Enamorada de un zorro | Saga: Kitsune

1. El sueño

 

 

Me sentía cansada, sentía que no podía más, mi cuerpo pedía un descanso pero sabía que si me detenía aunque sea un momento él me iba a alcanzar.

Me encuentro en el bosque corriendo lo más rápido posible, en mi mente pasan una y mil maneras de como moriré. Y cuando creí que me había alejado lo suficiente como para estar a salvo, esa cosa me alcanzo.

Se lanzó encima de mí y me miro con sus ojos, uno ojos rojos que transmitían odio y sed de sangre. -Deliciosa -Me lamio la cara y me sentí tan asqueada-

Como me metí en esto. Abro la boca queriendo gritar, pero no sale nada, ni siquiera tengo la fuerza para moverme y tratar de alejarlo de mí y en menos de lo que pensé sus garras atravesaron mi piel sintiendo como me desgarraba la piel y llegaba hasta mi alma. Saco un medallón que contenía unas palabras escritas, no logre ver bien que decía solo pude percibir una única palabra que llamo mi atención. Antes de desmayarme, con mi último aliento dije:

-¿kitsune?

Abro mis ojos asustada y tomo aire con fuerza, mierda ese maldito sueño otra vez. La alarma suena sin parar, me siento tan cansada físicamente que no soy capaz ni de estirarme para apagarla.

-¡Lolo! ¡Despierta! –Me veo obligada a levantarme de la cama por los gritos de mi madre, a veces no sé si maldecir a la alarma sea justo. Que abra sido ese sueño, últimamente he tenido múltiples pesadillas y entre esas la que más se repite es la de hoy, lo peor de todo es que se siente tan real…

Me levanto con toda la pereza del mundo y trato de olvidar esa pesadilla, entro al baño y me aseo, opte por ponerme un short y una blusa de tirantes, pues estamos en verano y no me quiero asar.

Mi nombre es Loraine Romo, pero todos me dicen Lolo, soy descendiente de una familia japonesa. Así es, soy japonesa, o algo así. Mi mama de nacionalidad japonesa se casó con mi padre de nacionalidad italiana y en uno que otro Ñiqui Ñiqui ¡pum! Nací yo, este bombón con una belleza fuera de este universo.

Antes de salir de mi habitación le doy un beso a la foto de mi abuela que reposa en una de las paredes. Nana murió hace mucho tiempo, siempre fue mi mayor inspiración y ahora que no está me hace falta cada día.

Salgo y bajo las escaleras, en el camino veo a mama en la cocina preparando el desayuno y a papa en la mesa comiendo y leyendo el periódico al mismo tiempo, le doy un beso en la mejilla y me siento al lado de él.

-Hasta que al fin bajas hija –Dice mi madre entregándome un plato lleno de deliciosos panqueques.

-Venga ya, ni que haya dormido doce horas –Rio y me dispongo a saborear mis dulces panqueques.

-Lolo…anoche gritabas entre sueños, ¿estabas tendiendo una pesadilla? –Dice papa dejando el periódico a un lado. Me empieza a doler la cabeza de tan solo recordar esa pesadilla, cómo mi piel se desgarraba y esos ojos rojos. De seguro esto me atormentara durante un largo tiempo.

-No es nada mama, solo soñé que tu asquerosa cacerola me comía anoche –Dicho eso sentí el sartenazo en la cabeza.- ¡Auch!

-¡Si no querías no tenías que comértela! Niña insolente –Dice y me mira mal, venga ya mujer, te sentaste a mi lado toda la noche con la chancla en la mano y me obligaste a comerla.

-Pero que mujer tan agresiva, ¿estas segura de que no soy adoptada? –Es muy probable, cada que puede me pega, si no fuera mi mama ya la hubiera demandado por maltrato animal. Ok no xd

-Deja de ser tan quejumbrosa y aprende a comer todo lo que te pongo, en fin, Lolo tu abuelo está enfermo –Casi me caigo de la silla.

¿El enfermo? No lo creo, desde que tengo memoria nunca he visto a ese hombre tomar medicamento alguno, o tan siquiera tener un resfriado.
Aunque ahora que lo pienso bien, tanto el cómo mi madre nunca se han enfermado, ¿cuál será su secreto? Yo me enfermo todo el tiempo y de milagro me sirven los medicamentos.

-¿Lolo me estas escuchando? –Mama me sacude el hombro y salgo de mi asombro.

-Por supuesto mama, solo me sorprendió la noticia. Es raro que el abuelo se enferme –Digo preocupada.

-Tienes razón, pero no sé qué paso esta vez pero dijo que no se siente bien –Suspira – Le pedí detalles pero ese viejo es un terco, no me quiso contar nada.

-Eso quiere decir que iremos a visitar al abuelo –Genial, hace años que no voy a Japón.

-No Lolo, eso quiere decir que solo tu iras a Japón –Dijo con un tono de voz preocupado. ¿Qué está pasando?

-Espera, yo nunca he ido a Japón sola, ¿y si me pierdo? ¿Y si me venden en el mercado negro? –Ay Dios.

-Lolo no te va a pasar nada, deja de ser exagerada –Dijo y se fue dejándome con una y mil preguntas en mi cabeza.

¿Enserio quiere que vaya yo sola? Aquí está pasando algo, primero el abuelo nunca pero nunca se enferma y segundo por lo general siempre vamos mama, papa y yo.

Pero si le veo el lado positivo esto es un paso para empezar a tener mi libertad, mama siempre ha sido muy estricta con la salidas, por eso se me hizo asombroso que dijera que me va a mandar a Japón sola.

Al anochecer mis padres se fueron al cine, hoy es miércoles así que hacen descuento y según ellos tenían que aprovechar. Lo bueno de ellos es que a pesar de estar casados y ser unos adultos siguen disfrutando su amor como si fueran unos adolescentes.




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