Los detectives se llevaron esposados a Reese hasta la estación de policía, donde para su sorpresa estaba sus padres, su hermano con sus típicas miradas. Él solo resoplo ignorándolos por completo, paso de largo para dar sus declaraciones. Tomo asiento frente al escritorio del detective que lo arresto y a su lado con desagrado se sentaron sus padres y hermano.
—Si les desagrada esto, pueden retirarse —dijo Reese a sus progenitores.
—No hablamos con ladrones —respondió su padre.
—Si claro —dijo Reese desviando la mirada.
Pues si hablaba de ladrones ahí había uno que tomo sus pertenencias al igual que su identidad durante algún tiempo. El detective tomo asiento, mirándolo a los involucrados sus expresiones. Solo noto que Reese tenía una expresión tranquila a diferencia de sus progenitores que se encontraban algo tensos.
—Empecemos. Los señores Foster te acusan a ti Omar Foster de robar, cierta fortuna de su familia. Reconoces el hecho —soltó el detective.
—Reconozco que son mi familia. También reconozco, que esperaba algo así, pero no reconozco ninguno robo —respondió Reese.
—Estás seguro. Pues ellos afirman que robaste una herencia de cuarenta millones de tu hermano Josué —se escuchó un gruñido proveniente de Josué.
—¡Ah…! Esa fortuna —dijo con suavidad.
—Entonces reconoces que tienes posesión de ese dinero —siguió el detective.
—Si tengo esa fortuna, pero hasta donde yo sé. Esa herencia es mía, dejada por mi abuela…
—Mentiroso —intervino su gemelo. —mi abuela, nunca te dejaría nada a ti.
—Joven, le pido que no interfiera —pidió el detective. —continúe —se dirigió a Reese.
—Esa fortuna se me la entrego hace poco más de un año —sonrió sarcástico —no le parece extraño que recién me acuse por eso. Además, mi padre aquí presente le entrego ese dinero a mi tutora, que cumple como administradora de ese dinero entregado personalmente por mi padre aquí presente. Hasta que cumpla los dieciocho años. Es así ¿verdad padre? —miro de reojo a su progenitor.
Su progenitor se quedó en silencio —señor Foster. Responda —intervino el detective.
—Debe ser un malentendido —dijo su padre.
—Mal entendido. ¿En qué sentido? —cuestiono el detective.
Reese observo detenido entendiendo por donde iba todo esto. Exhalo soltando el aire retenido, podía verse como un seguro de vida, pero si entregarle eso lo dejaba en paz. Entonces estaba dispuesto, entregar todo.
—Déjame adivinar. Seguramente ahora dirás que, encontraste un documento donde dice que verdadero heredero es Josué. Y él quiere reclamarlo, o, mejor dicho —miro detenido a su gemelo —detective. Ese dinero se le fue entregado a mi tutora, ella puede corroborar lo que digo, pero no puedo hacer nada en su contra. Entonces si ellos quieren ese dinero se los dare, aunque no todo. porque como sabrá yo pensaba que era mío y lo he usado para vivir durante este tiempo. de todas formas, se los dare. No me importa. —comento decidido Reese a abandonar su fortuna.
El detective noto la veracidad de cada palabra suya y miro a los padres —siendo sincero hay mucho que investigar aquí…
—No hay nada que investigar. El robo mi dinero, exijo que lo arresten —demando Josué.
—Le pediré, que se abstenga de hacer comentarios innecesarios joven Foster. La cuenta con ese dinero quedara congelada, hasta que la investigación termine. Mientras tanto…
—Disculpe que lo interrumpa oficial, pero. Yo no pinto nada, todo esto es una mala jugada y mi testigo que puede dar veracidad de mis palabras es mi tutora. En otras palabras, seria ella la que puede confirmar todo.
El detective lo observo —tiene razón. si ella confirma que él dinero de esa cuenta se le entrego a ella por manos del señor Foster. Entonces el error seria de usted señor Foster. Siendo así —el detective se levantó de su silla caminando detrás de Reese quitándole las esposas —no hay razón para tenerlo aquí joven Reese, puede irse. Sin embargo, le pediré que no salga de la ciudad hasta que la investigación culmine.
—Seguro detective.
—¿Qué? —Josué se levantó furioso —no puede dejarlo ir, así como si nada. está loco.
—Cuide su lenguaje joven y respete a la autoridad —dijo el detective mirándolo seriamente.
—¿Autoridad?
—Cállate —intervino su padre antes de que su hijo cometiera un error.
—Si es todo detective entonces me retiro —Reese se levantó saliendo de la estación tal parece que perdió su seguro de vida. Sin embargo, todavía tenía esa beca deportiva, para jugar en el equipo de futbol Los Ángeles FC, que se habían interesado por él. Con eso sería suficiente, para iniciar una vida.
Zhou Yu estaba intranquila en su departamento, después de que se llevaran esposado a Reese, por supuesto robo a su propia familia. Quería salir hacia la estación para darle apoyo y era precisamente lo que iba hacer tomo su chaqueta para ir a la estación de policía, al abrir la puerta se encontraba la señora Lucía. Nana de Josué. Esperándola.
—Señora buenas tardes —saludo ella.