En un extraño rincón

Sonata de un piano

Catalina intentaba dormir, cerrar sus ojos y conciliar el sueño. Pero difícilmente podía dormir con tranquilidad en aquel manicomio, no podía dejar de pensar en ese loco joven pianista, que había fijado su mirada sobre ella aquella tarde; en esos ojos fijos y oscuros sin sentido perdidos en su locura.

 

Había tomado algunos calmantes y aun así no podía dormir. En esos instantes lo escuchó, escuchó una extraña sonata que venia de la vieja casona y se sentó sobre la cama con expresión de angustia. La música subía y bajaba en un son lúgubre. Aquel joven envuelto en su febril demencia tocaba y tocaba su piano en una sonata incomprensible, casi sin melodía clara pero a la vez tan inquietante que causaba una extraña sensación de miedo. Catalina colocó su mano en su pecho y sintió como su corazón latía aceleradamente ¿Por que aquel joven heredero de una gran fortuna había perdido la razón? El piano se escucha mas fuerte como si se fuera acercando a la habitación de la muchacha y la sonata más lúgubre sigue en su sin fin de delirio. En eso él comenzó a reírse... la locura terminaba por consumirlo, en aquella ultima sonata.

 




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