¿enamorada de él?

Prólogo

Lo recuerdo como si fuese ayer, era verano, serian las tres de la tarde por ahí, yo me encontraba acostada bajo la sombra de uno de los enormes árboles del parque mirando al cielo, el día estaba muy caluroso, de hecho ese mismo día en la mañana recuerdo a ver escuchado en la radio de la casa de mi abuela que iba a ser uno de los días más calurosos del año.

Vestía con uno de los vestidos que me había traído mi padre de su viaje a Colombia, era de color violeta -mi color favorito- y banco, en mis pies llevaba unos tenis color blanco, ni el calor podía hacer que usará unas sandalias o algo más abierto, cuando era niña era muy terca más que ahora y no había persona que me convenciera de usar algo más adecuado para un día como aquel.

Mi cabello que para ese entonces era rubio oscuro estaba recogido en una coleta alta. Y allí estaba mirando el cielo por mientras que pensaba en no se que cosa, pero conociéndome estaría pensando en lo hermoso que era Justin Bieber ya que a mis diez años estaba obsesionada con él, pero ¿quien no? en esos tiempos fueron unos de sus mejores años.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien se había acostado a mi lado.

-Ahora entiendo porque estas tan perdida- dijo el individuo a mi lado sacándome de mis pensamientos- Se ve hermoso el cielo desde aquí- en eso giro mi cabeza para mirarlo.

Era un chico que tendría maso menos mi edad, sus ojos eran de un color como la miel -hermosos-, su cabello negro como el carbón era lacio y corto, vestía un buzo azul con unas bemudas negras y en los pies calzaba unas tipo sandalias, mi mirada se encontró con la suya en ese momento.

-Es mi lugar favorito en el mundo- respondí volviendo mi mirada al cielo 

-¿Puede ser mi lugar favorito también?- pregunto algo tímido 

-Creo que podemos compartirlo- le dije por mientras que en mis labios se formaba una sonrisa, él asintió.

Y así fue como nos pasamos esa tarde, ahí acostados sobre el césped del parque bajo la sombra de ese árbol mirando el cielo, ninguno de los dos hablo sólo estuvimos mirando la hermosa vista, y desde entonces se volvió nuestro lugar favorito en el mundo.

Estuvimos así hasta que él sin decir nada se paró y sacudió sus pantalones, yo al verlo hice lo mismo ya que fue recién ahí que me di cuenta que el cielo empezaba a tornarse más oscuro y el sol se estaba poniendo, aunque me encantaba contemplar el cielo nocturno lleno de estrellas no podía quedarme hasta tarde sino mi abuela se iba a enojar porque no regrese antes de que la noche cayera y aunque su casa quedaba a una cuadra del parque no le gustaba que anduviera hasta tarde sola en la calle. Estaba por darme la vuelta e irme cuando él me tomó del brazo.

-¿Cómo te llamas?- pregunto pero a diferencia de hacía rato esta vez no había timidez es su voz

-Francesca... ¿Y tú?- le pregunté 

-Maikel- respondió por mientras que sonreía

-Entonces Maik, ¿nos vemos mañana, en este lugar, a la misma hora?- pregunté tímida

-Claro... Fran- responde- Nos vemos- dijo por mientras que daba la vuelta para marcharse 

-¡Nos vemos!- respondí imitando sus pasos.

Y así fue como nos conocimos mi mejor amigo y yo, desde entonces empezamos a juntarnos todas las tardes bajo aquel árbol y allí charlábamos, jugábamos, reíamos y de vez en cuando peleabamos también, esto se debía a que Maik no quería jugar a la cuerda ya que decía que era "cosas de niñas" o cuando jugábamos a los juegos de mesa que el siempre me ganaba y yo me hacía la enojada sólo para que él me diga que hiciéramos la "revancha" y así dejarme ganar.

Me contó que se había mudado con sus padres ya que su madre había conseguido un puesto de trabajo como arquitecta en una empresa muy importante y no podían desperdiciar la oportunidad, me dijo que su padre era abogado, me contó que no tiene hermanos pero que siempre quiso tener uno, que vivía en Mendoza (departamento de Argentina) y que tenía diez años como yo solo que el cumplía 5 meses antes, que su color favorito era el verde cosa que en la actualidad lo ha cambiado por el negro, me dijo que cuando creciera quería tener una moto y así poder escaparse lejos de todo, pero lo que me emocionó mucho fue que me invito a ir con él. En resumen me contó sobre todo él.

Yo hice lo mismo, le dije que vivía con mi padre Felix y mi hermano Alexander que para ese entonces tenía 12 años, que mi madre Delfina había muerto cuando yo tenía 7 años a causa del maldito cáncer, que mi padre era Colombiano pero cuando vino por asuntos de negocios a Argentina conoció a mi madre, se enamoró y termino quedándose acá, también que Felix -mi padre- es dueño de una empresa, la cual no es super importante pero por lo menos nos da el suficiente dinero para darnos nuestros lujos, que veía muy poco mis abuelos paternos ya que ellos viven en Colombia y además tampoco me agradan mucho ya que nunca aceptaron la relación de mis padres porque decían que mi madre era "poca cosa" para mi padre, pero le conté que me llevaba de maravilla con mis abuelos maternos, y como dije antes le conté todo de mi.

 Ya han pasado 7 años desde que nos conocemos y siempre ha estado ahí para mi cómo yo para él, y aunque ya no somos esos niños seguimos siendo mejores amigos, se ha convertido una de las personas más importantes de mi vida. 

 




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