Enamorada de un criminal

Capítulo 12

La tenía acorralada, no tenía escapatoria. Pero… ella también lo deseaba tanto como él: Era un deseo inexplicablemente inimaginable, jamás había sentido tanta pasión así por alguien.

—Bésame.—le suplicó. El chico asintió y la besó. La pegó más contra la pared y sus labios descendieron al cuello mientras ella desabrochaba la camisa de él.

Uno, dos, tres. En tres segundos, la camisa de la chica ya no estaba. El chico sonrió y la volvió a besar mientras acariciaba lentamente su cuerpo.

—Chris…—susurró agitadamente Rose. Él se separó y le sonrió.

De repente, el castaño la montó en sus brazos y la llevó a una cama que había ahí: Estaban en la fábrica en donde se conocieron. Chris la colocó delicadamente y luego se montó encima de ella para besar su cuello. Rose gemía y él lo disfrutaba cada segundo. Volvió a esos labios y ella invirtió la posición, terminó de sacarle la camisa y besaba su pecho y abdomen. Rose la besó en los labios mientras que sus manos bajaban lentamente hacia el pantalón de Chris para desabrocharlo pero rápidamente el castaño invirtió, de nuevo, la posición.

—Eres mía… —susurró en su oído.— solamente mía.—mordió el lóbulo y ella soltó un pequeño grito.

—¡Christopher!

Él solo sonrió y volvió a besarla. Su boca descendió hacia sus senos y comenzó a besarlos. Le quitó el corpiño y lo arrojó por ahí. La lengua del chico recorría lentamente los senos de Rose a la vez que ella gemía y desabrochaba su pantalón. Chris la ayudó y se lo sacó de una vez. Ahora él besaba toda su piel mientras ella se erizaba con cada beso y caricia que Chris le proporcionaba.

—Maldita sea, hazme tuya.—susurró agitadamente al ver que el castaño le quitaba lo único que le quedaba de ropa interior a ella.

 

—Rose… —murmuró somnoliento el castaño. De repente, la alarma sonó e hizo que Christopher se despertara sobresaltado.— Maldita sea.—susurró mientras apagaba el reloj, cuya hora marcaba 1:00pm. Se paró de la cama y se dio una ducha.

Al otro lado de la ciudad, Rose se despertaba y sonrió al ver a su acompañante.

—Hey.—el chico sonrió al decir esto.

—Ryan…—lo besó.

Ambos se quedaron intercambiando miradas debajo de la sabana. El sol entraba por la ventana calentando la habitación pero ellos aún sentían el frío de la noche anterior. Ryan acarició la cara de Rose y le apartó un mechón de su cara, luego le sonrió.

—Eres hermosa.—la pelinaranja se sonrojó y besó la nariz de su novio.

—Te amo.

—Yo más.—ambos querían quedarse así para siempre: Abrazados y mirándose profundamente en el cama pero ambos sabían que Rose tenía que salir.

Después de estar en esa posición por media hora, se pararon.

Eran las 8 de la noche y ya Rose se encontraba en su casa viendo la TV. Después de unos 15 minutos, apagó el televisor y se paró del sofá para salir a caminar un rato a despejar su mente.

Después de dar una vuelta por todo el vecindario y planear lo que iba hacer al día siguiente con Christopher, Rose regresó a casa con la sorpresa de que había dejado las llaves adentro.

—Maldición…—murmuró pero se acordó de que alguien tenía una copia de su llave. Sonrió y se dirigió a casa de su novio.

—¿Rose?—preguntó Ryan al abrir la puerta después de haber escuchado el timbre sonar. De repente, una pequeña Beagle apareció detrás del chico.

—Hey Ry, hola Heart. –Se agachó y la cargó. Luego se paró y miró al chico.— Em… —comenzó a sonrojarse.— Digamos que salí a dar una vuelta y dejé las llaves adentro de la casa.

—Oh Rose… —soltó una pequeña risa: No era la primera vez que pasaba; digamos que era como la 5ta vez que ocurría.— Quédate aquí esta noche, ¿Sí? Es muy tarde para que regreses a casa sola.—la ojiazul asintió y entró.

—Gracias Ry.

Ambos se sentaron en el sofá y Rose colocó a Heart en su regazo. La pequeña movía su colita lentamente mientras la chica la acariciaba.

—Le caes bien.—dijo Ryan.

