Enamorada de un zorro 2 | Saga: Kitsune

CHP 9

 

“En el curso de una ida es poco probable que nadie escape a su influencia.
Por eso nos conviene estar preparados. En cualquier instante, hoy, mañana
 o el año que viene, una mera sucesión de letras pronunciadas en el momento
oportuno transformara nuestra existencia para siempre”

—Javier Sierra

Evan

El dueño de aquella voz me resulto conocido de alguna forma, siento que la he escuchado hace tiempo en algún lugar, mi cabeza empieza a doler cuando trato de recordar, pero no lo logro. Ignore eso y me concentre en Lorrein y Devon, ambos tienen marcas extrañas en el cuerpo y sus ojos ahora brillan de un color dorado.

Los ángeles que peleaban con nosotros se detienen al ver a Lorrein y Devon en ese estado, los que están en el cielo hacen una reverencia en el aire y los que estaban en tierra se arrodillan frente a ellos. Los ojos de la estatua gigante de aquel ser empiezan a brillar y también aparecen símbolos en su piel.

La estatua se empieza a agrietar y todos nos tapamos los ojos por la luz. Al abrirlos la estatua ya no está, todo es escombros y polvo, ¿podrá ser qué?... no, imposible…

—Hijos míos…—Dice una voz, todos volteamos a ver quién es el dueño de ella y me quedo sorprendido al verlo frente a mí.

—Sans…—Es lo único que logro decir. Esta vez es diferente, en ese entonces él estaba en su forma celestial, era todo un titán, ahora parece un ángel común y corriente. Sans coloca las manos en la frente de Devon y Lorrein haciendo que vuelvan en sí, ambos se separan de golpe cayendo al suelo, Lorrein se agarra el pecho y empieza a tomar aire entrecortadamente mientras Devon esta pasmado.

—Regresaron a mí –Dice Sans mientras los mira con ¿dulzura?

—Ya…te estabas…demorando –Dice Devon mientras toma aire. Lorrein solo mira asombrada al hombre que tiene en frente, ni yo puedo creerlo lo que está pasando. Sans chasquea los dedos y de repente el espacio se distorsiona, todos nos mareamos de repente y de un segundo a otro nos transportamos a otro lugar, ahora estamos en un palacio. En frente nuestro esta un ángel con Daiki en sus brazos.

Mi hijo…

Intento acercarme, pero unos ángeles me detienen cruzando sus lanzas frente a mí, los miro impactado y a la vez enojado, estoy a punto de convertirme, pero Sans interrumpe.

—Déjenlo pasar –Dice y los ángeles se apartan, no lo pienso dos veces y me acerco a él, mi pequeño me ve y empieza a llorar.

—¡Papa! –Dice entre lágrimás, lo tomo en brazos y lo abrazo fuertemente.

—Mi niño, perdóname ¿sí? Perdóname –En algún punto de mi vida llegue a pensar que tener una familia sería una debilidad, aun pienso que lo es, pero si este niño va a ser mi perdición me alegro de que así sea. –Papa no te volverá a dejar…

 

 

Lorrein

Veo a Evan abrazar a Daiki y sonrió, pensar que Daiki iba a tener que crecer con un padre con pérdida de memoria me producía nauseas.

—¿Quién eres tú? –Digo luego de haber recuperado todo el aire, aquello me dejo débil, se sintió como si un rayo me golpeara de un momento a otro y me impidiera pensar.

—¿No sabes quién soy? –Pregunta y en su voz hay un tono de dolor. —¿Debería? — Niego con la cabeza, mientras lo miro confundida y el me mira fijamente, se siente como si estuviera viendo en lo más profundo de mi alma.

—Zylith bloqueo sus recuerdos –Dice el abuelo Juanjo acercándose a nosotros, el ángel frente a mi aprieta los labios y asiente molesto.

—Ya veo –Dice y se acerca hasta mí, toma mis mejillas e intento moverme hacia atrás pero mi cuerpo se paraliza, me asusto cuando une su frente con la mía, pero segundos después quedo en shock, imágenes de mi pasado se vuelven más claras, a este mismo ángel entregándome a Yune, yo junto a Devon aprendiendo magia.

Las lágrimás empiezan a caer por mis ojos, el separa nuestras frentes, lo miro incrédula y él me sonríe cálidamente.

—¿Papa? –Pregunto confusa y el asiente feliz, me abraza fuertemente y luego Devon se une al abrazo, mi padre hace un gesto con la mano y Evan es atraído hacia nosotros junto con Daiki y se une al abrazo.

—¡Esperen un minuto! –Grita Jin rompiendo el momento familiar. –¿Quién es ese ángel y por qué le dijiste padre? –Señala confundido.

—Él es Sans, es el ángel del tiempo y a su vez un Titán –Dice Phoebe –Es uno de los primeros titanes que ha existido. Y al parecer también es el padre de Loraine. –Alza la ceja cuestionando lo que acaba de decir.

—Phoebe, veo que no has envejecido nada –Dice Sans con Daiki en sus brazos.

—Tú tampoco has envejecido nada –Ríe.

—Okey entendí, pero si tu –señala a Sans– eres su padre… ¿entonces que pasa con Zylith y el señor Carl?

—Creo que es hora de que se diga la verdad –Dice el abuelo soltando un suspiro –Sans…es hijo mío.

—¡¿QUE?! –Decimos todos al unísono. Phoebe en su lugar se ríe como desquiciada y Sans solo voltea los ojos.

—Así como oyeron, Zylith es mi hija, hermana de Sans, por lo tanto, es tu tía Loraine

Oh mierda…

 

 

***

 

 

—¿Por qué me borraron la memoria? –Pregunto confundida.

—Lorrein en ese entonces tú eras completamente humana, a diferencia de tu hermano tu nunca manifestaste algún poder, los años iban pasando y no hubo algún cambio en ti así que para protegerte tu padre y Devon se alejaron de ti y cambiamos tus recuerdos por otros falsos, te fuiste a vivir con Zylith a otro país y nunca volvieron a saber de ellos –Dice el abuelo

—¡¿Por qué mierda me hacen esto?!—Grito frustrada, aburrida de que siempre me mientan.

—Hija fue por tu bien, yo siempre estuve pendiente de ti y de mi nieto, jamás te olvidé

–¿Entonces quién es mi madre? –pregunto ida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.