Un encuentro inesperado

Eran las 4 de la mañana así que decidí levantarme no me encontraba cómoda en mi cuarto y era algo difícil de explicar me sentía acosada, era obvio que había alguien más en mi habitación pero ¿porque no mostraba su verdadera forma? Ya me había acostumbrado a que se ocultaran por unos días pero esto era algo diferente, la forma en que sentía su presencia era diferente. Me era familiar como si ya estuviese acostumbrada a ella pero no era así podría jurar que nunca la había sentido sin más remedio solo pude gritar ¿QUIEN ERES? POR LO MENOS TEN LA DECENSIA DE MOSTRARTE

Por un momento la idea de salir de mi habitación recorrió mi mente pero me abstuve de hacerlo, si lo hacia las preguntas vendrían y seria incomodo malgastar el tiempo de sueño de mis padres. Más ahora que están ensimismados en sus trabajos (como siempre) y creo que ya he tomado demasiado de su tiempo con mis visitas a la comisaria ¿quizá si voy a dormir con mi hermana? no creo que quiera verme allí además malgastaría su tiempo valioso siendo perfecta, si me preguntan por alguien perfecta debería mencionarla o eso es lo que todo el mundo cree ¿pero será así? Para mis tíos, abuelos y demás familiares lo es, claro y obviamente para mis padres ella es su mayor orgullo, ya que ella siempre calla y obedece y yo pues. Yo no me acoplo a lo que no me gusta simplemente lucho por lo que quiero aunque sea de forma incógnita y es aquí en donde realmente me cuestiono lo que dijo aquel demonio –tu hermana es luz y tú eres oscuridad aquella que todos abandonaran con el pasar de los años- será verdad, a mi hermana la observan con ese brillo en sus ojos, ese brillo que demuestra su admiración hacia ella ¿pero y para mí qué? Pues yo solo me he ganado regaños, miradas de decepción y he sido catalogada como ¨LA OVEJA NEGRA DE LA FAMILIA o como LA LOCA¨ simplemente por el hecho de que nunca me estuve quieta, y mis primas siempre me seguían simplemente por el hecho de que era la única que podía desafiar el sistema pero cuando llegaba la hora de ser regañadas la única que se veía en problemas era yo. Ya que mis tíos las regañaban y simplemente terminaban diciendo –Elizabeth fue la de la idea de escavar hasta que encontráramos el cuerpo de un hombre muerto que ella dice que ve- suelo verlas en una que otra festividad y ni eso ya que una de ellas está próxima a casarse y quizá no volvere a saber de ella.

al recordar todo eso sentí una opresión en mi pecho tal vez sea porque aún me duele el hecho de que siempre intente ser como mi hermana y nunca lo logre, cerré mis ojos con fuerza para borrar ese pensamiento y poder olvidar aquel horrible día. Al abrirlos en ese instante apareció en frente de mí un chico rubio, con unos ojos azules como el cielo. Vestía elegante mente como lo hacían los hombres de familias adineradas del siglo pasado, su piel era tan blanca como la nieve y sus labios poseían un tono morado suave que los hacia resaltar. Pero ese tono solo podía significar una cosa él estaba muerto y una vez mas no había terminado de meterme en un problema para meterme en otro – soy Alberth sheppard es un placer conocer a tan bella dama- lo mire fijamente sin perder detalle de él, podría decir que es uno de los fantasmas más educados que he conocido y entonces su mirada me recorrió – discúlpeme por ser tan inoportuno, por esta razón no quería presentarme a usted todavía hasta que amaneciera- se giró, instantáneamente me observe y si estaba usando mi pijama más corta la cual consistía en un pequeña bata para dormir. Tome una manta y me cubrí con ella – lo siento mucho no pensé que recibiría visitas esta noche- abrazándome a mí misma y cubriéndome a un más pregunte -¿y por qué estás aquí?- se giró de nuevo para verme y con una mirada sincera dijo – seré lo más sincero con usted, ni yo mismo lo sé solo la vi el día de ayer justo enfrente del Big Ben y algo me motivo para seguirla es como si estuviera familiarizado con su energía lo que me motivo para seguirla y estar ahora aquí frente a usted- sus palabras parecían sinceras pero aun así había algo que me intrigaba acerca de aquel ser, tal vez sea su aspecto tan refinado pero aun así podía notar una mancha roja en unos de sus costados . Tal vez se tratara de la forma en que murió, desvié mi mirada para mantenerme observando un punto lejano atreves de mi ventana inundándome en mis pensamientos hasta llegar a una opción totalmente racionable – que aun puedes recordar tu nombre es bueno por tu aspecto podrá deducir que eres de la época victoriana tu atuendo es muy similar a los de esa época ¿recuerdas el nombre de la reina en ese tiempo o algo que nos sea útil para identificar en que año perecisteis?- me observo pensativo y simplemente dijo- afectivamente hasta ahora todo lo que has dicho es razonable, la última fecha que recuerdo es una fecha que estaba inscrita en una carta que a mi parecer yo estaba escribiendo 20 de enero de 1877, es lo último que recuerdo- sonreí mientras observaba las calles del viejo Londres- conozco un lugar para revisar los registras de esa época están en la biblioteca más vieja de todo Londres y algunos incluso están ocultos dentro del Big Ben, pero antes debo informarle mis acciones a mi psicólogo porque esto nos tomara tiempo- cerré la cortina y fui directo a mi cama en donde se encontraba mi teléfono debajo de la almohada y sin más le marque a Mike, con la esperanza de que tomara su móvil en el segundo tono y con un ligero cosquilleo dentro de mí.