En Tu Cabeza

Capítulo 14

La verdad no estaba muy seguro en este momento. Sabía lo que había dicho, pero ahora tenía cierto temor de recordar cosas desagradables de su pasado. Durante el fin de semana se la paso viendo videos sobre hipnosis y no se lo creía del todo, parecía que todo era actuado, hipnotistas haciendo creer a sus víctimas por así decirlo, que son: aves, perros, gatos.

Solo un video le pareció algo curioso un hipnotista hizo que una víctima recordara cosas de su vida pasada y eso le sorprendió porque todo lo que decía era concreto y solo había memorizado bien sus lineas, pero como relato su vida pasada siendo un policía y que murió en una redada de trafico de dragos, era lo más extraño que había escuchado.

—Bien aquí estamos —dijo Evelyn. Pagaron el taxi.

—En serio tenías que traerme —se quejó Reese.

—Soy la que pedí la cita…

—Pero solo debías darme la dirección y venia sin problema.

—Está bien. Buena suerte, eso me pasa por ser amable. Que te diviertas. Nos vemos —dijo retirándose.

—Tampoco es para que te pongas así. Evelyn —llamo.

—Hasta nunca —dijo doblando en la esquina.

Gruño —ya se le pasara —murmuro ingresando al edificio subiendo al segundo piso donde encontró la puerta con el nombre del doctor Derek estrada. Llamo a la puerta.

—Adelante pase —escucho la voz del doctor del otro lado.

Abrió la puerta y encontró a un doctor de media edad de cuarenta o cuarenta y cinco años —buenas tardes doctor. Soy Reese Foster. Evelyn es mi amiga y ella…

—Así si —dijo el doctor mirando su agenda —usted es el chico que perdió la memoria y quiere recordar algo importante. Tome asiento.

Lo hizo —bueno, recordar algo importante no estoy seguro, pero pienso que necesito recordar algo de mi pasado.

El doctor se levantó —está bien. ponte cómodo —señalo el mueble —primero que debes saber, es que la hipnosis, en la psicología en para la relajación, para que puedas concentrarte mucho mejor. De esta forma, desaparecer el posible dolor o estrés que se genera cuando intentas recordar algo.

—Yo vi unos videos sobre la hipnosis, que puede hacerme recordar vidas pasadas. Es verdad eso —pregunto.

—Bueno, no hay algo científicamente que lo demuestre. Como lo dije la hipnosis provoca que te relajes, en otras palabras, eres más susceptible y vulnerable…

—Entonces esas cosas de hacerme creer que soy un perro o un gato.

—Puede afectarte, porque estas en un estado de relajación. Que como dije eres más vulnerable, pero eso de vidas pasadas no. Sin embargo, debes saber que el cuerpo humano es una masa de información genética, trasmitida de padres a hijos.

—En otras palabras, poseo los recuerdos de mis padres.

—En teoría sí, pero no podemos acceder a ese material valioso. Que se encuentran codificados en el código genético, por lo que dependemos de libros, cartas, documentales. De personas de la historia que relatan dichos eventos. Que podemos considerarlos como cierto o no.

—El animus de Assassin’s Creed. Si tuviera eso quien sabe que se revelaría —dijo Reese con risa.

—Si hubiera un invento así. Descubriríamos muchas cosas del pasado, se solucionarían muchos misterios, pero desafortunadamente no es posible. En fin, volvamos a lo nuestro. Cuéntame.

—Perdí la memoria, no recuerdo nada antes de mi accidente. Tengo momentos de lucidez, donde escucho una voz hablándome. Estoy con alguien en lo que parece un parque, porque noto las siluetas de los juegos, pero la persona que está a mi lado. No la recuerdo para nada, pero su voz. Su voz me hace sentir en calma. Me hace sentir paz, pero también hay otro más que creo que se relaciona con mi accidente.

—Quieres recordar a esas dos personas.

—Pues… me bastaría con solo recordar a la persona que me hace sentí en calma. Si la recuerdo a ella, talvez pueda recordar todo.

—Muy bien. Entonces empecemos —dijo el doctor. Encendió una música de relajación, con incienso. Comenzó hablar de manera suave pero fuerte. —quiero que escuches la música, deja que tu cuerpo se deje arrastrar por un rió. Respira despacio, deja que todo el aire que inhales invada cada parte de tu cuerpo y poco a poco ve cerrando tus ojos.

Reese obedeció cada palabra del doctor no era muy susceptible a esto o talvez se debía a su desconfianza, que no caía en la hipnosis, sin embargo, el aroma del incienso empezó afectarle y acompañado de esa música de relajación de lo dejo en trance.

—Dime ¿Qué ves?

—Gris. Escucho esa voz llamándome —Reese en trance escuchaba la voz de Zhou Yu, pese que no pudo reconocer.

—Pregúntale ¿Quién es?

—¿Quién eres? —pregunto, parecía que ahora si podía hablar, pero aquella silueta se negó a decirle su nombre —no me quiere responder.

—Pregúntale donde se conocieron. ¿Qué lazos los unen?

—¿de qué me conoces?

—Te he visto bajo la lluvia. Jugamos en este parque, compartimos tantos momentos, pero me has olvidado.




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