Enamorada De Mi Profesor

¿Se supone que eso debe pasar?

Después de que mis padres subieron al avión, Nicolás y yo regresamos a casa, en el camino le conté lo que tenía organizado para mi fiesta, él y yo nos llevamos bien, no hablamos mucho pero siempre nos apoyamos. Y ambos sabíamos que podíamos contar el uno con el otro. Nicolás era igual que mi padre, siempre me mimaba demasiado, así que prometió asistir y también ayudar en la organización de mi fiesta.

Al llegar a casa dijo que tenía mucha tarea y debía volver a la universidad, me despedí de él. Fui a la sala, yo no tenía tareas pendientes así que me dispuse a ver una película, justo cuando estaba encendiendo la televisión mi teléfono comenzó a sonar, era el profesor Manuel.

-Hola- Dije un poco nerviosa, la verdad esperaba que no llamara.
-Hola pequeña, ¿a qué hora paso por ti?- Dijo y de sólo imaginarme saliendo con el profesor, mi cuerpo sintió algo raro, pero no raro malo, algo diferente a todo lo que había sentido antes, no sabía explicarlo.
-Em... pues justo ahora voy a ver una peli, ¿qué te parece si lo posponemos para mañana?- Dije rogando a Dios para que aceptara salir hasta el día siguiente.
-¿Y si mejor voy a tu casa, vemos la película y luego estudiamos?- Dijo con su voz sexy.
Esperando que no fuera como en las películas y eso de ver la película fuera real, cedí a su propuesta no muy convencida.
-Está bien, te mando mi dirección en un momento, sólo trae comida y botanas, gomitas, papas y esas cosas por favor- Dije aún dudando si debía aceptar que viniera a mi casa.
-Llevaré todo lo que me pides pequeña, te veo en un rato- Dijo esto y colgué. Dios mío, mi profesor vendría a ver una película a mi casa, ¿se supone que eso debe pasar?.

Decidí darme un baño rápido y ponerme ropa limpia.

Después de media hora tocaron a la puerta, abrí.

-Hola Pamela- Dijo mi profesor, luego se acercó y me besó la mejilla, no fue como cualquier saludo, ese pequeño beso hizo que mi corazón palpitara mucho más rápido de lo normal, temí que escuchara mis latidos -¿Qué pasa? ¿No piensas invitarme a pasar? Que mal educada, pequeña- Dijo riendo. Dios mío, "reacciona Pamela" me dije a mí misma pues mi boca no pronunciaba ninguna palabra. 

-Ah sí claro, pasa- Me hice a un lado para que pasara con las bolsas que cargaba. Al entrar comenzó a observar el pasillo lleno de pinturas y algunos títulos de mi padre -Por aquí- Indiqué para que me siguiera hasta la sala donde se supone veríamos la película, entramos y dejó las cosas en la pequeña mesita del centro -Voy por unos vasos y platos a la cocina, no tardo-

-Te acompaño Pamela, te ves muy linda- Dios mío, creo que me sonrojé -No entiendo por qué te pones tan nerviosa cuando te digo esas cosas debes estar acostumbrada a escucharlas todo el tiempo- Dijo mirándome a los ojos, estuvimos así durante varios segundos o quizá minutos, pero cuando bajó la mirada a mis labios, no pude más y me giré para tomar los vasos.

-¿Quieres hielos?- Dije cambiando de tema, esas miradas me estaban poniendo muy nerviosa. Él asintió sonriendo.

Volvimos a la sala, Manuel me permitió elegir la película, la puse y tomé la botella de té y serví en mi vaso y en el de él.

La verdad no pusimos atención a la película ya que nos la pasamos conversando sobre nuestros gustos y distracciones, con cada minuto que pasaba los nervios se alejaban de mi cuerpo y me daba cuenta que mi profesor era muy interesante, le gustaba viajar, tomar aire fresco, la música y muchas otras cosas al igual que a mí. Teníamos bastante en común.

-Ya son las 9, creo que debes irte, no tarda en llegar mi hermano y no quiero que piense cosas que no son- Dije al darme cuenta de la hora, habían pasado casi 4 horas de sólo platicar y comer chucherías.

-No quiero irme, es muy agradable hablar contigo, sin contar lo bonita que eres- De nuevo me sonrojé.

-También es agradable hablar contigo- Dije sonriendo.

-¿Podemos vernos de nuevo? Por favor pequeña- Dijo haciendo cara de niño bueno. Ni como negarme.

-Está bien profesor, ¿te parece si nos vemos mañana?-

-Perfecto, mañana paso por ti a la misma hora que hoy- Dijo mientras caminábamos hacia la puerta. -Hasta mañana pequeña, fue un placer estar hoy contigo- De nuevo besó mi mejilla y esa sensación volvió a mí.

-Hasta mañana Profesor- Cuando se fue Manuel me quedé un rato en el jardín a mirar las estrellas, luego llamé a Natalia para contarle lo ocurrido ese día, específicamente con Manuel.

A las 12 entré a mi casa y comencé a estornudar, creo que me resfrié.

...

A la mañana siguiente me dolía todo el cuerpo pero sobre todo la cabeza me dolía horrible, tenía la nariz congestionada y creo que también fiebre, justo al inicio del semestre me tenía que enfermar, genial.
Ese día no asistiría al colegio, me sentía terrible, fui a la habitación de Nicolás para avisarle.

-Nicolás, ¿puedo pasar?- Dije con dificultad para respirar.

-Pasa hermanita- Abrí la puerta y mi hermano al verme puso una cara de preocupación, ¿tan mal me veía? -Te ves horrible Pam- Dijo respondiendo mi pregunta mental, Nico, siempre tan sincero.

-Ya lo sé, no es necesario que me lo digas- Dije acostándome en su cama -No iré al colegio-

-Me parece bien hermanita, sólo ve a desayunar y te acuestas otra vez para que descanses y te recuperes más pronto- Justo lo que iba a hacer. Bajamos a desayunar y llamé a Diego para decirle que hoy no iría al colegio y que mi hermano se ofreció a llevarlo, luego de un rato llegó y desayunó con nosotros.

Los dos se despidieron de mí y me fui a mi cuarto a dormir otro rato. Luego llamaría a Natalia para explicarle porqué falté a clases.

Me desperté gracias a que mi celular no paraba de sonar, vi la hora en mi reloj y era la una de la tarde, había dormido mucho y aún así me sentía mal todavía. Revisé mi celular y vi que tenía 30 llamadas perdidas de Natalia, 20 mensajes de Natalia y una llamada perdida y un mensaje de mi profesor. Abrí el último y decía: "Pequeña, ¿pasó algo? la clase fue aburrida sin ti, llámame cuando leas este mensaje. Tu sexy profesor de matemáticas".
Reí al leer lo último, los mensajes de Natalia eran casi todos iguales: " Pamelaaaaaa ¿dónde estás?" pero había uno donde me explicaba que había llamado a Diego y él le había contado. Decidí enviarle un mensaje: "Hola Nat, gracias por ser tan buena amiga, te quiero".



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En el texto hay: romance, secretos, misterio

Editado: 13.09.2021

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