Enamorada de un zorro | Saga: Kitsune

26. En medio de la guerra

 

Si la felicidad tuviera forma, ¿Cuál sería? Es verdad. Suzaku dijo aquella vez. Tendría forma de cristal. Porque, aunque no puedas verlo... sin duda está ahí. Y lo sabes porque si lo miras de diferentes ángulos, el cristal puede reflejar la luz. Y puede ser usado como prueba de su gran existencia, más que cualquier otra cosa"

LELOUCH VI BRITANNIA

                                                                                    

-Lo lamento Evan.

-No

-¿No qué?

-No lo lamentes es mejor así. Puede que sea una maldición pero me hizo abrir los ojos y eso es lo que importa. Todo este tiempo pensé que destruía todo a mí alrededor solo por sentir algo por ellos. Pensé que mis sentimientos se interponían entre la vida y yo de los demás, por eso era frio con todo el mundo, pero ya veo que no lo hacía para mal.

Por eso no aceptaba mis sentimientos por Lorrein…

-Me alegra que lo entiendas Evan –Dice y me sonríe.

-Gracias –le devuelvo la sonrisa y hace desaparecer el campo de energía que nos protegía de los demonios. Estos enseguida notaron que desapareció el campo de energía y se lanzaron  hacia nosotros.

-¡Bien vengan todos! ¡Los destrozare uno por uno!

                                                                                                                                                                                                                                                            

Loraine

Me fui abriendo paso entre los demonios con ayuda de las chicas.  A lo lejos podía percibir a Evan como agonizaba en el dolor pero no podía acercarme los demonios no me lo permitían. Me duele verlo a si y por más que trato de ir a por él, los demonios se ríen en mi cara y me detienen y solo escucho los gritos de Evan. Esto es demasiado…

-¡Phoebe! –Grito desesperada.

-¿Que sucede? -Me grita mientras destroza a un demonio.

-¡Cuida a Evan por mí por favor!

-¿De qué hablas? ¡Él se puede cuidar solo! -Dice Laurie.

-¡Está mal! ¡No sé qué le pasa y no logro acercarme a él!

-¡Debe ser la sangre de ángel y de demonio! –Dice Laurie mientras lucha con un espectro. Puede ser una bruja de rango B pero es fuerte y se sabe defender muy bien.

-¡Phoebe ves rápido!

-A sus órdenes mi señora. -Y con esas palabras da un giro y se desvanece en una nube de humo negra. Enseguida la veo al lado de Evan y con una barrera espiritual, eso me calma y hace que continúe la batalla.

-vengan pues…veamos quien se ríe ahora.

Confío en ella y sabe lo que hace. Cuando he acabado con los demonios que no me dejaban alcanzar ni a ver al rey demonio. Me acerco a él cautelosamente y lo fulminó con la mirada.

-Vaya no has tardado nada pequeña -ríe. -Sinceramente al ver tu pequeño cuerpo pensé que primero llegaría tu mascota pero ya veo que no es así.

-¡Él no es mi mascota! Es mi novio y mi Dios protector.

-Sí, el zorro ese. -Dice indiferente.

-Su nombre es Evan –Aprieto los puños con fuerza.

-Como sea...ahora estas aquí y espero que dispuesta a entregar el medallon y la lanza. Sabes que no puedes contra mí.

-Deja de hablar tanta paja y terminemos con esto de una maldita vez -Me mira serio-. ¿O qué? ¿El pequeño demonio me tiene miedo? -.Abre sus ojos sorprendido por mis palabras.

-¡Pero que insolente eres! -en su mirada se puede notar el enojo que le causaron mis palabras. Y claro me burle de él en su cara, en mi defensa lo hice solo para que dejara de hablar tanto y terminar con esto de una buena vez. Tengo un sentimiento extraño en mi pecho desde que vi en ese estado a Evan.

Me lanzo sobre él. Empezamos a forcejear y por más que trataba de hacerle daño con mi espada él es más rápido y termina evadiendo cada uno de mis ataques.

Segundos después no solo empieza a esquivar mis ataques sino que también detiene los ataques de Evan quien se ha abierto paso entre los demonios para llegar aquí.

Desafortunadamente el rey demonio es más rápido, toma el rostro de Evan y lo golpea contra el suelo haciendo que en este se haga una grieta en el suelo.

Se acerca a mí con una sonrisa malévola en su rostro, es muy parecida a la sonrisa de Jandikal.

Mierda...Jandikal ¿Dónde carajos estas?

En mi descuido agarra mi pelo y me alza haciendo que quede colgando y sufriendo del dolor que produce su jalón.

-¿debería arrancarte la piel de la cara o hacerte agujeros en la piel hasta que agonices y mueras? ¿O debería darle de comer a mis demonios con tus entrañas?

-Desgraciado...-Fue lo único que pude articular debido al dolor.

De repente el rey demonio cambia su rostro de uno divertido a uno totalmente asombrado y a la vez serio. Algo o más bien alguien le ha cortado los cuernos haciendo que él me suelte y caiga al suelo adolorida.




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