Zhou Yu sintió su corazón acelerado, tenía una sonrisa boba de enamorada observándolo marcharse en la motocicleta. Subió hasta se departamento encontrándose con una visita para nada agradable, en la puerta se encontraba Josué cruzado de brazos mirándola fijamente. Al verla se despegó de la puerta, tenía una mirada sombría que la hizo estremecer.
—Reese —dijo bajo iba a contactarlo, pero se detuvo. Qué él esté aquí solo causaría más problemas. Respiro profundo y camino hasta su departamento, siendo bloqueada por Josué —puedes moverte —dijo suave.
—Estuviste con él ¿cierto? —dijo sombrío.
—No eres nadie para pedirme explicaciones. Retírate.
Josué la tomo del brazo —claro que la tengo. Recuerda que eres mía.
—Suéltame —Zhou Yu se libró del agarre —estás loco, eres un demente. No te me vuelvas acercar.
Josué la tomo con fuerza de los hombros golpeándola contra la puerta —te lo advierto Zhou Yu. Aléjate de Reese. No sabes de lo que soy capaz de hacer.
—¿Qué? ¿Matarlo?
—Tú lo has dicho —se acercó a su rostro. —sino te alejas de Reese. Esta vez no perderá la memoria. Perderá la cabeza. Se la reventare por completo —intento besarla. Ella se resistió, dándole una patada arriba del tobillo cayendo de rodillas.
Sujeto su mano, presionando el punto de presión que hizo que Josué se quejara como una niña —no te tengo miedo Josué. Y Reese mucho menos —Josué seguía quejándose por el dolor —eres tú el que debe mantenerse alejado de nosotros. Aléjate —soltó su mano ingresando a su departamento, muy nerviosa.
Un fuerte golpe se escuchó en la puerta —te lo advierto Zhou Yu. Todavía no me conoces. No sabes de lo que soy capaz de hacer. Te lo advierto —grito Josué.
Parecía que se alejó ya no escucho nada. Respiro profundo, abriendo la puerta encontrándose con unos de sus vecinos de piso que la miraban atentos.
—Siento el escandalo —se disculpó.
—Niña, si tienes problemas con él. Debes ir a la policía a denunciarlo, esto puede empeorar todavía más —dijo uno de sus vecinos.
—Sí, lo hare. Gracias por su consejo —dijo ella ingresando a su departamento.
Se comenzó a cuestionar si este lugar seria seguro ahora. Josué sabía dónde estaba podía venir en cualquier momento y hacer la peor de las barbaridades. Temió por ella y por Reese. Si Josué fue capaz de golpear a Reese con una piedra pro su obsesión. ¿Qué sería capaz de hacer ahora que toda su farsa se descubrió?
Ingreso a chat mirando a su madre conectada. Se puso a chatear en video llamada con ella informándole de todo lo ocurrido y del temor que sentía por lo que pueda suceder.
—Ese chico es un psicópata —dijo su mamá.
—No digas algo que ya se mamá —puso sus manos en su rostro —estoy asustada. No lo visto hoy. Estaba agresivo, parecía que estaba dispuesto a todo con tal de alejarme de Reese. Talvez incluso matarlo.
—Hija es mejor que vayas a la policía hija y pongas una orden de alejamiento en su contra —respondió su madre.
—Sí, pero no sé si funcionara. Ya te lo dije mamá esta demente. Precisamente por eso hija. será mejor que te mudes de ahí. Llamare a Marcus, para ver si te puedes quedar con él.
—No quiero causarle problemas —dijo bajo.
—Hija, en este momento lo importante es tu seguridad. No debí enviarte sola para allá. —dijo con tristeza.
—No pensamos que esto sucedería. Creí que llegaría aquí, me reencontraría con Reese… pensé que todo sería maravilloso, pero todo salió mal.
—Tranquila hija. Respira. Estarás bien si haces lo que te dije. Mañana a primera hora ve y pon la denuncia.
—De acuerdo mamá. Voy a dormir. Hasta mañana.
—Descansa hija. No lo olvides, pon la denuncia.
—Si mamá. Adiós.
Corto la video llamada y se recostó sobre su cama, exhalando. Se levantó para prepararse algo ligero de comer, se aseo y volvió a dormir. Al despertarse se alisto para el colegio cambiándose de ropa, desayuno, cepillo sus dientes, tomo su mochila y salió del edificio en la entrada la esperaba Reese con su moto mirándola con aquellos ojos que tanto le gustaba. Le sonreía.
—Buenos días —saludo.
—Reese. Buenos días —respondió.
Reese la observo y la noto algo tensa —¿Estás bien? te noto algo tensa.
—Sí, no hay problema —respondió ella.
Reese la miro detenido —está bien —le extendió el casco —hay que irnos.
Ella iba a subirse a la moto, cuando vio el auto de Josué acercarse a ellos. —¡cuidado! —grito.
Reese volvió a ver al auto de su hermano llegar, con una velocidad sobrehumana provocado por la adrenalina que su cuerpo libero. Tomo a Zhou Yu alejándose de la moto cayendo al suelo, sin embargo, Josué no choco la moto. Solo era una advertencia.
—¿Estás bien? —pregunto Reese sujetándole las manos.
—Si. Estoy bien.
Se levantó furioso mirando a su gemelo que bajo del auto —súbete —ordeno a Zhou Yu.