El primer mes se fue Zhou Yu se había acoplado a ser independiente, se las arreglaba bien. no obstante, su reencuentro con Reese nunca pudo ocurrir en ese tiempo. Reese mantenía un bajo perfil, talvez solo resaltaba en los entrenamientos de futbol, con sus regates y su velocidad para evadir a los demás y anotar un gol por el lado de la banda. Los comentarios de él llegaban a ella, y tenía cierto interés en conocerlo, pero jamás lo pudo encontrar.
Además, también intento encontrarse con Reese su invasor cerebral, pero tampoco tuvo suerte solo podían estar conectados en ciertos momentos ayudándose mutuamente. Recordó la primera semana de clases.
—¿Por qué no permites nos encontremos? Estoy aquí en el mismo colegio, pero nunca dejas que te vea.
—Cuando llegue el momento… —respondió Reese permaneciendo en silencio —bueno, sabes que estoy asistiendo a terapias para recuperar mis recuerdos, por eso no eh tendió mucho tiempo. estoy ofuscado intentando recordar algo de mi pasado, pero solo tengo los mismos resultados.
—No me dijiste que mi nombre te recuerda algo.
—Sí. Cuando escucho tu nombre tengo momentos de lucidez. Incluso tu voz se parece a la chica que habla en mi cabeza.
—Bueno si es así talvez pueda ayudarte en algo.
—Prefiero hacerlo por mi cuenta. Es algo personal. Aunque el doctor me esté ayudando en este proceso, pero ya me estoy cansando del mismo resultado. Sera la última sesión a la que asista este día.
—Quisiera hacer algo por ti.
—Pues, mientras me escuches un poco. Me ayudas de gran manera. Te lo aseguro.
—¿Cuándo nos podemos reunir? Quisiera que conocieras a mi amigo.
—¿Tu amigo? Ese que dices, que te produce una sensación extraña.
Confirmo —ha cambiado mucho desde que me fui. No lo sé, no pienso que sea el mismo.
—Bueno las personas cambian ¿No?
—Sí, pero él…
—Mira quien tenemos aquí —escucho la voz de unos estudiantes.
Reese que miraba a través de los ojos de Zhou Yu, se molestó al verlos. Los mismos tarados de los rituales de bienvenida al colegio a los nuevos estudiantes.
—Tenían que llegar estos idiotas, pero bueno. No les habías dicho que ya eras estudiante antigua de este colegio.
—Sí, pero no comprenden nada —respondió bajo. —hola chicos que hacen —saludo amable.
—Bueno la bienvenida no ha terminado —dijo uno de los presentes.
—¡Por favor chicos! Ya les dije que yo estudie hace mucho aquí.
—Pero te fuiste y regresaste —hay que cumplir el rito.
—Dime que lo harás de nuevo —dijo Reese emocionado.
—Hemos preparado la piscina solo para ti —dijo otro presente acercándose juntos a sus dos compañeros a ella.
—Chicos ¡por favor! —levantó las manos.
El primero intento sujetarla de los brazos, pero un rápido movimiento ella lo sujeto de la muñeca haciendo que el tipo se quejara del dolor.
—Zhou Yu a tu derecha —alerto Reese.
Ella lo noto soltando al que tenía sometido, se agacho sujetando al tipo que venía en su dirección haciendo una palanca con su brazo —me van a dejar en paz —dijo molesta.
—Está bien. Está bien, no lo volveremos hacer —dijo el tipo que Zhou Yu sujetaba del brazo.
—¡Por favor! Chicos. Ya. Hasta ahí no más. entendido —ella se escuchaba tan genial.
—Está bien. vámonos… —los tres se marcharon.
—¡Wao! Eres impresionante.
—Unos pequeños trucos que aprendí de mi mamá.
—La muñeca. Presionaste los puntos de presión ¿cierto?
—También lo sabes.
—Lo use en una pelea, en las que participo rara vez. No lo sé cómo lo hice, pero sabía exactamente donde presionar. Para ganar unas peleas y algo de dinero. Talvez me puedas enseñar un poco.
—Si vas usar esto para peleas ilegales. Ni en tus sueños.
—Y si te doy el 50%.
—Ni por el 50 y ni el 80%. Deberías dejar eso te puedes meter en problemas. ¿Qué pasa contigo?
—En esos lugares. Me eh sentido cómodo. Aunque suene mal decirlo, pero es el único lugar donde las personas me tienen algo de respeto. Los insultos de las personas, las siento como una fuente de energía en ese momento.
—Eso se debe a la adrenalina de tu cuerpo, por eso te sientes así —respondió Zhou Yu.
—Lo que sea. Ese lugar y estar aquí en su cabeza. Son mis lugares favoritos.
—¿Qué hay de tu habitación? La que está en tu casa.
—También, pero me gusta más aquí. En tu cabeza. No tienes secretos aquí. es decir, puedo ver todo lo que hay aquí.
Zhou Yu contrajo la mirada —sabes, en cambio yo no puedo ver todo lo que hay en tu cabeza.
—¿A qué te refieres?