Los pasillos estaban repletos de ruidos todos los días a todas horas, algunos de ellos eran buenos o presagiaban que algo asombroso ocurriría como la llegada de una nueva vida o el arribo de un órgano que alguien con urgencia necesitaba permitiendole continuar viviendo en este mundo. Otros presagiaban o anunciaban exactamente lo contrario, eran el sonido que se adelantaba a la tragedia, que les dejaba saber a las personas que estaban allí que el fin de acercaba, y créeme Julia, cada vez que oía eso mí corazón se rompía en millones de pedazos al escuchar las palabras :"Lo siento mucho, hicimos lo que pudimos" salir de la boca del médico, seguidas de los alaridos llenos de dolor de los seres queridos de aquella persona que acababa de partir. Déjame decirte algo, pase lo que pase, yo estaré aquí contigo, prometo que estaremos juntos ante la adversidad, lucharemos juntos contra ella.