Enamorada de un zorro | Saga: Kitsune

7. Yoshuro

 

 

-¿Qué tal el entrenamiento? –Dice el abuelo con Yune en sus brazos. Ya no se pelean como antes, es raro ver al abuelo siendo cariñoso con Yune pero creo que así está mejor.

-La verdad muy bien, Lorrein tiene  mucho potencial. –Dice Evan y yo inflo mi pecho orgullosa por mi formación.

-¿Enserio lo crees?  -Significa mucho para mí viendo de alguien como él.

-¡Por supuesto! No cualquiera corta una roca gigante en dos con una espada

-Gracias Evan significa mucho viniendo de ti

-No hay de que pequeña –Me guiña el ojo y me sonrojo.

Maldita sea, allá van de nuevo las tontas mariposas, últimamente ese comporta muy coqueto conmigo y mi cuerpo obviamente reacciona a el. Evan es un tipo muy guapo, tiene su carácter de mierda pero a veces es hasta gracioso.

-¡El amoooor!

-¡cierra la boca anciano! –Dijimos al unísono.

El amor no cabe entre nosotros, somos maestro y alumno, Dios protector y contratista, no me puedo tener ese tipo de sentimientos por Evan, lo mejor es seguir mi vida, porque cuando esto acabe regresare a mi vida de siempre.

-Abuelo quiero conseguir un trabajo de medio tiempo

-¿Por qué quieres trabajar? Aquí lo tienes todo –Dice con un tono un poco molesto.

-No quiero ser una carga para ti y aunque no quieras voy a trabajar –Suspiro indignada.

-Está bien Lolo, estaré bien con lo que tu decidas –Me sonríe y lo abrazo. El mejor abuelo del mundo.

-Yo iré contigo, no tengo más nada que hacer –Se acerca a mí y yo lo detengo.

-Quiero ir sola- Me mira sorprendido-. No es nada personal.

-¿Porque quieres ir sola? ¡Tengo que ir contigo para cuidarte! –Dice molesto.

-Eso no te incumbe, me iré sola y punto –El me mira mal, no le doy importancia y salgo del templo.

Me gustaría estar cerca de él, pero no quiero confundir a mi corazón y salir lastimada. Mientras más tiempo pase lejos de Evan mejor.

Llegue al centro, mientras caminaba miraba por todos lados a ver si necesitaban personal. Iba tan concentrada que choque con alguien haciendo que ambos cayéramos al suelo, abrí los ojos y vi a un chico. Me levante rápidamente y le ofrecí mi mano.

-Lo lamento no fue mi intención –Toma mi mano y me mira sorprendido.

¿Tengo algo en la cara?

-No pasa nada –Dice sin aun soltar mi mano-. ¿Me llamo Yoshuro y tú?

-Me llamo Loraine, un gusto

-Lindo nombre –Sonríe-. Estoy buscando un lugar pero estoy perdido, soy nuevo en la ciudad, ¿será que podrías ayudarme? -Dice un poco apenado.

-Claro, ¿a qué lugar vas?

-Voy al templo de Izanagi

-Qué casualidad, yo vivo allá – Sonrió alegre y este me mira sorprendido.

-¿Vives allá? –Asiento-. ¿Me podrías llevar?

-Por supuesto, andando –Bien, tendré que dejar mi búsqueda de trabajo para otro día.

Estuvimos hablando en todo el camino y nos conocimos un poco más, Yoshuro es un gran chico, me cayó bien enseguida. Cuando llegamos el abuelo  y Evan estaban jugando Damas pero en cuanto nos vieron se acercaron a nosotros.

El primero en hablar es Evan que parece estar de mal humor.

-¿Quién es este chico? –Lo señala con la cabeza y lo mira mal.

-Es un amigo, es nuevo en la ciudad -Digo sin dar tantos detalle.

-¿Aja y que hace aquí? – Dice altanero ¿Bueno y a este que le pasa?

-¿Podrías dejar de ser tan grosero? –Lo miro mal.

-¿Lorrein podemos hablar? a solas –Me toma del brazo y no me deja responder.

-Quiero que saques a ese chico del templo ya mismo– ¿Qué? Y a este que le dieron

-¿Por qué carajos debería hacerte caso?

-Él no me inspira confianza, tiene un aura extraña -Dice mirando de reojo a Yoshuro.

-Deja la idiotez, tú lo que tienes es celos -El me voltea a mirar con el ceño fruncido.


 

-Claro que no, ¡yo jamás sentiría celos por ti! ¡No me gustas, ni siquiera me pareces atractiva, yo estoy aquí solo por el maldito trato, de lo contrario seguiría en mi cueva durmiendo tranquilamente!

Eso dolió, sabía que él no quería estar aquí y que algún día me lo diría pero no creí que iba a ser de esta forma.

-Lo sacas tu o lo saco yo –Ya es suficiente. Aprieto mis puños a los costados tratando de controlar mi ira.

- Kim Evan, Te libero de ser mi Dios protector –Digo en un susurro sin ánimo de nada. De repente un hilo dorado apareció en nuestras manos, y se cortó de repente.

Se rompió el lazo…

-No hablaras enserio –Rio incrédulo.

-Vete, no quieres estar aquí tú lo dijiste…ya no hay trato, eres libre de hacer con tu vida lo que te dé la perra gana.

Evan me miro sorprendido y a la vez molesto, tomo sus cosas y se fue volando al bosque.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.