En Tu Mirada

CAPÍTULO 15

 

 

Durante todo el camino a la playa, Dani no me miró ni me dirigió palabra alguna, lo cual me hizo pensar que estaba muy enfadada, al igual que yo, que estaba completamente confundido sin tener ni idea de lo que estaba pasando.

Insistí en querer hablar con ella y solucionar cualquier problema que hubiera, pero ella se mantuvo igual, comenzando a molestarme. Estaba a punto de decírselo, pero vi a Cole acercarse entre gritos y risas con los demás.

—¡Llegó mi puta favorita! —gritó, poniendo un brazo alrededor de los hombros de Henrik—. Entonces es cierto que Dani vino con Ro —sus ojos escanearon a Dani por completo—. No podía creerlo, pero es bueno que te hayas decidido a pasar un buen rato con nosotros.

Le agradecí a Cole por ser tan simpático, completamente distinto a Henrik y también a Dani por sonreír, aunque lo hiciera de forma forzada.

—Dani, por si no lo recuerdas, el negro es Cole —con sorna, Henrik señaló a Cole, quien estaba más intrigado que molesto.

—¿Dani? —preguntó, casi riendo—. ¿Desde cuándo son tan amigos? Si mal no recuerdo, ustedes se odiaban.

—Son amigos desde que Dani le demostró quién es la puta ama en el skateboarding.

Bri, Jake y los demás empezaron a contarle con detalle a Cole lo que había pasado en la rampa y mientras todos reían, pude notar como Dani agachaba la mirada avergonzada por seguir recibiendo elogios.

La atraje hacia mí, a pesar de su resistencia y enojo que aún no comprendía.

—Esto quiere decir que yo soy tu némesis en los videojuegos, ¿y Dani tu némesis del skateboarding?

Todos estuvieron de acuerdo y fue inevitable reír cuando Henrik empezó a parlotear con que Dani no era tan genial como todos relataban, incluso ella sonrió un poco por lo infantil que él podría llegar a ser. Mi amigo había perdido por completo su sonrisa arrogante debido a las burlas que estaba recibiendo. Y para empeorar las cosas, apareció Juliana, quien ahora era la novia de Cole.

A pesar de la extraña situación que estaba ocurriendo entre mis amigos, creí que el ambiente entre Dani y yo podría mejorar. Incluso intenté ignorar lo molesto que me parecía su actitud repentina y coloqué mi brazo alrededor de su hombro. Sin embargo, ella se apartó de mí como si estuviera a punto de contagiarle alguna extraña enfermedad.

—¿Puedes decirme qué demonios te pasa? —Jalé de ella para alejarnos de los demás y evitar incomodarlos también—. Estábamos bien y de un momento a otro empezaste a actuar como una maldita lunática.

—Tienes el descaro de preguntarme qué me pasa, cuando ella prácticamente estaba sobando sus enormes tetas contra tus brazos.

—¿Disculpa?

—Hablo de Gigi —ella imitó un extraño tono agudo al pronunciar mi apodo para Gina—. ¿Cómo siquiera sabe cuál es tu bebida favorita?

Me encogí de hombros sin darle mucha importancia.

—Todos saben cuál es mi bebida favorita, ¿era un secreto y yo no lo sabía?

—Apuesto a que ella debe de saber muchas más cosas que tu simple bebida favorita.

Ella intentó apartarse e irse con los demás, pero no se libraría tan fácilmente de esta conversación. Su tono de voz e insinuaciones no me gustaban y si no lo aclarábamos en ese momento, ella seguiría molesta y yo ni siquiera caería en cuenta del porqué.

Bueno, yo era un estúpido y estaba claro que ella estaba molesta porque se dio cuenta de que algo había pasado entre Gina y yo. No fue intencional ocultarlo, simplemente no acostumbraba hablar de mis pocas relaciones, y mucho menos con Dani, quien nunca ha mostrado interés en mis escasas relaciones amorosas.

Sin embargo, con Gina las cosas eran muy distintas, ya que ella se convirtió en una parte importante de mi vida y no resultaba fácil alejarme de ella, principalmente porque no quería hacerlo. Me encantaba tenerla cerca, no porque sintiera amor por ella, sino porque era una buena persona y me reconfortaba saber que podía contar con ella.

—¿Qué pasó exactamente entre ella y tú?

Se cruzó de brazos esperando una respuesta.

—¿Disculpa?

—Respóndeme.

—¿Por qué debería?

—Entonces es cierto, ustedes follaron.

—¡No he dicho nada!

—¡Pero no lo has negado!

Jalé mi cabello con desesperación.

—Lo que ha pasado entre nosotros no es algo que voy a ir divulgándolo a cualquier persona.

—¿Soy cualquier persona?

Demonios.

—Sabes que no lo eres.

—Entonces dime.

—¿Por qué tendría que hacerlo? No es que tú me hayas contado como te fue follando con Nick —jadeó, pero con lo molesto que estaba me importaba poco su reacción—. Oh, sí cariño. Sorpresa, sé qué hicieron luego de aquella fiesta, entonces ¿Quieres hablarme de ello?

Cuando noté sus labios temblar me arrepentí de inmediato sintiéndome el idiota más grande del mundo por haber mencionado aquello.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.