-¿Qué fue lo que pasó aquí? –Dice Jin mientras mira los escombros que quedaron de la última batalla con el Oni.
-Tuvimos una batalla con un demonio y un ejército de espectros y pues así terminó el templo. Ya es normal que se destruya con cada pelea –Digo mientras busco mi teléfono.
-¿Y salieron ilesos de esa batalla? –Me mira sorprendido.
-Solo unos pocos rasguños, nada grave –Digo sin importancia.
-¿Ustedes están muy acostumbrados a estas peleas no? -Asiento -. Ten aquí está tu teléfono -Me tiende el teléfono y lo tomo.
-thank you very soy much Jin –Le digo y este se eche a reír.
-Bien ahora busquemos a los demás para arreglar un poco el templo. Por lo general Evan es quien lo arregla pero sus heridas aún no se han sanado y es mejor prevenir que lamentar –Emprendo camino hacia la sala en donde se encuentran el abuelo y Evan.
-Gente –Todos me miran-. Vamos a arreglar el templo.
El abuelo y Evan se ponen de pie y junto con Jin nos dirigimos a la terraza del templo para empezar por ese lugar. Después de todo es el lugar que más resultó destrozado.
-Bien yo empezare con esas rocas de allá –Dice el abuelo y señala unas rocas gigantes -. Jin tu ayúdame con las rocas y Lolo tu quita algunos escombros de la entrada -Le hacemos caso y cada uno se pone a hacer su tarea.
-Oigan ¿y yo que? ¿No haré nada? -Dice Evan mientras se agacha para quitar un escombro.
-¡Oh claro que no! Tú aún no estás recuperado del todo así que ves a sentarte por allá mientras nosotros arreglamos –Me fulmina con la mirada y se va a sentar en las escaleras.
Dos horas después terminamos de arreglar el templo. Nos acercamos a donde estaba Evan el cual dormía plácidamente en las escaleras.
-¿lo llamas tu o lo hago yo? –Dice el abuelo.
-Mejor hazlo tú, no estoy de ánimos para recibir gritos –Me siento en las escaleras mientras el abuelo se acerca a Evan.
-¡Ey! Evan despierta...-sigue dormido-. ¡Lorrein está en peligro! ¡¡Evan despierta!! -Efectivo, se levantó asustado.
-¿Qué? ¿Quién? ¡¿Lorrein!? –saca sus garras y mira a todos lados, cuando nota que estoy atrás de él se relaja y se deja caer en un escalón de las escaleras.- Viejo loco me asustaste.
-Perdón pero no te querías despertar –Dice y se carcajea.
-¿Ya terminaron de arreglar el templo? –Dice Evan.
-Sep, está como nuevo, no quedo deslumbrante así como cuando tú lo arreglas pero algo es algo - Y es así, el resultado fue mejor de lo esperado.
-¿Dónde está el Mono? -Dice Evan con cara de confusión.
-¡Aquí estoy! –Dice Jin, está montado en uno de los árboles del templo -¿Creíste que me había ido? -Ríe-. No te deshagas tan fácil de mi zorrito.
-¿Te gustaría morir rostizado o cosido? –Dice y una bola de fuego sale de su mano.
-Creo que preferiría vivir un tiempo más –Dice y se esconde atrás de mí.
-Eso pensé –Dice y lo fulmina con la mirada.
-¿Hm que día es hoy? -Dice el abuelo.
-Hoy es siete de abril –Le digo.- ¿por qué?
-Evan existe la posibilidad de que se adelante tu celo, ¿estás listo?
-si viejo ya tengo todo listo, estaba pensando en quedarme en la cueva por ese tiempo.-Dice con un semblante serio.
-¿Celo? ¿No sé supone que el celo de los zorros solo se da en las hembras? -Evan y el abuelo voltean a mirarme curiosos.- ¿Qué? Me gusta investigar.
-Pues yo soy una especie de kitsune diferente al resto, hay cosas que puedo hacer que otros kitsune no entre esas esta experimentar el celo –Con que eso es...
-¿No has pensando en buscar una compañera para el celo? –Dice el abuelo y Evan lo mira sorprendido.
-¿Estás loco viejo? Es toda una semana de celo, no cualquiera aguanta una semana de sexo puro. Además no me interesa buscar pareja para el celo...
-Entiendo...en ese caso yo te encadenare antes de que comience tu celo –Dice el abuelo y Evan le sonríe.
Charlamos un rato más, el sol se está poniendo así que entramos al templo, no las pasamos jugando damas y ajedrez. Al rato una llamada entrante interrumpió nuestro juego. El abuelo contestó enseguida y se fue de la sala para hablar mejor y cuando volvió su cara denotaba preocupación.
-¿Pasa algo abuelo? –Le digo y este me mira preocupado.
-Loraine me tengo que ir -Dice y corta la llamada.
-¿Qué? ¿A dónde? -Mis nervios empiezan aparecer, la última vez que paso algo así fue cuando la abuela murió. No me quería quedar sola...no lo soportaría
-Tranquila ¿sí? Tengo que poner en orden unos negocios que involucran el templo. –se acerca a mí y me abraza tratando de calmarme.
-¿Cuánto tiempo estarás allá? -Digo y las lágrimas no tardan en aparecer.
-No lo sé pequeña pero no te preocupes no estarás sola ¿okey?
-Abuelo lo que me preocupa es que te pase algo a ti, ya perdí a Nana...no quiero perderte a ti también –Lloro aún más y me desplomó en sus brazos.