¿enamorada de él?

Cap 11: Maldito imbécil

Maikel 

Me he tenido que levantar a las ocho de la mañana ya que quede de pasar a las nueve por la casa de Fran para ir a recoger la comida, porque nos ha tocado encargarnos de eso para la fiesta de Sofía.

En cuanto me levanto voy hacia el baño donde me doy una ducha de diez minutos -no soy de tardar horas debajo del agua-. Me pongo unos pantalones de chándal negro, buso blanco, por encima una campera ya que el día está fresco y mis covers blancas.

Al bajar me encuentro con mi madre en la cocina que esta poniendo el desayuno sobre la mesa, es raro verla vestida con solo un simple pijama el cual consiste en unos pantalones de seda blancos, una musculosa rosa y por encima trae una bata rosa de seda también y en sus pies pantuflas. Digo que es raro ya que ella siempre viste formal.

-¿Tú madrugando un sábado?- pregunta mientras se acerca a mí y me da un beso en la mejilla 

-Es que quede de pasar a las nueve por la casa de Fran- respondo sentándome- Tenemos que ir a levantar la comida para la fiesta de Sofía- mi madre se acomoda a mi lado 

-¿Y por qué ustedes?- pregunta antes de servirse café 

-Por qué todos nos ocuparemos de algo y a nosotros nos toca eso- digo para luego darle un mordisco a mi tostada con mermelada 

-Ahhh, entiendo- dice ella- ¿Y cómo a estado Fran? No ha venido más a la casa- pregunta mi madre preocupada 

-Está bien- respondo sin más, ella me mira dudosa pero no pregunta nada más ya que me conoce y sabe que en este momento no quiero hablar de eso.

Últimamente mi relación con Francesca ha estado rara, desde nuestra "pelea" por mis putos líos mentales ya que yo pensaba que a ella le gustaba Julian, no es por justificarme pero cualquiera lo pensaría en ese momento ya que pregunto por él y sé que lo que estoy diciendo no tiene sentido, pero cuando lo hizo sonó tan sospechosa y cabe aclarar que ella nunca pregunta por él, al revés, creo que hasta le cae mal.

Otros tema que me tiene con los pelos de punta es que pasa mucho tiempo con el imbécil de Tyler, y es que no quiero que este con él, de hecho no me gusta que este con nadie y lo sé, suena egoísta, pero cuando la veo con otro chico me dan ganas partirles la cara y decirles que no se vuelvan a acercar a ella.

No quiero compartirla, sueno como un psicópata, pero me siento así, no quiero que se ría con nadie que no sea yo, que no hable con nadie que no sea yo, que no sea feliz con nadie que no sea yo y si lo se, estoy completamente loco... sólo quiero protegerla de cualquier imbécil que pueda hacerle daño y cuando está con Tyler me siento tan impotente.

-¡MAIKEL!- mi madre me saca de mis pensamientos haciendo que pegue un pequeño saltito sobre la silla en la cual me encuentro sentado 

-¿Qué?- pregunto confundido

-Hace rato que te estoy hablando y tu parecías estar hipnotizado- responde ella un poco irritada 

-Lo siento, estaba pensando... ¿Qué decías?- le pregunto mirándola 

-Decía que ya son nueve menos diez- lo dice lento como para que entienda bien 

-Ya me voy- digo parándome, dejo un beso en su mejilla- Nos vemos- me despido y salgo.

De camino a casa de Fran voy escuchando música, tengo una rara fascinación por canciones viejas, si lo sé, soy raro. Cuando voy con Fran en el carro siempre suelo prender la radio donde siempre pasan este tipo de canciones y voy todo el viaje escuchando esa música.

En unos ocho minutos ya me encuentro frente a la casa de Francesca, la veo sentada en el primer escalón de la entreada de su casa, supongo que esperándome, cuando ve mi carro comienza a caminar a mi dirección.

Hoy está muy linda -bueno siempre lo está-, lleva puesto unos jeans negros, un suéter azul, sus covers negras y su cabello lo trae suelto. No sé cómo lo hace está chica que sin arreglarse mucho siempre esta hermosa.

Sube al carro y me sonríe... mierda que sonrisa más bella.

-Hola- dice mientras se coloca el cinturón de seguridad 

-Hola- respondo sonriéndole.

Durante el camino hacia el lugar donde encargamos la comida, Francesca se la pasa quejandose de mis canciones de "viejos" como les dice ella, y yo sólo por ver lo tierna que se ve enojada subo aún más el volumen.

Al llegar al lugar nos bajamos del carro. Es un tipo panadería, pequeña pero acogedora, a su alrededor se encuentra lleno de flores y hasta se parece a las casitas de los cuentos de hadas.

-Hola, buenos días- nos dice una señora mayor muy amigable

-Buenos días- respondemos ambos al unisonó

-¿En qué los puedo ayudar?- pregunta la señora

-Venimos a levantar un pedido que está a nombre de Maikel Muller- respondo y ella empieza a buscar en un cuaderno

-Si aquí está- dice señalando algo en su cuaderno- Ya se los traigo.

Luego se da la vuelta y se adentra hacia la puerta de madera detrás de ella. Y unos minutos después aparece con una infinidades de bolsas blancas tanto en sus moanos como en sus brazos.

-Aquí tienen- nos dice alcanzándonos las bolsas

Nosostros las tomamos, un poco Fran y otro yo, las llevamos hacía la cajuela del carro para después volver para tomar las dos últimas bolsas que no faltan y obviamente para pagar.

-Toma- le alcanzó las dos últimas bolsas- Ve guardando esto por mientras que yo pago- le digo

-Oky- contesta tomando las bolsas y desapareciendo por la puerta.

Yo le pago a la señora.

-Gracias- digo recibiendo el cambio

-Gracias a ustedes- contesta con una sonrisa, pero cuando estoy por marcharme me susurra- Es muy linda su novia- yo río

-Ella no...- miro a donde está Fran quien ya ha terminado de guardar las bolsas y ahora se arregla sus cabellos- Si- sonrío- Es la chica más linda que he conocido- digo completamente sincero.

(...)

Nos dirigimos hacia la casa de Sofía para dejar la comida ya que será allí donde se celebrara la fiesta. Cinco minutos después ya hemos llegado, Connor quien justo va también llegando se acerca para ayudarnos con las bolsas.




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