El día había llegado, sólo dormí dos horas, no podía con la emoción de volver a ver a mis padres. Me levanté temprano de la cama, acomodé las sábanas y me di un largo baño. Al salir sequé mi cabello con la toalla y lo cepillé, me vestí con el uniforme y salí rumbo al comedor. A pesar de que sólo llevaba dos días en la base ya sabía moverme un poco sin perderme, o al menos podía llegar al comedor sin dificultad.
Al entrar, vi que en la primera mesa se encontraban varios chicos, unos cuantos años mayores que yo, no les presté atención y me dirigí a tomar mi desayuno. Cuando estaba tomando mis hotcakes alguien tocó mi espalda y me giré para verlo.
-Eres Pamela, ¿cierto?- Preguntó al tiempo que se tocaba el cabello. Asentí -Yo soy Tobías, ¿puedo sentarme contigo?-
-No tengo problema con desayunar sola- Dije al tiempo que caminaba hacia una de las mesas y me sentaba.
-Vamos Pamela, sólo quiero conocer un poco de ti- La verdad es que tampoco tenía problema con que desayunáramos juntos.
-Está bien- Lo miré, era un chico rubio, con el cabello ondulado, alto y no tan musculoso como los otros tipos que he conocido aquí -Puedes desayunar conmigo-
Se sentó frente a mí, comencé a comer tímidamente.
-¿Es cierto que Ruslan te estuvo protegiendo?- Dijo con un poco de comida en la boca.
-Así es, ¿por qué?- Aún no sabía nada de él, y empezaba a preocuparme.
-Él es el mejor agente, la inspiración de muchos aquí- Hizo una pausa para beber de su jugo -Pero ahora no sabemos nada de él-
-Eso lo sé- Dije un poco desilusionada, empezaba a perder la esperanza de que Ruslan regresaría con vida.
-¿Te gustaría venir con los chicos y conmigo a la sala de juegos por la tarde?- Dijo señalando con la cabeza a los chicos que estaban por la entrada -Nos gustaría conocerte-
-Gracias, pero esta tarde estaré ocupada- Bastante ocupada -Tendrá que ser otro día-
-Vamos Pamela, ¿qué puede ser tan importante como para que no puedas pasar el rato conmigo? No es por nada pero soy el más apuesto de este lugar, y si Ruslan no regresa seré también el mejor- Me guiñó el ojo.
-Cualquier cosa es más importante que salir con un engreido como tú- Continué comiendo.
-Sé que te parezco atractivo, y tú eres bonita, así que por eso te permitiré unirte a nuestro grupo- Dijo acomodándose el cabello.
-¿Y si no me interesa pertenecer a tu grupito?- Dije levantando una ceja y dándole una mordida a mi manzana.
-¿Te está molestando, Pam?- Dijo Derek acercándose.
-No, sólo está tratando de parecer interesante, pero no lo está logrando-

Le dediqué una sonrisa a Derek y este me la devolvió y se sentó a mi lado.
-Ya la escuchaste, no le interesas, puedes irte idiota- Le dio un trago a su café.
-Ni siquiera estás tan bonita, que bueno que no aceptaste salir conmigo, me habría dado mucha pena que me vieran a tu lado- Dijo levantando su charola y alejándose.
-No le hagas caso, sabes que eres la más bonita de este sitio- Dijo Derek.
-No pasa nada Derek, sus comentarios tontos no pueden afectarme- Sonreí, era totalmente cierto, la felicidad que sentía no podría marcharse por algo tan insignificante como la arrogancia de un tipo al que ni siquiera conozco.
-¿Estás lista para ver a tus padres?- Robó uno de mis hotcakes y le dio una mordida tan grande que casi se lo termina.
-¡Oye! Eso es mío- Reí y le di un pequeño golpe en el hombro -Y claro que estoy lista para verlos, he esperado mucho tiempo para este momento, ¿sabes lo que es estar en mi situación?-
-Por supuesto que lo sé Pam, no exactamente en tu situación- Hizo una pausa y se aclaró la garganta -Mis padres murieron hace un par de años mientras yo estaba en una misión, no pude despedirme de ellos-
-Lo siento tanto Derek- Rodeé su espalda con mi brazo, él apoyó su cabeza en mi hombro.
-No te preocupes, ya lo he superado pero te comprendo, comprendo la desesperación que sientes, es por eso que yo quise darte la noticia de que tus padres vendrán esta tarde-
-Gracias Derek- Me alejé de él y me dispuse a levantarme -¿Qué harás ahora?-
-Tengo entrenamiento, ¿quieres venir?- Negué con la cabeza, definitivamente no estaba preparada para un entrenamiento a ese nivel -Puedes quedarte sentada mientras yo entreno-
-Esa idea si me gusta- Ambos nos levantamos y depositamos las charolas en su lugar.
Caminamos hasta la sala de entrenamiento, donde se encontraban varios hombres.
Al vernos entrar, todos lo que se encontraban en el lugar fijaron sus miradas en mí, eso de ser la nueva en un sitio no es nada lindo cuando tu intención no es llamar la atención. Derek rodeó mi espalda con su brazo y continuamos caminando.
-Esos chicos te devoraban con la mirada-
-Es porque soy nueva en este sitio- Me senté en un banquito mientras Derek comenzaba a calentar.
-Y la más bonita, ya te lo había dicho- Derek me miró fijamente.
-¿Estás coqueteando conmigo?- Elevé una de mis cejas y puse mis manos en la cintura.
-Coqueteo contigo desde el helicóptero y a penas te das cuenta- Me dedicó una sonrisa bastante extraña.
-Bromeas, ¿cierto?- Dije con tono de incredulidad. No podía ser cierto que todos coquetearan conmigo, reconozco que soy bonita, pero no es para tanto.
-Por supuesto que sí, Pam, Rus está enamorado de ti, no puedo hacerle esto- Soltó con una carcajada. De verdad logró que creyera eso del coqueteo.
-Ruslan- Dije en con tono apagado -¿Sabes algo de él?-
-Nada, pero enviarán a un equipo a buscarlo- Caminó hasta uno de los aparatos y se colocó para comenzar con el ejercicio -No te preocupes por él, ya te dije que es de acero ese tipo-
-Por supuesto que me preocupo, me mantuvo con vida y en muchas ocasiones logró que el miedo desapareciera- Dije recordando algunos de los momentos que pasé junto a Ruslan.
El día pasó bastante rápido con la compañía de Derek, al acercarse la hora en que llegarían mis padres los nervios invadieron mi cuerpo, la idea de volver a verlos me llenaba el alma de muchas emociones, el momento que había soñado desde hace unos días por fin había llegado, por fin vería a dos de las personas más importantes en mi vida, a aquellos por los que me mantuve con vida durante los primeros días de mi "secuestro".