—Bueno… yo fui primero su madre.—dijo Rose.

—Por unas horas.— ‘completó’ el castaño.

—¡Pero fui su madre! –Él se ríe.— ¡Ahora tú eres su madre!

—¿Madre?

—¡Sí! –Ahora ella era la que reía.— ¡Eres madre, Ryan! –Rose ríe más fuerte con eso. Luego cargó a Heart y la miró.— A ver, ¿Quién es tu madre, Heart? ¿Quién es tu madre? Es Ry, ¿Verdad? –La pequeña lamió la cara de la pelinaranja.— Tomaré eso como un sí.—la dejó en el piso y Heart se fue.

—¡Gracias por la ayuda, pequeña! –Ella seguía riéndose y Ryan la miró de una forma ‘malvada’.— Rose… —se acercó lentamente.— ¡Ven acá! –la mencionada se paró rápidamente del sofá y comenzó a correr por toda la casa. Ryan fue tras ella.— ¡Knightley!

Después de correr por toda la casa y tropezarse con Heart unas cuantas veces, Gillian logró acorralar a la ojiazul en su cuarto.

—Te tengo.—el chico sonrió. Rose miró a todas partes y vio que no tenía escapatoria: Ni siquiera en el baño podía esconderse.

—Oh Ryan, sabes que lo decía en broma.—él se acercaba lentamente mientras ella retrocedía.

—Lo sé, amor. –Rose tropezó con algo y cayó en la cama. El chico sonrió y se acercó a la cama para colocarse encima de su novia.— Lo sé.—la besó.

Ryan se separó y se mordió el labio para quitarle lentamente la camisa. Rose tomó su cara y lo atrajo a sus labios mientras se acomodaban mejor en la cama. Los dedos del castaño se entrelazaron en el cabello de ella y la otra mano la posa sobre su cintura, la ojiazullo tomó del cuello con sus manos y lo besó con pasión. Sus dedos se introdujeron dentro de la camisa de Ryan, acariciando su abdomen. Sonrió y luego Rose le sacó la camisa. Las manos del chico comenzaron a recorrer por su suave piel y las de ella recorrían su espalda  mientras él repartía besos húmedos por su cuello. Desabrochó el botón del pantalón de ella y Rose se paró para quitárselo rápidamente. Se colocó encima de él y lo besó apasionadamente, las manos de Ryan comenzaron a recorrer, una vez más, por su cuerpo haciéndola estremecer con sus caricias. Rose con sus manos acariciaba el pecho y abdomen de él hasta que llegó al pantalón. Lo desabrochó y se bajó de él para que pudiera quitarse el pantalón y, a la vez, el bóxer. El chico se recostó en el cuerpo de su novia: Con una mano la atraía más hacia su cuerpo y con la otra le quitaba la única ropa que cubría su cuerpo. Los dedos del ojimiel se abrían paso hacia su feminidad y comenzó a introducir dos, luego tres dedos dentro de ella. La penetraba con sus dedos, la respiración de Rose se aceleraba y con los besos de Ryan no dejaba salir los gemidos que querían escaparse de su boca. La ojiazuldejó a un lado la mano de él, se recuesta encima y se sienta sobre sus caderas, ella comenzó darle besos en el cuello, pasando por su  pecho y abdomen hasta que llegó a su cintura. Rose sonrió pícaramente y tomó el miembro de Ryan con sus manos y comenzó a masajearlo. El chico gimió. Ella decidió introducirlo en su boca y comenzar a jugar con él, le pasaba la lengua de manera muy sensual mientras lo sacaba y lo introducía delicadamente. De repente, Rose nota que su adorable novio ya estaba por eyacular así que lo saca de su boca y le da suaves masajes. El chico lo recostó posicionándome encima de ella y besa sus labios apasionadamente. Luego, separa sus piernas, se acomoda entre ellas y ahí fue cuando Ryan penetró lentamente mientras la miraba fijamente a los ojos. Se movían al mismo ritmo, gemían al mismo tiempo. Sus cuerpos estaban cubiertos de transpiración y sus respiraciones eran cada vez más entrecortada. Ambos gimieron fuertemente llegando al éxtasis. Se quedaron recostados esperando que el orgasmo de los dos desapareciera. Luego, Rose se recostó en el pecho de Ryan y durmieron hasta el día siguiente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.