6. Takemikazuchi

Luego de la batalla con el Oni me la he pasado reflexionando. Mi vida ha cambiado desde que me mudé a Japón, conocí a Evan y a Jean, volví a estar con Yune y me he vuelto más cercana al abuelo.

Me enteré que vengo de un linaje de sangre Real, ahora tengo un Dios protector que es un kitsune y mi mascota es un Bakeneko. Me atacó un demonio llamado Jandikal, un Oni y miles de espectros, fui aceptada por una espada mágica y todo por el medallón de Izanagi, aún desconozco los poderes de este medallón o porque es tan codiciado por espíritus malignos, pero hasta entonces lo mantendré a salvo.

Después de todo mamá tenía razón...si sería un gran libro.

El abuelo le pidió a Evan que con sus poderes reconstruyera el templo y eso hizo, al principio fue a rastras pero nada que un golpe no lo arregle. Demoro alrededor de media hora, cuando termino se recostó en uno de los árboles a descansar y luego de eso fuimos a visitar a Jean al bosque.

-¡Hola chicos! Un poco más y pensé que me iban a olvidar -ríe-.

-lo lamento Jean, han pasado demasiadas cosas –Suspiro cansada.

-En ese caso ponme al día –Me toma de la mano y nos alejamos de Evan.

-Gracias por dejarme solo –Dice para el mismo-. Bien creo que iré a dormir dentro de la cueva.

Jean y yo estuvimos dos horas hablando, le conté todo lo que había pasado con lujo de detalle y esta me escucho súper concentrada. No pude evitar pensar en Evan así que aproveche que Jean se fue a buscar a comida y me perdí un rato.

-¡Evan estas aquí! –Grite y mi voz se hizo eco dentro de la cueva.

La cueva estaba oscura, esta vez los cristales no estaban encendidos, pise mal y casi me caigo al lago pero unas manos me sujetaron de la cintura evitando mi caída.

-¿Estas bien? -Me ayuda a estabilizarme y en el acto me pego a su pecho y nos quedamos mirando fijamente. Nuestros rostros están demasiado cerca, su nariz roza con la mía, lo miro fijamente y me doy cuenta que el dorado en sus ojos se ve más oscuro.

-Emmm bueno creo que deberíamos empezar a entrenar –Se aleja de mi con un leve sonrojo y yo me río.

-¿De qué te quieres enana? –Se cruza de brazos enojado.

- Te ves lindo sonrojado

-Cierra la boca y vamos a entrenar –Se tapa la cara y se voltea

-Pero no tengo a Takemikazuchi

-tranquila, mientras charlabas con Jean me tomé el tiempo de ir a buscarla, no fue fácil ¿sabes? Me electrocute más de tres veces pero a la final logre traerla.

-La próxima me avisas que vamos a entrenar y te ahorrabas la electrocutada –Me mira mal y me rio.

Estuvimos lo que resta de la tarde entrenado, Evan quería que hiciera lo mismo que hice cuando estábamos peleando contra los espectros pero por más que lo intentara no lo lograba.

Blandía la espada muchas veces tratando de que los rayos salieran de ella. Por lo que estuve investigando, Takemikazuchi era el Dios del Trueno, murió en batalla pero se dice que dejo sus poderes dentro de esta espada. Según el Dios del trueno sigue vivo, su alma se volvió una con la naturaleza y ahora vive en cada trueno que resuena en el mundo cuando viene la lluvia.

Lo más impresionante es que dicen que puedes invocarlo si te paras bajo una tormenta y recitas su nombre tres veces seguidas. Sinceramente es tentador hacerlo pero no creo que Evan quiera esperar a que haya una tormenta.

-¡Evan estoy cansada, no puedo hacerlo! –No podía más, la espada me pesaba cada vez más, la solté y caí de rodillas.

-¡Claro que puedes! ¡Ahora ponte de pie e inténtalo de nuevo! -Mierda, tengo que concentrarme, ¡Yo sé que puedo!

Respire profundo y visualice a los espectros enfrente de mí, una ola de emociones me inundó y la espada comenzó a brillar y ahí estaba de nuevo esa confianza, apunte a una roca el doble de grande que Evan en modo Kyubi, suspire y ataque, la roca se cortó en dos.

Abrí los ojos sorprendida y salte de un lado a otro de la alegría.-¡Sí! ¡Eso es!

-Sabía que podías y no miento.

Evan sabía que ella podía hacerlo, confía en ella y está al tanto de sus capacidades .Ella se volverá alguien muy fuerte en el futuro, tiene todo lo necesario para ser una Diosa guerrera.

Loraine Romo cada vez me sorprendes más dijo para sus adentros, no se lo diría jamás, sabe que si lo hace jamás se la podrá quitar de encima.

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Dejo esta notita para decirles que se me borraron todas las redes sociales, voy a estar subiendo algunas cositas por ahi. 
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