Verte allí, en los marcos que descansaban sobre la mesa de noche a tu costado junto con las flores que tus padres te traían día a día cuando yo no estaba aquí, me hacían anhelar esos días que a pesar de que no los había presenciado tenía la impresión de que de alguna manera había estado ahí. Tu sonrisa transmitía muchas cosas, tanta emociones que era difícil describirlas una por una. Se notaba que eras alegre, que tu vida era grandiosa y que tenías todo lo que querías, y por algun extraño motivo esa felicidad absoluta que parecías experimentar en esas imágenes, fue contagiosa porque acabe sonriendoles a ellas. Como un bobo enamorado. Que era exactamente en lo que me habías convertido.