Enamorada de mi ángel

Capitulo 10

POV Adela

—Pero, ¿por qué Dios no le da la oportunidad a los ángeles y por qué da una diferenciación?—le pregunto a Darien sin entender del todo.

—Porque los ángeles han sufrido un proceso de deformación espiritual y el mal a nacido dentro de ellos y se fueron degradando hasta llegar a tal punto, donde ya no hay vuelta atrás y no existe arrepentimiento siendo lo único que desean, eliminar a Dios, herirlo y lastimarlo y obviamente lastimar e igualmente, herir a los seres humanos.

Como saben que les queda poco tiempo, están haciendo en lo máximo todo el mal y arrastrando a cuantas almas le sean posible al infierno, bien lejos de Dios para que se puedan perder la mayor cantidad de almas de seres humanos.

Los ángeles caídos consideran al hombre como una criatura muy inferiores en inteligencia, conocimiento y poder bueno, prácticamente en todo. Ellos no pueden entender como se les puede dar determinado privilegio y ellos no.

Miro de un pronto la hora en mi celular y veo que son las 1 de la madrugada—rayos, ya es tarde Darien. Tenemos que dormirnos porque hay escuela mañana—le digo y el asiente con la cabeza—tengo también que bañarme y tu igualmente.

—¿Bañarme?

—No me digas que no sabes—lo miro fijamente—solo tienes que enjabonar el cuerpo y echarte agua entonces, luego te secas con una toalla.

—Muy bien.

Busco una toalla dentro de las cajas de donaciones y se la paso—entra tu primero—él se va al baño y comienza a desnudarse y yo me pongo de espaldas al baño sentada en el piso.

Cuando han pasado como 15 minutos escucho un fuerte golpe que proviene del baño—¡Darien!,¡¿estás bien?!—salgo pitando hacía el baño y lo encuentro de espalda frotándose las nalgas y me sonrojo—¿Darien?—me tapo los ojos con la mano.

—Estoy bien, solo resbalé y caí de trasero.

—O-okey—logro decir—no se porque me pongo nerviosa...—musito dándome la vuelta para salir.

—¿Qué dijiste?—me volteo otra vez y doy de frente con el pecho fuerte de Darien.

Me fijo más en su abdomen notando que tiene los músculos marcados—como si fuera un chocolate—pienso y me relamo los labios perturbada acelerándose el corazón dentro de mí y pestañeo en confusión—¿qué es lo que me pasa?—él pasa su mano frente a mi cara para tener mi atención—y-yo...si ya terminaste te pediré que salgas para que pueda bañarme.

Voy en busca de mi toalla y lo veo salir con la toalla envuelta en su cintura—menos mal porque, ya he tenido demasiado de la vista de su cuerpo para también ver otras partes...—pienso y entro a la bañera con toda la ropa cerrando la cortina entonces, ahí me quito la ropa y sacándola con una mano la pongo encima de la tapa del inodoro y empiezo a bañarme.

Al momento de terminar y de secar mi cuerpo, me cambio ocultándome con la cortina. Salgo del baño pero no veo a Darien por ningún lado y me fijo que hay un pequeño perro peludo cerca del colchón—¿cómo entraste aquí?, precioso
—lo cargo y me siento en el colchón, lo pongo de nuevo en el piso—¿dónde estará Darien?

—Estoy aquí—escucho su voz aunque, no lo veo.

—¿Dónde?, sin embargo si puedes hacerte invisible eso es muy genial.

—Como dije estoy aquí—el perro se sube a mis pies.

—¿Uh?, no me digas que...—miro que el perro es del color del pelo de Darien, negro y sus ojos verdes.

—Soy yo, ¿no te das cuenta?—veo hablar el perro y me espanto—no te asustes, te conté que podemos tomar la forma que queramos ¿no?

—S-sí—me acerco y lo toco con un dedo probando que es real y que no fue algo de mi imaginación—el perro ¡habló!—comento.

—Claro que sí porque, soy yo ¿no lo ves?
—articula Darien—ven, vamos a dormir.

Se acuesta a un lado del colchón y como estoy tan cansada no digo más nada y me acuesto.

Me despierto con el sonido de la alarma del celular sintiendo algo peludo a mi lado y recuerdo que es Darien—despierta, Darien—paso mis manos por su cabeza acariciándolo—Darien.

—Umm—manifiesta abriendo los ojos.

—Tenemos que irnos así que, levantate.

Voy al baño y me cepillo los dientes después de lavar mi cara entonces, comienzo a quitarme la bata de dormir y recuerdo que Darien está aquí y eso no es todo si no que estaba sentado de frente hacía mí mirándome fijamente y además, me acuerdo que no tengo sujetador ya que, me lo quito para dormir—¡ah!—grito cubriéndome con una mano los pechos y con la otra le lanzo el cepillo de dientes dándole en la pata y comienza a hacer sonido de un perro que está llorando—oh, lo siento. ¿Te pegue muy duro?—me agacho, toco su patita y el gime—de verdad, lo siento yo solo...es que...—suspiro y lo cargo en mis brazos depositando luego un beso en su pata y lo acaricio allí.

Lo bajo con cuidado y me termino de cambiar para irme. Darien se transforma en un hombre otra vez apareciendo completamente desnudo y con sus alas a la vista. Me pongo de espaldas a él—busca alguna ropa en esas cajas—la señalo y tomo asiento en el colchón de espaldas a él.

Pasan como 5 minutos—estoy listo, vámonos—lo observo y ya no se ven sus alas y está bien visto tengo que admitirlo.

—Salgamos por esta puerta ya que no la cerramos anoche, ¿te acuerdas?

—Sí—partimos por ahí, saliendo yo primero para asegurarme de que no haya nadie a la vista y nos vamos.




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