-Pamela, hija, baja por favor gritó- Mi madre desde la planta baja de la casa.
-En seguida bajo mamá- Le respondí de la misma manera.
...
-Hija tú madre y yo tenemos pensado irnos por motivo de nuestros 25 años de matrimonio un mes de luna de miel por todo Europa, el problema es que el viaje terminaría tres días después de tu cumpleaños, ¿nos perdonarías no poder pasarlo contigo?- En mi familia siempre celebrábamos los cumpleaños todos juntos, pero la verdad es que no pasaba nada por una vez que no lo haciéramos, a parte mis padres se merecían ese viaje.
-No se preocupen, cuando regresen podemos organizar algo, lo importante es que ustedes disfruten su viaje, se lo merecen- Dije en tono alegre, ellos siempre estaban trabajando, necesitaban ese viaje -Pero eso sí, tienen que tomar muchas fotos de cada ciudad que visiten, por cierto papá, ¿me dejarías hacer una fiesta en la casa de la playa?-
-Gracias hija me gusta que seas tan comprensiva, tomaremos muchas fotos te lo prometo Pam, y sí puedes hacer la fiesta sólo se responsable- Mi papá era genial. Desde niña solía consentirme demasiado, incluso algunas veces llegué a abusar de su cariño, pero eso había quedado en el pasado.
-¡Ay! mi niña ya va a cumplir 20 años, ven aquí Pam- Dijo mi madre suspirando, caminé hacia ella y me abrazó con mucha fuerza -Te quiero hija-
-Yo también te quiero mamá, y a ti también papá- dije mientras lo unía al abrazo -Bueno, me voy a dormir, que mañana tengo que despertarme temprano- Me despedí de mis padres con un beso y me fui a mi habitación.
El día siguiente transcurría con normalidad hasta que comenzó la clase de matemáticas, la verdad es que estaba nerviosa de volver a ver al profesor Manuel por lo ocurrido el día anterior en el centro comercial.
-Buen día alumnos, hoy estudiaremos algunos conceptos básicos que revisaremos durante el semestre- Justo después de decir esto me miró directamente a los ojos, afortunadamente nadie se dio cuenta, nadie excepto Natalia que me golpeó con el codo.
La clase continuó de la misma manera y la verdad no logré concentrarme mucho en lo que decía el profesor ya que sus miradas me ponían muy nerviosa.
-Pamela, ¿me regalas un momento?- Dijo el profesor Manuel, todos mis compañeros salieron rápidamente del salón ya que era la última clase, Nat solamente me miró riendo y salió corriendo de allí. Genial, volía a estar sola con él de nuevo.
-¿Qué necesita profesor?, perdón ¿qué quieres?- Dije con tono sarcástico.
-Oye más respeto soy tu profesor- Dijo con una sonrisa. -Te noté muy distraída así que nos quedaremos a clase extra-
¡¿Clase extra?! Pero había sido culpa suya que no prestara atención a la clase, me sentía algo indignada. Él debió notarlo pues sonrió de lado.
-¿Será que quieres retrasarte en mi materia?-
No por favor. Aún no puedo estar a solas con él -Perdón pero hoy no puedo, tengo que acompañar a mis papás al aeropuerto, ya que hoy se van de viaje, lo siento- Dije y me dirijí hacia la puerta pero no logré salir, ya que me detuvo tomándome de la mano. Me volteé para mirarlo.
-¿Por qué te pones tan nerviosa cuando estamos solos?- Dijo aún tomándome de la mano -No te haré nada pequeña, la verdad es que quiero conocerte a parte de ayudarte a estudiar, me pareces muy linda e interesante, desde que choqué contra ti me di cuenta que eres muy agradable y al enterarme que serías mi alumna, decidí acercarme a ti-
-¿O sea que acosas a tus alumnas?- Dije en lo que asimilaba lo que acababa de decirme, ¡Dios mío! eso había estado muy intenso.
-Tranquila pequeña, no me mal entiendas, no acoso alumnas, dejémoslo en que me gustaría que fuéramos amigos, o algo más- Dijo riendo -¿Qué dices?-
Ese tipo me estaba volviendo loca, no podía creer lo que estaba escuchando -Me arriesgaré, acepto, pero de verdad tengo que irme- dije mientras salía del salón con el corazón a 200 latidos por minuto.
-Entonces ¿podemos vernos por la tarde? te ayudaré a repasar lo que vimos hoy y te invitaré un helado- La verdad es que a mí también me interesaba conocer a mi profesor.
-Acepto, pero pasa por mí a mi casa, me da pena salir en mi auto chocado- Morí de risa al ver su cara cuando dije esto -Es broma, pero si pasa por mí, por favor-
-Dame tú teléfono para que me mandes tu dirección- Dijo al momento que me extendía su teléfono, guardé mi contacto y me despedí de él.
Al cerrar la puerta de mi coche mi teléfono comenzó a sonar, era un número desconocido.
-¿Hola?-
-Hola Pamela- Era la voz de mi profesor -Soy yo, Manuel-
-¿Para qué me llamas? Acabamos de hablar hace unos segundos-
-Sólo para asegurarme que era tu número, nos vemos en un rato pequeña- Dijo esto y colgó.