Cuando era niña y él aún vivía había ocasiones en las que salíamos afuera, al frente de la casa. El viento soplaba fuerte, el aire estaba fresco pero a mi me encantaba. El cielo oscuro se iluminaba tenuemente cada vez que refucilaba...
Siempre amé salir a ver los refucilos. Me parece una de las cosas más bellas que existen...
Cómo si fueran los fuegos artificiales de la naturaleza.
Es lindo sentir las primeras gotas que caen. Y muchos más cuando llueve mucho...
Me gusta cuando está lleno de relámpagos.
Amo las tormentas... Amo la lluvia... Y extraño mucho aquellos días.
Ahora que soy adulta... Añoro mucho su compañía.
En un día de tormenta... Me pondré a ver los refucilos, a oír los truenos y la melodiosa lluvia caer.
En un día de tormenta espero poder tener a alguien con quién compartir esos momentos.
En un día de tormenta quiero estar con mi sol...