Enamorada Del Diablo

2.DOS


 

Estaba revisando unos casos en los que quería participar empresariales antes del almuerzo y me di cuenta que en el sofá de mi oficina había alguien mirándome.

—Son todos fraudes, yo ayude —dijo Demi orgullosa.

— ¿Qué haces aquí? —dije levantándome de mi asiento y dirigiéndome a ella enojada.

—No hago nada ¿Te apetece una cena conmigo? —dijo sonriendo seductoramente.

—No sé cómo entraste pero quiero que salgas de aquí ¡Inmediatamente! —dije señalando hacia la puerta.

— ¿Eso quieres? no me voy sin un si de tus hermosos labios nena.

Empecé a sentirme la cara arder y sonrojarse ¿Una cena? no será para tanto ¿Verdad? no, mejor no y le digo que se vaya.

— ¡Vete te digo! —dije furiosa mientras la señorita Bigger entraba por la puerta asustada.

— ¿Qué ocurre? —dijo la señorita Bigger.

— ¿Que hace esa chica aquí? —dije señalando a un sofá vacío.

—No hay nadie señorita marcé.

No puedo creerlo, no está seguro son cosas mías y nunca estuvo ¿estaré enferma? quizás sea realmente el diablo o algo así pero no es posible ya empiezo a creer tonterías.

—Lo siento señorita, son tonterías puede volver a sus labores  —dije volviendo a mi asiento.

—De acuerdo señorita marcé.

La chica se marchó moviendo sus caderas sensualmente, me parecía atractiva y muy sexy pero no era mi tipo. Tocaron mi puerta y le indique a pasar, entró un chico de piel morena con ojos verdes y cabello rizado es muy guapo.

— ¿Hola? ¿Eres la señorita marcé?

—Si soy yo y ¿tu?

—Soy Harry smit vicepresidente —dijo estirando su mano para que yo la sujetara y la moviera de arriba a abajo en forma de saludo.

—Es un placer, por favor tome asiento.

—Muchas gracias, no había tenido la oportunidad de conocerla —dijo sonriendo.

—Ni yo a usted, está es la empresa que desde niña quise entrar —dije devolviéndole la sonrisa.

—Me alegra saber eso de usted ¿Le apetecería cenar este viernes conmigo? para conocernos un poco.

¿Quiere ligar conmigo? no puedo permitirle eso, debo demostrar ser una profesional no una putilla de pueblo pero es sólo una cena no pasaría nada ¿verdad?

—Claro... Estaría bien —dije dudando subí un poco la mirada pasando sobre su hombro y junto a la puerta vi a Demi muy enojada.

—Bien, este viernes a las ocho me pasó por tu casa.

—No sabes donde vivo —dije aun mirando a Demi que cada vez se veía más furiosa y sus ojos se tornaban color negro.

—Sí, lo sé te enviamos los correos importantes allí ¿Recuerdas? —dijo mientras nos levantábamos.

—Si cierto, se me olvida siempre —dije mientras caminaba para acompañarlo a la puerta donde Demi había vuelto a desaparecer.

—Hablamos luego —dijo saliendo por la puerta.

Respire hondo y me gire sobre mis talones y mire como Demi estaba sentada sobre mi escritorio hojeando unos documentos sin importancia.

—Vas a cenar con él y no conmigo —dijo mostrando enfado y con eso haciendo que los documentos se encendieran en llamas.

— ¿Qué haces? no quiero nada contigo —dije enojada, aún que me gustaría conocerla y no se tocar sus mejillas y... ¿Qué estoy pensando? debo estar mal de la cabeza.

— ¿Porque él y no yo? —dijo arrojando los documentos que apoco se vuelven cenizas.

—Por qué no me importas nada.

Se acercó a mi sonriendo esta vez lleva un vestido negro escotado que dejaba ver un poco de unos pechos muy apetecibles a la vista de cualquiera y unos tacones de aguja color negro. Miraba su pecho mientras caminaba hacia a mi hasta que se dio cuenta y por primera vez sentí ese ardor que siente las personas al sonrojarse.

— ¿Te gusta lo que ves? —dijo seductoramente.

—Am... Nada... No veo nada —dije tartamudeando, que tonta parezco hablando de esta forma.

—Sal conmigo, no pierdes nada.

Es verdad, le di una oportunidad a Harry tal vez con ella me divierta más ¿no?

—Está bien, pero sólo esta noche.

—Si te la pasa bien lo repetimos ¿de acuerdo? —dijo estirando la mano para que la tomará y cerrará esto como una promesa.

—De acuerdo  —dije y se la tome.

No estaría mal una noche, tal vez podría descubrir quién es realmente si es el diablo o no.

—De acuerdo.

Estaba revisando unos casos en los que quería participar empresariales antes del almuerzo y me di cuenta que en el sofá de mi oficina había alguien mirándome.

-Son todos fraudes, yo ayude -dijo Demi orgullosa.

- ¿Qué haces aquí? -dije levantándome de mi asiento y dirigiéndome a ella enojada.

-No hago nada ¿Te apetece una cena conmigo? -dijo sonriendo seductoramente.

-No sé cómo entraste pero quiero que salgas de aquí ¡Inmediatamente! -dije señalando hacia la puerta.

- ¿Eso quieres? no me voy sin un si de tus hermosos labios nena.

Empecé a sentirme la cara arder y sonrojarse ¿Una cena? no será para tanto ¿Verdad? no, mejor no y le digo que se vaya.

- ¡Vete te digo! -dije furiosa mientras la señorita Bigger entraba por la puerta asustada.

- ¿Qué ocurre? -dijo la señorita Bigger.

- ¿Que hace esa chica aquí? -dije señalando a un sofá vacío.

-No hay nadie señorita Marcé.

No puedo creerlo, no está seguro son cosas mías y nunca estuvo ¿estaré enferma? quizás sea realmente el diablo o algo así pero no es posible ya empiezo a creer tonterías.

-Lo siento señorita, son tonterías puede volver a sus labores  -dije volviendo a mi asiento.

-De acuerdo señorita Marcé.

La chica se marchó moviendo sus caderas sensualmente, me parecía atractiva y muy sexy pero no era mi tipo. Tocaron mi puerta y le indique a pasar, entró un chico de piel morena con ojos verdes y cabello rizado es muy guapo.

- ¿Hola? ¿Eres Marcé?

-Si soy yo y ¿tu?

-Soy Harry Smut vicepresidente -dijo estirando su mano para que yo la sujetara y la moviera de arriba a abajo en forma de saludo.

-Es un placer, por favor tome asiento.

-Muchas gracias, no había tenido la oportunidad de conocerla -dijo sonriendo.



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En el texto hay: amor, amor lgbt, lesbianas demonios

Editado: 03.07.2020

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