Capítulo 3

Ashley

—Creí que no vendrías—me reclama Antonella apenas llego.

—Ganas de no venir me sobraron—nos abrazamos con una mano dándonos un beso en la mejilla al mismo tiempo.

—Dios—exclama al alejarse—pareces un mapache—señala al ver mis ojeras.

No es la primera que lo menciona, pues hace rato cuando llegue, me lo dijo un chico que estaba con Cristian, aunque él no me lo dijo como mi amiga, no me llamo mapache, pero me sugirió que usara corrector de ojeras, lo dijo de una forma más educada, aunque no lo tome en cuenta, casi ni lo mire cuando me hablo, solo fije mi atención a mi amigo, pues a aquel chico ni siquiera lo conocía, jamás lo había visto en mi vida, así que no me interesaba, tampoco tenía intención de socializar con él, por lo que lo evite y fingí que no estaba junto a Cris, aun así, me sorprendió que alguien como él, siendo un chico me recomendara usar algo para taparlas, pues no todos los chicos saben de maquillaje, ni de moda, él parecía saber mucho al respecto, porque nunca antes había oído a alguno recomendar a una chica recomendar tal cosa, los hombres por lo general son reacios a lo que tiene que ver con maquillaje.

—Pero tú lo puedes solucionar—digo suplicándole que lo haga.

—No sé qué harías sin mí con tus ojeras—nos sentamos en nuestros asientos, de inmediato Antonella comienza a cubrir mis ojeras con su corrector que saca del cosmetiquero que carga.

Tiene cientos de pinturas, labiales, delineadores, encrespadores y montones, montones de frascos de base, además de polvos de ojos, colorantes, en resumen, tiene un cosmetiquero de maquillajes que casi ni usa, porque al igual que a mí, no le gusta maquillarse demasiado, lo odia, por lo que no explico porque tiene tanto maquillaje, aun así, lo agradezco, ya que tal y como dice ella, no sé qué haría sin ella y su glorioso cosmetiquero, de seguro siempre me estaría viendo como un mapache.

—Pues parecerme al niñito de la película esa de la que hablas—respondo.

—Te refieres a Michael “Goob” de la familia del futuro—asiento—aun no puedo creer que no te aprendas su nombre.

—Pues—me encojo de hombros.

—Ash, ¿aun no ves esa película? —niego, se hace la ofendida—no puedo creerlo, ¿Cómo es que no la has visto? Ashley, es una gran película, es emotiva, es…

—No me llama la atención, no la encuentro interesante—confieso.

—Te estas perdiendo la mitad de tu vida—dice con exageración, termina de ocultar mis ojeras—enserio, quien no haya visto esa película en algún instante de su infancia no la tuvo—guarda el corrector en el cosmetiquero y guarda este en la mochila.

—Hola, Ash—me saluda Cristian interrumpiendo nuestra platica, Antonella me da un codazo disimulado en las costillas moviendo las cejas de manera divertida, pongo los ojos en blanco.

—Hola Cris—lo vuelvo a saludar.

—Si, hola, Cris—dice Antonella, moviéndole la mano—yo también estoy aquí, lo sabes.

—Hola—le dice con sequedad.

A Cristian no le agrada mucho Antonella que digamos, dado a que esta ultima lo molesta y se ríe de él demasiado, pues mi amiga le hace muchas bromas, algunas un poco fuera de lugar y muy pesadas, se aprovecha de la inocencia en algunas cosas de mi amigo, todo porque lo encuentra nerd, según ella no puede creer que sea tan lindo que parezca modelo sacado de revista y que se este perdiendo por ser un intelectual, lo considera algo tonto, cuando podría dedicarse a cualquier otra cosa que no sea esconder su cara en libros ridículos, cosa que para mí es una ofensa, el leer por hobbit no tiene nada de malo, es más te ayuda a escapar de la realidad, te ayuda conocer incluso distintos puntos de vistas, pero que se le puede hacer, es Antonella y ella no lee nada que no sea por obligación, no la juzgo, todos tenemos distintos gustos y no a todos nos tiene gustar leer, solo porque sí.

—Oye—me habla nervioso, no entiendo porque se pone nervioso conmigo—Este…—se rasca la nuca—vengo de la biblioteca.

—Nerd—comenta en voz baja Antonella, poniendo los ojos en blanco.

—Encontré este libro—dice sacando un libro de tapa azul de su bolso— es de vampiros, brujas y hombres lobos, yo lo leí hace un tiempo, me lo regalo mi papá, pero no sabía que estuviera también en la biblioteca—sonríe nervioso, por unos instantes mira a Anto, temiendo a que haga uno de sus comentarios desagradables—así que apenas lo encontré lo conseguí para ti.

—Que lindo—y ahí el comentario con sarcasmo de mi amiga— enserio eres super tierno y romántico, no cualquiera conseguiría un libro tan aburrido para una amiga.

—No es un libro aburrido—se defiende Cris.

—Ha de serlo—señala ella, estos dos no tienen remedio con sus discusiones, Anto es demasiado fastidiosa con él y él demasiado inocente para notar cuando mi amiga lo molesta—Todos los libros de vampiros, hombres lobos y esas porquerías lo son.

—¿Qué vas a saber tú de ello si ni siquiera lees? —punto para Cristian, al menos se ha sabido defender y ha dado en el blanco

—No le hagas caso—le pido yo—Antonella solo lo hace para molestar.

—Creí que tu amiga era yo—me reclama.