar la tarea. Reese no entendía algunos ejercicios, en los cuales Zhou Yu lo ayudaba, a comprender. La señora Liazng llego con una limonada con unas galletas y miro a Reese usar su mano izquierda.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.