Lejos de los problemas

-No, fue completamente lo contrario- dijo mi madre dejando su plato en el lavavajillas- El murió porque yo logré descubrir lo que era esa cosa.

-Eso significa que si lo sé, moriré- dije completamente desconcertada.

-Tecnicamente- me mira -Judy, necesito que me prometas algo- se me acerca de nuevo y yo la miro a los ojos igual que ella a mi- No te quedes cerca de alguien que tenga ese recipiente sobre el podio, sea en la escuela o en cualquier lugar, solo sal de ahí- me agarra por los brazos- Ellos son peligrosos cuando no hay nadie cerca y por más que quieras, no te enamores de uno... No porque es peligroso para ti, más bien no quiero que pases por lo mismo que yo- se agacha de nuevo mirándome- Si te enteras de lo que es eso, tanto tú como ese joven van a sufrir un infierno, no encuentro otra manera de llamarlo. Una vez que lo sepas, ellos no los dejaran tranquilos, uno o otro tendrá que morir... Ese es el destino para nosotros, los humanos, sufrimos al enamorarnos de ellos.

-No te preocupes mamá, me mantendré lejos de ellos y no me enamorare de ellos, pero....- me quedo en silencio mirando ahora hacia el suelo.

Se endereza y me observa seriamente- ¿Pero, que?- dijo cruzándose de brazos.

-Creo que tendríamos que cambiar de quiosco- me mira con los ojos abiertos- Ellos tenían ese recipiente y lo estaban tomando frente a mí, un chico también lo pidió... Lo tienen en un lugar apartado, es como una bodega, no sé exactamente, pero tenía un olor repugnante- me levanto de mi asiento con el plato en la mano y lo pongo en el lavavajillas.

-Apartir de hoy yo haré las compras cada vez que necesitemos utilizar ese quiosco para las compras- dijo sería- Mantente alejada de ese lugar, lo más que puedas.

-Mamá, ese chico- me mira rápidamente- Cuando me quedé sola en el local espero a que saliera de ahí para seguir su camino- la miró sería- ¿Significa que él es como papá? ¿No es peligroso?- le pregunté.

-Eso depende de su crianza- me sonrió- Pero, recuerdo que tu padre hizo exactamente lo mismo por mí cuando me quedé sola en una estación de tren... Se habían quedado dos tipos y él, cuando se me acercaron él se pudo frente a mí y me protegió incluso sin conocerme- sus ojos brillaban al recordar el pasado haciendo que sonriera.

-Mamá, solo una pregunta, ¿Si?- le dije y ella asintió mientras se sentaba en mi silla- ¿Por qué la relación entre ellos y nosotros no es bien vista? Tipo, ¿Por qué es prohibida?

-Porque es peligroso- me mira desde su lugar- Los híbridos suelen tener muchos problemas para controlar su sed a esa cosa- yo al instante le hago un seña con la mano haciendo que estaba sosteniendo una botella y ella asiente- Y ni hablar de los peligros que corren ellos, los de la raza de tu padre y los híbridos no pueden convivir en paz... Los híbridos suelen llamar mucho la atención por su belleza tanto que se vuelven muy arrogantes, y ni hablar del carácter fuerte que tienen, ellos suelen estar en constante discordia. Eso ocasiono muchas perdidas en la raza de tu padre ya que los híbridos suelen ser mucho más precavidos, inteligentes y astutos.

-Entiendo, gracias por contestar mis preguntas- le sonreí.

-De nada, hija- se levanta con una sonrisa- ¿Por qué no sales un poco? Solo para despejar la mente de todo esto... Creo que te haría bien tomar un poco de aire.

-Ire al parque de aquí, el que está a diez cuadras. Si necesitas algo puedes mandarme un mensaje, ¿Si?- le dije sonriente dirigiendome hacia la puerta principal.

-¡Ten cuidado! ¡Ellos suelen descontrolarse más fácilmente en verano!- gritó desde la cocina.

"¿Más? ¿Que significa eso? ¿Acaso no voy a poder ni siquiera salir a la calle?" Pensé mientras salía a las calurosas calles de la cuidad, mientras comenzando a sentir la falta de aire.

Comienzo a caminar lentamente hasta la plaza mientras le mando un mensaje a Emma sobre encontrarnos en el parque.

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Cuando llego me siento debajo de un árbol sobre una manta, a la espera de que Emma llegará.

Pocos minutos después de estar sentado veo como figura de mi amiga se acerca lentamente a mí con el brazo extendido sacudiendolo de izquierda a derecha en modo de saludo.

Me levanto del suelo y hago su mismo gesto con una enorme sonrisa en el rostro.

-Cuando tiempo sin verte, Judy- dijo Emma abrazándome con fuerza provocando una risa en mí.

-Eso es porque tu comenzaste la universidad antes que yo- me separó de ella con una sonrisa- ¿Quien lo diría? Emma Wilmore, la extranjera que dijo que todo para ella era imposible ahora está en la universidad y siendo mayor que yo por 4 años- le dije burlona.

-Primero, eso era cuando tenía 15 años y no sabía el idioma provocando que se me complicaran los estudios y segundo, soy mayor así que respetame- me da un pequeño golpe en la cabeza.

-Respetame. Si, si, te respeto- me burle provocando que está me diera una manotazo en el brazo- A mí manera, pero lo hago.

Emma me agarra del brazo con una sonrisa- Vamos a dar una vuelta por las tiendas que se alzaron hoy, hay muchas cosas, tal vez te guste algo y porque no, tal vez consigas el número de alguien- me da pequeños codazos.

-Ay no, no empecemos con ese asunto, Emma- dije al instante mirandola- Te pones igual que mí abuela, ¡No quiero novio! ¡Estoy bien sola!- alce un poco la voz provocando la risa de esta- ¿Entiendes?- esta vez susurré.

-Entiendo.

Y fue ahí cuando nuestra caminata por las tiendas comenzo.

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-Perdi la nocion del tiempo, tengo que irme o mi madre me matara- dijo Emma rápidamente mirando la hora en su móvil.

-Nunca pensé estar dando vueltas por un parque hasta las 9 de la noche- la agarró del hombro- Yo también tengo que irme, ya no debería estar aquí... Nos veremos otro día.

-¡Lo mismo digo!- gritó y veo como su figura desaparece.

Me doy la vuelta para comenzar mi camino a casa cuando veo que una figura está caminando por el parque aun.