Enamorada de un zorro 2 | Saga: Kitsune

CHP 2

 

 

Lorrein

—Abuelo ¿qué te ha dicho mama sobre el tío Zayn? –Digo entrando a la sala en donde están Evan y el abuelo jugando a las damas.

—Al Parecer se fue de expedición con Christopher, ellos estarán bien así que no te preocupes –Dice restándole importancia al asunto para seguir jugando.  

Se con claridad que Christopher ya no tiene una gota de maldad en su cuerpo, a pesar de eso tengo miedo de que los puedan atacar. Aunque el abuelo tiene razón, si él está con el tío Zayn nada malo va a pasar, después de todo el tío es un Dios.

—Tranquilízate cariño –Dice Evan mientras se acerca a mí y me toma por la cintura —Zayn es poderoso, ellos estarán bien, mientras tanto tú preocúpate por Daiki, estos días anda más raro de lo usual.

—Es un niño de ocho años, rodeado de criaturas sobrenaturales, es comprensible que sea así Evan –Digo excusando el hecho de que Daiki no habla casi, que no tiene amigos y que a veces se queda mirando a la nada. –Pienso que ya es tiempo de enviarlo a la escuela, para que haga amigos y se haga sociable ¿No crees?

—Hmmm…la verdad no, es mejor que siga estudiando en casa, afuera hay muchos peligros y no podremos protegerlo en la escuela. Por lo menos hasta que aparezcan sus poderes –Me mira serio y yo asiento, le doy un beso en el cachete y me siento en el sofá.

Él tiene razón, lo mejor es esperar a que el niño muestre sus poderes, para luego mandarlo al mundo sobrenatural.

Miro a Evan, el cual está en su forma de zorro, sus orejas están paradas y revolotean ante cualquier cosa.

—Oye, ¿estás bien? –El me mira confundido.

—Sí, me encuentro bien —Afirma —¿por qué lo dices cariño?

—Últimamente andas extraño, como precavido –El me mira un poco preocupado y yo lo abrazo.

—Solo tengo un mal presentimiento, eso es todo amor.

—¡Ja! ¡Gane! ¡Toma eso zorro!–Grita el abuelo y empieza a bailar de la felicidad mientras yo me rio a carcajadas por su baile.

—¡Hey viejo!! ¡Hiciste trampa! ¡Quiero la revancha! —Grita Evan molesto. Me deja a un lado y se levanta a luchar contra el abuelo.

La familia está más que feliz, compartiendo entre todos y gozando de la paz que reina en el templo, lo que no sabíamos es que el propio mal estaba más cerca de lo que pensaban.

—Lolo… —Dice Jin al entrar al entrar al salón, lleva el semblante serio, demásiado raro él.

—¿Sucede algo? –Lo miro preocupado y el titubea un poco antes de hablar.

—Bueno…a-alguien quiere verte –En cuanto dice eso Evan frunce el ceño. Salimos todos del salón y nos dirigimos a la entrada del templo, allí esta una mujer de espaldas esperándonos, miro a Phoebe que viene y con la mirada me advierte que no me acerque mucho a ella y asiento.

Aquella mujer voltea y me doy cuenta que es Leiko, la sacerdotisa de las doce razas, viene vestida como toda una kitsune del hace milenios, se queda mirando fijamente a Evan que viene atrás mío y le da un repaso de cuerpo completo. De pronto tengo ganas de cortarle la garganta con mi espada.

—Bienvenida Leiko, ¿qué te trae por aquí en este día tan bello? –Dice Phoebe y todos nos sorprendemos por la amabilidad con la que dijo esas palabras.

—Hola Phoebe, vengo a visitar a la señora de este templo y por supuesto a ver al pequeño Daiki – ¿Qué? ¿Por qué vendría a ver a mi hijo?

—Ya dilo, ¿qué quieres? Hace ocho años que no te apareces por acá y de repente llegas y saludas como si nada ¿Qué te crees? –Dice Evan un poco irritado.

—Pero que grosero eres Evan, yo solo vine a saludar y a hacerles una invitación –Dijo y sonó tan hipócrita eso, por lo menos que aprenda a disimular.

—No iremos, ya puedes irte –Dijo seco y voltio su mirada hacia el bosque dejándola con la boca abierta.

—Evan…por lo menos déjala que diga de que es la invitación –Dice el abuelo Juanjo.

—El abuelo tiene razón Evan –Digo y Evan fulmina con la mirada al abuelo Juanjo y este le saca la lengua. Parecen niños, pensé que Jin y Evan se la pasarían peleando todos los días, pero en realidad pelea con el abuelo y todo por pendejadas.

—Bueno…me gustaría que vinieran a cenar esta noche a mi templo, lo quiero hacer como una forma de agradecimiento ya que ustedes impidieron la destrucción de ambos mundos –Dice Leiko y Evan se ríe irónicamente.

—¡Wow! ¿No crees que esa invitación tardo ocho años? –Pues él tiene razón, jamás hemos tenido relación cercana con esta bruja y no es normal lo que está haciendo.

—Lo que pasa es que tenía un poco de pena, además me pongo un poco nerviosa en frente de los hombres –Dice mientras mira a Evan y a Jin, miro a Phoebe y tiene la misma cara que yo, enojada.

Siento pena por esta mujer.

—Bien…iremos, ¿esta noche cierto? –Ella asiente y Evan me mira molesto, pero lo ignoro —Allí estaremos, ya te puedes marchar.     

—Vale, hasta esta noche –sonríe y yo trato de devolverle la sonrisa, pero termino haciendo una mueca.

Espero a que Leiko desaparezca y entro enojada al templo seguida de Evan, iba a ir a mi cuarto, pero él me agarro del brazo para detenerme.

—¿Qué crees que haces? –Le digo enojada. El alza una ceja con indignación.

—¿Qué hago yo? –Ríe —¡¿Qué haces tú?! ¿Cómo se te ocurre aceptar la invitación de esa loca? –Dice y me aprieta aún más el brazo.

—Solo estaba siendo amable Kim, estoy segura de que no nos dejara en paz si le decía que no.

—¡Venga ya! ¿Y no te importo que esa loca se estuviera comiendo con la mirada a tu esposo?

—Claro qu-... —Iba a decirle sus tres verdades, pero una voz me interrumpió.

—¿Mami? ¿Papi? ¿Por qué pelean? –Ambos nos miramos, Evan se acerca a Daiki y lo carga. Este entierra su cabecita en el cuello de su padre.

—No estamos peleando mi niño, tu mami y yo estábamos jugando –Él sonríe y abraza a Evan mientras me mira.

—Tengo ocho años, pero sé que están mintiendo –Yo me sonrojo y Evan se echa a reír a carcajadas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.