Enamorada de un zorro | Saga: Kitsune

2. Falso - El bosque

Me levante por el insistente sonido de la alarma, los rayos del sol entraban por la ventana de mi cuarto haciéndome caer en cuenta de que ya amaneció.

Que extraño…

Si mal recuerdo luego de que la llama azul desapareciera me quede dormida en el patio. ¿Sera que lo de anoche también fue un sueño? No, de ser así hubiera despertado en el sofá, a no ser que papa me haya traído a la cama, aunque lo dudo.

Apague la alarma, me levante de la cama y salí sin siquiera lavarme la cara, baje las escaleras corriendo pero con cuidado de no caerme, no quiero morir joven. No faltaba mucho para que papa se fuera a trabajar, tenía que aprovechar por que el vuelve muy tarde y no creo poder estar todo el bendito día tranquila sin saber si fue un sueño o no.

-Papa ¿tú me llevaste a mi cuarto anoche? –Directa, así es más rápido y me dejo de carcomer la cabeza.

-Buenos días para ti también querida hija –Dice con un toque de sarcasmo con la vista fija en el periódico.

-¿Sí o no? –Volví a preguntar empezando a sentir ansiedad.

-¿Yo amanecí muy bien y tú? –Sin quitar su mirada del periódico, ignoro mi pregunta y seguía con ese maldito sarcasmo que me está colmando la paciencia.

-Lo siento –Lo abrazo y le doy un beso en la mejilla como cada mañana –Me levante del lado equivocado de la cama –Aunque debería ser del sofá pero bueno.

-Tranquila –me da un beso en la frente-. Respondiendo a tu pregunta…no, tu madre y yo supusimos que te levantaste a media noche y subiste a tu cuarto.

-Qué extraño –Susurre para mí misma-. Gracias papa, me voy a bañar para más tarde empezar a hacer las maletas.

Subí a mi habitación, me asee, me puse una camiseta blanca y una braga de short gris y unos tenis blancos. Al rato empecé a hacer las maletas ¿Debería contarle a mama acerca de la llama azul? muy seguramente me trate de loca pero no pierdo nada intentándolo. Termine de hacer la maleta, baje y la deje al lado de la escalara para hablar con mama.

-Mama… ¿podemos hablar? –Dije y me acerque a ella.

-Claro hija, ¿sucede algo? –En su tono de voz se podía percibir la preocupación.

-Está bien seré directa… luego de que me dormí en el sofá me levante a las 2 de la mañana y cuando iba a subir a mi cuarto una luz azul llamo mi atención, al principio pensé que era mi imaginación dándome una mala pasada, pero luego vi una llama azul que estaba flotando y cuando la quise tocar se desvaneció y técnicamente me desmaye – Creo que exagere eso ultimo-.

-¿Hija estas segura de que no fue un sueño? -Dijo tratando de contener la risa-. Yo te lleve a tu cuarto anoche -.

-¿Espera…fuiste tú? – ¡Que verga! \(._.)/

-Sí, siempre me levanto a media noche por un vaso de agua y te vi incomoda en ese sofá así que te cargue a duras penas y te lleve a tu habitación –Dijo levantándose del sofá y yendo a la cocina, por instinto la seguí.

-Pero la luz azul y los kitsune, ¿qué pasa con el zorro? –Mi voz se convirtió en un susurro.

-Kitsune? Amor eso es un cuento japonés creado para niños –Se ríe.

-¿Ósea que todo fue un sueño? –Se sintió tan real todo, aún recuerdo el calor que sentí cuando me acerque a la llama.

-Si cariño, pero ¡Ey! Sería un gran libro de ficción. Lo podrías llamar “La llama del zorro”-Dijo tratando de levantarme el ánimo.

-Si supongo que sería un gran título –Rio y la abrazo-. Gracias por escucharme mama.

-No hay de que hija, para la próxima trata de tomar tus pastillas –Ríe.

-¿Cuáles pastillas? –Rio-. Estas loca, pero así te amo

-Yo más cariño. –Me da un beso en la cien y se va a la mesa junto a papa.

Luego de esa conversación quede en shock, ¿ósea que todo ha sido un sueño? Estoy segura de que vi esa llama azul. A lo mejor la vi y con las mismas me fui al sofá y mi mama me llevo a mi habitación. O mi mente me está jugando una mala o mi madre me está mintiendo.

Ya en la tarde estábamos llegando al aeropuerto, papa pidió un permiso para salir antes del trabajo para poder despedirme.

-¿Ahora que lo pienso, cuanto tiempo estaré allá? –Dije arrastrando mi maleta hasta la entrada para abordar el avión.

-No lo sabemos hija, pero te estaremos esperando con muchas ansias –Dijo mi madre y la abrace seguido de mi padre.

-Los voy  a extrañar –suspire triste.

-Y nosotros a ti amor –Dijo mi padre fingiendo llorar, haciéndome reír.

Una voz indica que ya debo abordar el avión.

-Bien ya me tengo que ir, los amo –Tome la maleta y cuando estaba a punto de irme, mi madre me dijo algo que me dejo con mucha curiosidad

-Lolo…- tomo mi muñeca para detener mi paso.

-¿Si mama? –La voltee a ver y su mirada no era la que esperaba.

-No entres al bosque…

***

Llevo 10 horas  en el avión y aun no paro de pensar en lo que dijo mi madre, su expresión me dio escalofríos, jamás había visto a mi madre tan seria. ¿Que habrá en ese bosque para que ella este así?




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