Enamorada de mi hermano

capitulo 23 “Rencor”

Dipper jugaba en un viejo columpio que su tío había construido, cualquiera que lo viera lo llamaría infantil ¿Que hacia un adolecente jugando en un columpio? Dipper realmente no estaba jugando. 

Ya no era un niño, esa etapa donde correr en la lluvia y jugar con palos y ramitas ya había pasado. 

Por extraño que pareciera, Dipper no podía creer aún que su niñez hubiera pasado tan rápido. 

Su infancia había pasado en un abrir y cerrar de ojos ¿Como había pasado esto? 

No había ninguna explicación, solo había pasado y ya. Así era la vida, un día eres un niño sin preocupaciones que solo se la pasa jugando y metiéndose en problemas y al otro eres un chico mayor que se prepara para su futuro. 

“futuro” nunca antes Dipper se había tomado tiempo para pensar en su futuro. Como lo iba a hacer, después de todo un niño solo es eso, una criatura inocente que vive feliz cada día, sin tristeza ni preocupaciones. Un niño no tiene la necesidad de pensar en su futuro. 

Esa tarea recaería sus padres, solo ellos se preocupaban por su futuro, ellos se encargarían de criarlo y educarlo de manera que este listo para enfrentar el mundo por sí solo. 

¿Estoy preparado para dejar de ser un niño? Pensó Dipper para sus adentros, en verdad era un pregunta difícil. 

En otro tiempo Dipper se sentía seguro de sí mismo, desde que tenía doce años ya estaba preparando su futuro. 

Primero se graduaría de secundaria con excelentes calificaciones, esa misión sería un juego de niños para el, con su mente brillante las simples pruebas de secundaria eran solo un chiste. 

Después de obtener su diploma el siguiente paso seria escoger una universidad. Pero no cualquier universidad, no cualquier instituto educativo era apropiado para educar su brillante mente hambrienta de conocimiento. 

Dipper sabía muy bien que la idea de estudiar en una buena universidad sería difícil, las mejores universidades de América eran institutos privados, por tal se necesitaría una gran cantidad de dinero para poder pagas sus estudios. 

Pagar una universidad era un idea que espantaría a la mayoría y Dipper no era diferente. 

¿Tal ves podría llegar así meta si se lo proponía? 

La idea de ahorrar no era algo que el desconociera, ya en casa sus padres le ayudaban a manejar el dinero que el conseguía con trabajos de medio tiempo, algunos de ellos como cortar el césped y pasear a los perros de los vecinos, algunas veces podía resultar molesto tener que trabajar a su corta edad. Lo único que esperaba Dipper es que su sacrificio, a larga tuviera un recompensa. 

Con todo el dinero que había reunido, y con todo el conocimiento que había conseguir con sus estudios, no solo en clases sino en su tiempo libre, ahora Dipper sentía que todo había sido para nada. 

Tenía miedo. Estaba aterrado ¿Por que crecer tenía que ser tan difícil? Siendo un chico todo era más fácil, sus padres eran los responsables de las cuentas, de cuidarlo a él y a su hermana, de llevar la comida a la mesa. 

Si seguía creciendo todo eso cambiaría, eventualmente Dipper tendría que tomar el rol de su propia vida y eso le aterraba. 

Es normal. Todos los hijos cuando crecen abandonan el nido para formar su propia familia. 

Al pensar en ese concepto no había nada que temer. No era crecer lo que aterraba a Dipper, lo que aterraba su joven corazón era no estar bien preparado. 

Todos sus conocimientos en ciencias, matemáticas y biología se convertían en nada ante los desafíos de una vida adulta. 

Dipper se había preparado, ni aún así se sentía listo para afrontar el camino que tenía por delante. 

El mundo de los adultos era algo desconocido para el. 

Nadie puede prepararse para lo desconocido, un campeón de boxeo se toma meces para entrenar para una gran pelea, un estudiante se pasa horas estudiando para un examen, es fácil prepararse cuando sabes lo que viene, cuando tienes una idea clara de a qué te enfrentas. 

Dipper no sabía a lo que se enfrentaría, ser adivino o poder ver el futuro sería algo útil para saber lo que vendría, sin embargo, esas ideas al ser ficticias abandonaron la cabeza de Dipper. 

Buscando aclarar sus ideas, Dipper sacudió su cabeza de un lado a otro, pensar en ficción no le ayudaría para prepararse. 

— ¿Dipper estás bien? — fue la voz de su hermana quién lo saco de sus pensamientos — tenías mucho tiempo fuera y bueno me estabas preocupando. 

Para Dipper la preocupación de su hermana era bienvenida, que su hermana se preocupe por el, es lindo y a la ves muy tierno, ante esto Dipper no podía protestar. 

— ¿Puedo sentarme? — dijo Mabel, señalando el columpio que estaba al lado de Dipper. 

— ¡Por supuesto! — respondió Dipper enérgicamente mostrando su mejor sonrisa. 

Cusco Mabel vio a su hermano sonreír sintió una punzada en el corazón ¿Desde cuando Dipper era tan lindo? ¿Era normal que Mabel se emocionará con solo verlo? 




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