En Tu Cabeza

Capítulo 7

En un mar de tormenta, los relámpagos cortan el cielo en destellos de luz impresionantes. Reese luchaba contra la fuerte marea, en una pelea perdida, cada ola lo sumergía a las profundidades del mar. Pocos rayos caían sobre el mar causando fuertes explosiones, pese la distancia, podía sentir las descargas eléctricas llegando hasta él. Miro a todos lados y finalmente encontró tierra, aunque sea una pequeña porción de tierra. Braseo con fuerza intentando llegar a tierra, pero las olas se lo impedían. Después de una feroz lucha finalmente llego. Gateo agitado por el esfuerzo recostándose sobre el pasto verde.

La tormenta se detuvo, cambiando por un sol radiante y cálido el cielo azul. Dio gracias que la tormenta acabara y como abrir una ventana el ambiente cambio. Se hizo de noche y otra vez de día. Continuo así repetidas veces hasta que finalmente se detuvo. De su lado era iluminado por el sol y el otro lado por la luna y apareció una chica de espaldas. La llamo.

—Hey. Puedes escucharme —no hubo respuesta. Grito más fuerte. Aquella chica tenía su mirada en la luna. —¿Qué demonios pasa aquí? —miro por todos lados e intento pasar al otro lado, pero no puedo, el pedazo de tierra donde estaba se alejaba más. Trato de rodear y parecía moverse.

Escucho una voz cuando el sol y la luna se unieron —el sol necesita de su luna para no estar solo y la luna de su sol, para brillar. Y hay comunión. Reúnanse y reconózcanse —dijo la voz despareciendo. Y el sol y la luna se separaron.

Zhou Yu se levantó algo sobre saltada de la cama. Ella también soñó lo mismo e intento hacer lo mismo que Reese y poder lograrlo, pero a diferencia de él ella noto mejor el lugar donde estaba. Era el símbolo de Yin y Yáng. Busco en su mesita de noche abriendo el cajón encontró su collar con el símbolo de la luna, lo miro detenidamente.

—Reese —dijo ocultando el collar en sus manos llevándoselo al pecho. —eras tú el de ese sueño Reese. Estoy segura de ello.

Su alarma sonó y la desactivo levantándose de la cama, salió de su habitación encontrándose con su mamá en la cocina preparando ya el desayuno.

—Buenos días mamá —dijo ella acercándose dándole un beso.

—Buenos días hija. dime ya te encuentras bien —indago su madre.

—Todavía algo mareada. La cabeza me duele como si, me hubieran dado un fuerte golpe —respondió ella.

—No sabes cuánto me asuste. Cuando te desplomaste así en la fiesta del señor Yáng.

Ella guardo silencio y hablo —acabo de tener un sueño, algo extraño.

—¿Qué clase de sueño?

Zhou Yu dudo en decirlo —no nada importante. Después de todo solo era un sueño —dijo ella tomando la tetera llenando una taza.

—Como sea. Alístate debes ir al colegio —dijo su madre.

Ella asintió y se cambió lista para irse. Tomo el bus que la dejaría justo en la entrada, en lo que viajaba empezó a sentir unos pinchazos detrás de su nuca, como si alguien intentara ingresar a su cabeza por la fuerza. Llevo sus manos a la cabeza y permitió que lo que sea que estuviera haciendo eso ingresara dentro de ella. Escucho una voz gruesa, pero familiar.

—¿Qué es esto? —escucho esa voz en su cabeza muy claro —estoy en un bus. Alguien puede escucharme —grito. Fuerte y siguió.

—No grites —ella alzo la voz llamando la atención de los pasajeros. Notando sus miradas —¡ah…Lo siento! —bajo la mirada rápido

—Puedes escucharme —dijo la voz —¿Quién eres? —no hubo respuesta —¡hey! Me escuchas.

—Este no es un buen momento. De acuerdo —dijo ella bajo para no ser escuchada.

—Está bien. espero, seguiré explorando este lugar —dijo aquella voz.

Llego al colegio para iniciar las clases mientras escuchaba esa voz en su cabeza, mencionando cada detalle. Mencionando un aroma a lavanda, un juego de té tradicional. Una estantería llena de libros, algunos los reconoció pues los había leído, una chimenea con el fuego encendido proporcionando un cálido ambiento. Tomo asiento en el sillón frente la chimenea, una música suave empezó a sonar. El juego de té llego hasta su mesa humeante y el libro Maestría de Robert Greene.

—¡Guao! Esto es increíble —Reese abrió el libro para leerlo, pero no encontró las paginas vacías —oye no hay nada aquí que sucede.

—Ahora no —dijo ella bajo.

—El ambiente es increíble, pero deja mucho que desear —dijo cerrando su libro.

En el recreo finalmente tuvo algo de tiempo para dialogar. Se alejó —muy bien quien eres —pregunto Zhou Yu.

—Talvez deberías presentarte, tu, antes de preguntar a otro su nombre.

—Soy Zhou Yu…—guardo silencio —¿Estas dentro de mi cabeza?

—Puede ser. Esto parece un santuario de conocimiento, hasta el ambiente es preciso. Solo que algunos libros están vacíos.   

—¿Qué libro estaba vacío? —volvió a preguntar.

—Pues Maestría de Robert Greene. Inteligencias múltiples de Daniel Goleman, pero tienes más libros de medicina. Que si esta completos y les eche un ojo.   

—Los primeros libros que mencionaste los voy a leer seguramente por eso están vacíos. Porque no los eh leído.




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