En Un Mundo De Simios

||Capítulo #03|| La Cruda Realidad Cassidy

MADISSON

Veo como el futuro padre de mis hijos, sí, así es, ya veo a Holden como el padre de mis hijos, y que si mis padres se oponen porque es padre soltero y me convertiré en madrastra, aunque no me molestaría ser madrastra de su pequeño angelito. La cuestión aquí es que él estaba nervioso, se quedó quieto ante la presencia del viejo verde de matemática básica.

De hecho, todos en el salón se han quedado callados, en serio tanto miedo le tienen a ese viejo diabólico, digo, solo es un profesor de universidad que es capaz de hacer que hasta el odioso de Justin Evans y compañía guarden silencio.

- ¡Rooney!. - Ante la mención de su apellido Holden solo agacho la cabeza, seré honesta, desde acá atrás tengo una perspectiva diferente, y por perspectiva diferente, me refiero a que logro ver el rostro de Holden, esta enfadadísimo, vamos Holden, dile su verdad a ese viejo verde, no te va a pasar nada.

- Se supone que debió entregarme los trabajos hace ya cinco minutos. - ¡DE VERDAD! Esta jodiendo solo porque se retraso cinco minutos.

- Ingeniero. - Hablo levantando mi mano hablando con la voz más empalagosa que puedo hacer y llamar su atención, ante mi acto el desgraciado sonríe como idiota, si piensa que le voy a pedir perdón, pues déjeme hacerle saber que se equivoca. Cassidy solo me mira aterrada, sabe lo que haré, solo ella me conoce taaan bien.

- Si señorita Clark. - Me responde el viejo condenado con su estúpida sonrisa en su rostro. -¿Qué sucede?

- Podría acercarme. - Sigo hablando con la voz más fingida y empalagosa que alguien pudo haber escuchado, hasta Holden mismo sabe lo que tramo, su expresión me lo dice, él solo me mira y ladea su cabeza suavemente de un lado a otro en señal de negación, pero déjenme decirles que cuando se me impregna una idea de la cabeza, lo la saco hasta cometer el acto.

- Claro. - Ahora si viejo verde, ¡Caíste!

Me acerco hasta el pupitre, lugar donde se encuentra actualmente sentado.

- Verá, lo que quiero decir es... - Carraspeo un poco para así poder elevar la voz. - Sabe que ingeniero, ¡VÁYASE A LA MIERDA!. - Golpeo el pupitre con las palmas de mis manos para así llamar la atención de todos, después que dije lo que tuve que decir todos se quedaron estáticos, Holden solo traga grueso, Cassidy solo golpea su frente con su mano y el ingeniero, el ingeniero solo esta con su entrecejo fruncido has más no poder, verlo así me causa gracia, él se lo busco, ya tenemos suficientes trabajos, todos estamos cansados, esta que jode solo por cinco minutos de retraso, jode por todo, no se cansa acaso, no tiene esposa quien lo aguante.

El entrecejo del ingeniero se relaja y se ¡¿Empieza a reír?! ¡ES EN SERIO!, no le afecto ni un poco lo que le acabo de decir.

- Señorita Madisson Clark, por lo visto sus compañeros no le han hecho mención alguna de mis actividades fuera de la Universidad, o ¡¿Sí?

- Sí, pero me llega altamente. - Alce mis hombros restándole importancia

- Entonces también le llegará altamente e hecho que quedara expulsada de mi clase. - ¡¿QUÉ DIJO QUE?! Mis ojos se abren como platos al escuchar tal afirmación, eh aquí mi dilema moral, o es mi orgullo o es el curso. Todos en el aula se quedaron boquiabiertas, creo que es la primera vez que el profesor llega hasta este extremo.

CASSIDY

Este día, ha sido un día de locos, Madisson ha sido expulsada de la clase de Matemática Básica y con ello adiós a 12 créditos de los 20 reglamentarios para aprobar el curso, ¿Entregamos los trabajos? Pues sí, el ingeniero los revisó y se los entregó a Holden quien nos debe entregar el mismo el día lunes, solo ruego que me haya ido bien.

Estamos a las afueras de nuestra facultad, ya son las 8:00 p.m, hubiésemos salido más temprano si no se hubiera dado el problema de Madisson, el ingeniero nos retuvo hasta hace 15 minutos que terminó de revisar los trabajos y ahora Madisson y yo estamos adivinando por donde esta la biblioteca de la universidad, con un día así de exhaustivo me gustaría leer una novela romántica, ya saben, del típico cliché, lo sé, soy muy básica; pero pensándolo bien ya no quiero ir, todo esta casi a oscuras y ya es tardísimo, por las calles donde queda el departamento que comparto con Madisson es un tanto peligroso, pero veo a nuestros salvadores, o más bien dicho, acompañantes.

Voy corriendo y gritando los nombres de Holden y Aidon mientras agito mis manos en el aire para que me vean, pero no tengo éxito, sin embargo continuo con la misma acción hasta que Aidon voltea a verme y este me ofrece un sonrisa cálida, este codea a Holden para que voltee, cuando Holden voltea, lo hace con su entrecejo fruncido en señal de molestia, seguí corriendo para alcanzarlos, pero ellos empiezan a caminar en mi dirección y es entonces cuando paro de correr y poso mis manos en mis rodillas mientras trato de recuperar el aliento, en definitiva debo hacer más ejercicio, la verdad no se como logro comer bastante y no engordo y menos me sale acné, supongo que por genética.

- ¿Qué quieres Morgan?. - La molestia en su voz es notoria, hasta un poco fría se podría decir, cuando recupero el aliento alzo mi mirada a Holden, no solo en su voz se nota la molestia, también en su rostro.

- Quería que tú y Aidon nos acompañarán a Madisson y a mí, obviamente, a la biblioteca de la universidad. - A diferencia de su voz, yo hablo con más calma.

- Claro, con gusto Cassidy. - Responde cordialmente Aidon, pero se Holden niega inmediatamente.

- No gracias, ya tuve suficiente el día de hoy con ustedes dos, si gustas ve tu Aidon, pero yo ni loco pienso ir con ellas. - Holden agita sus manos en señal de negación absoluta.

- Vamos Holden, no quieres relajarte y leer un poco. - Lo codeo animándolo.

- ¿Qué tipo de libros lees?. - Su pregunta me tomo desprevenida, su mirada pareciera traspasar mi alma.




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