Enamorada de un Monstruo

Capítulo#21 No te ves bien.

 Capítulo 21 No te ves bien.

 

Abrí los ojos y me desperecé (Extendí y estiré los miembros para librarme de la pereza y del entumecimiento), me sentía relajada y feliz. No recordaba cuando fue la última vez que desperté así, creo que nunca. Sonreí como tonta y miré a mi lado, no había nadie. Por supuesto que no esperaba que Nefilim amaneciera conmigo, para alguien como él sería imposible salir a la luz del día. Él era el amo de la oscuridad, un ser nocturno; pero así lo amaba. Me sentía en las nubes.

Era viernes, el último día de la semana, apagué la alarma. Llevaba rato sonando como loca, sin embargo por primera vez no me molestó. Me levanté tarareando e hice mi actividad matutina con alegría inusual. Al lavarme mi parte del cuerpo más íntima me ardió un poco, pero sonreí embobada, recordando todo lo que sucedió con Nefilim. Me sentí la cara arder, ¡fue mi primera experiencia sexual! De pronto me invadió una preocupación absoluta.

¡No usamos protección!

No tener experiencia no justifica ser descuidada, semejante descuido es inaceptable, amaba a Nefilim con todo mi corazón, pero no me podía permitir traer una criatura al mundo.

¡Era muy joven aún para ser madre!

En la escuela aprendemos la anatomía humana y de ella los órganos reproductivos masculinos y femeninos, es decir, sabemos lo necesario al respecto; inclusive como se hace un bebé. Si a los jóvenes nos pasa un accidente así es por despreocupados, porque estamos claros de cuáles son las consecuencias de tener coito sin protección y el embarazo es sólo una posibilidad; también están las ETS (Enfermedades de transmisión sexual), que son tan perjudiciales.

Sé que las mujeres pueden calcular el ciclo de ovulación para disminuir el riesgo de un embarazo no deseado; algunas lo hacen así cuando tienen relaciones sin protección con su pareja sentimental seria. Pero como yo nunca tuve novio no me interesó ese asunto, sin embargo era algo que tenía que aprender pronto. Pensé en las pastillas del día después..., no sabía si eso funcionaba o no (era una total ignorante de esos temas, lo admito); aunque había oído a unas chicas mencionar ese tema, podría ser una solución.

«¿Pero si estaba embarazada sería algo así como matar a un bebé?, ¡el bebé de Nefilim! ¿Qué posibilidades tenía él de tener un hijo? Era el único de su especie y estaba solo; pero si tenía un hijo, ¿sería el nieto de Lucifer?»

Un escalofrío me recorrió a todo lo largo de la columna vertebral. Mi vida estaba muy complicada. No se si era un cuento de Hadas o una película de Terror. Al final decidí que esperaría y que pasara lo que tuviera que pasar, el descuido humano de un padre no lo tiene que pagar un hijo. Si no estaba embarazada sería más cuidadosa de ahora en adelante. Apenas era una estudiante de secundaria y tenía sueños de estudiar una carrera universitaria, incluso ya tenía decidido cual sería. Era mejor dejar para más tarde los problemas que no se pueden resolver urgentes y pensar en lo que sí tenían solución inmediata. Me preparé para la escuela y salí.

Por estar abstraída pensando en lo que no debía trastabillé en las escaleras mientras bajaba, para mi horror me fui de frente y cuando estaba a punto de pegar mi cabeza en el piso algo me lo impidió.

—¡Rockera!, ¿quieres abrir tu tonta cabecita hueca?

Me incorporó jalándome por mi falda hasta quedar de pie a su lado.

—Gracias —balbucié.

—No me lo agradezcas y presta más atención, si no llego a estar aquí, ¿qué te hubiera pasado? —recriminó y me dio un suave golpe con un dedo en la cabeza.

Eso era muy cierto, pero en estos momentos lo que más me daba curiosidad era él. ¿Qué raro qué estuviera por aquí? Era la primera vez que nos encontrábamos en las escaleras y justo lo hacíamos cuando necesité de su ayuda. Le debía a Owen muchas cosas, me había cuidado estando enferma, me había protegido durante el accidente automovilístico y ahora evitó que rodara escaleras abajo. Le debía mucho y me sentía culpable, sabía que le gustaba, amarme no lo creo, pero le atraía como mujer, no podía seguir pretendiendo que era idiota, yo me había decidido por Nefilim, incluso le había entregado mi cuerpo...., tenía que ser clara con Owen y cortar toda esperanza de una buena vez; se lo debía. Me sentía la cara ardiendo, las manos temblorosas y sudadas, me moví de mi postura y lo enfrenté cara a cara a pesar de que mis piernas amenazaban con flaquear.

—Owen, eres muy bueno conmigo y te aprecio, sin embargo es cariño de familia. Te acepto como mi hermano mayor pero solo como eso, tengo novio —solté como papa caliente.

Me miró perplejo.

—Qué te pasa, rockera; ¿tienes fiebre?

—No estoy enferma, te estoy confesando que tengo novio —ratifiqué jadeante. Sentía que me faltaba el aire para respirar.

—¿De verdad?

Sus ojos tenían un brillo de diversión. No esperé que tuviera ese tipo de reacción. ¿Quizás no me creyó? Tenía que ser más firme.

Asentí.

—¿Y quién es él?, si soy tu hermano como dices tienes que presentarlo.

Presentar... ¿Como demonios le presento a Nefilim?

—Por qué te interesa, tengo novio y punto —respondí brusca.

—Entonces no soy tu hermano, no me tratas como tal —refutó.

Me quedé pensando, si no lo hago no creerá que lo aprecio sinceramente y se enojará conmigo. ¿Qué hago Layla?, piensa, piensa...

—De acuerdo, hoy en la tarde te lo voy a presentar.

Su expresión cambió de repente, de relajado y analítico con una pizca de diversión a serio y frío como un glaciar.

—Me lo vas a presentar en la tarde —repitió mis palabras con voz gélida.

Me empezaba a asustar su actitud bipolar. Sin dudas tenía un trastorno serio de personalidad.

—Me pediste que lo hiciera, pero si cambiaste de opinión pues no lo hago.

Por el nerviosismo pegué un pies en falso fuera del escalón y me fui de espaldas, abrí mucho los ojos al sentirme en el aire y moví mis brazos como si estuviera nadando pero Owen se movió rápido y me agarró por la cintura.




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