Maikel
-¡Ey!- se queja Julian cuando tomó una papa de su bandeja- Ya, comprate tú comida- dice alejando su bandeja fuera de mi alcanze
-Aquí es donde vemos quienes son los verdaderos amigos- dramátiso mirándolo con "decepción".
Él rueda los ojos, entonces está vez es a Thomas a quien le robo comida, a ver, si traigo dinero pero me da pereza comprar mi propia comida, además que es divertido hacerlos enojar. Thomas, sin embargo, no se queja, bueno con decir que ni se entera, lo miro con el ceño fruncido.
-¿Estas bien?- le pregunto consiguiendo por fin que me mire
-Eh...
-Creo que hay problemas en en paraíso- dice Julian burlon
-¿Problemas con Sofía?- vuelvo a preguntar
-Algo así- responde metiendo una papa a su boca
-Cuenta- lo animo, él deja salir una bocada de aire antes de hablar
-Había un chico que se le acercó demasiado, sé que no quería solo ser su amigo... Soy hombre, entiendo lo que quería- habla con molestia- Bueno, creo que me puse un poco bastante celoso, corrí al chico no sin antes darle un golpe...
-¡Bien ahí!- dice Julian con orgullo, Thomas lo mira mal
-Luego... a ver deben entenderme... yo, la culpe a ella- frunzo el ceño- Le dije que era culpa de ella, que porque dejaba que se le acercaran tanto- dice avergonzado- Me comporte como un idiota, y ahora desde el sábado que no me habla, pase todo el fin de semana tratando de comunicarme con ella- mira a la nada
-Que mierda- murmuró
-Por eso es que estoy soltero- dice Julian tirándose para atrás en su silla, poniéndose cómodo
-Hablaré con Fran, tal vez ella me diga algo y así poder ver que hacemos- me encojo de hombros
-Te lo agradecería mucho- dice Thomas mirándome, pongo una mano en su hombro con un gesto de apoyo.
Al tocar el timbre dando por finalizado el receso me despido de los chicos y me voy a mi segunda clase del día, no sin antes pasar por el salón de Franesca, un poquito tarde que entre a clases no me va a hacer daño, ademas que hoy no la vi ya que la trajo Tom.
Giro justo para verla caminar por el pasillo hacia su salón, así que me apresuró para envolver su cintura con mi brazo, se que la tomó por sorpresa cuando pega un pequeño saltito.
-Soy yo- le digo en su oído, ella se relaja
-Mmm- se gira para quedar enfrente de mí- Me asustaste, tonto- se queja, sin embargo, pone sus brazos sobre mis hombros.
Es tan linda, hoy trae el pelo suelto, unos vaqueros azules, un suéter negro y coverse blancas.
-Perdón- murmuró muy cerca de sus labios- Déjame recompensarte- en sus labios aparece una gran sonrisa- Después de clase, tú y yo, almorzando ¿qué te parece?.
-Em- hace que se lo piensa- Creo que puedo- responde ocultando su sonrisa
-Oh gracias- río.
Entonces rompo el poco espacio que nos separa uniendo nuestros labios, en un beso tierno, sin duda podría estar horas besando a esta chica sin cansarme.
No voy a mentir, todo esto es un poco raro ya que éramos amigos, bueno lo seguimos siento solo que ahora es algo más fuerte, pero no me arepiento de nada, no sé si lo nuestro será algo para toda la vida o solo por una parte de ella, de lo único que estoy completamente seguro es que Francesca Bonett es la única mujer hasta el momento que me ha hacho sentirme como en el cielo.
Llevamos dos semanas saliendo, dos semanas las cuales han sido sin lugar a dudas las mejores de mi vida, hemos compartido mucho tiempo juntos, besarla se ha convertido en una necesidad básica y cuando la veo ¡mierda!, me pongo muy nervioso, y diré la verdad, tengo miedo de que esto se acabe, de ya no tenerla ni siquiera como amiga, pero tome una decisión y esa fue arriesgarme, porque como dicen "el que no arriesga no gana".
Ella se separa un poco de mí rompiendo nuestro beso, yo gruñó...
-Debo ir a clases- dice con desánimo
-Por qué sólo no entras- intento volver a besarla, pero ella me lo impide
-No puedo- hace un puchero- Pero nos veremos más tarde- empieza a caminar por el pasillo
-¡Te espero a la salida!- medio grito después de unos minutos, ella me mira sobre su hombro y sonríe.
(...)
El resto de las clases pasaron bastante normales, cuando el timbre de la preparatoria sonó tome mis cosas y salí del salón directo a la salida, allí esperaría a Fran ya que es casi imposible esperarla por el pasillo, esta lleno de adolescentes y aunque fuera a su salón no se si ya habrá salido.
Cuando llego a la salida la veo platicando con Connor, no se de que hablan exactamente pero ella lo mira emocionada para después darle un abrazo el cual parece tomarlo por sorpresa, pero tras unos segundos le corresponde. Sonrió cuando sus brillantes ojos conectando con los míos, así que me acerco.
-Maikel- dice Connor al verme
-Hola- lo saludo con una sonrisa
-Bueno los dejo- habla acercándose a Fran y dándole un beso en la mejilla- Adiós, Maik.
-Nos vemos- digo viéndolo alejarse
-Bueno... - dice Fran luego de unos minutos haciendo que gire para mirarla- vamos a ese almuerzo.
-Pues vamos.
Caminamos a mi carro y nos subimos, partimos rumbo a un pequeño restaurante informal donde venden las mejores pizzas del mundo. Durante el trayecto Francesca me va contando con emoción que Connor tiene novio, un tal Oliver, que ella sabía que algo había entre ellos, yo solo la escucho y me río por su emoción y la manera en la que se expresa.
Quince minutos después llegamos al restaurante, nos bajamos y nos sentado en una mesa muy cerca de la ventana, pedimos una pizza para compartir y sodas la cuales no demoran mucho en llegar, empezamos a comer mientras platicamos.
-... y en eso Sofía cae encima de Connor y yo encima de ella- se ríe por mientras que cuenta la vergonzosa caída que tuvieron hoy
-Que vergüenza- río con ella
-Ni que lo digas.