Enamorada Del Guru

ENCONTRANDOLO SIN BUSCARLO

Pase muchos días buscándolo, pero por ningún lado lo encontré, fui si éxito al metro al igual que otros de sus estudiantes, a veces hablábamos, sin embargo, ninguno lo había visto, me la pasaba repasando sin cesar sus enseñanzas, dándome cuenta de que mi vida mejoraba. Me sentía mejor, seguí viviendo la vida, pero con más sabiduría. Un día lo vi en el lugar que menos esperaba, lo vi saliendo de una discoteca con unos amigos felices celebrando algo, Corrí llamándolo, aunque se me partió un tacón, ellos se fueron sin escucharme, se subieron en un taxi aunque se le cayó este un libro lo recogí y lo empecé a leer; es este:

 

         EL ZIPA GORGONA

 

En un pueblo donde es hoy Boyacá había un cacique del cual se decía que el que lo mirará a los ojos se transformaría en piedra, entonces cuando el ejército español venció a los ejércitos chibchas y a los temibles parches, pues él se convirtió en la salvación de su pueblo. Él era el as bajo la manga para acabar con esos bárbaros, con los demonios pálidos de pelo en el rostro, que andan sobre poderosas bestias y con lanzas que escupen truenos.

Entonces la más poderosa estrategia fue que él solo cuál valiente los esperara en un claro, para evitar sospechas y disparos, El mismo ideó este plan, además de no arriesgar a sus súbditos, pues si veían bastantes, pues los alertarían a escupir sus truenos.

Llegó al encuentro, se quitó el velo de su rostro para disparar su mortal mirada y además llevaba la sagrada espada de fuego.

Atónito no veía por qué no ocurría nada. Ellos lo veían, él los veía, pero seguían caminando sin darle importancia. Desesperado, también confundido, desenfundó la sagrada arma que acabaría a todo ese ejército con un blandir, pero nada, solo un barbudo hombre se le fue encima, enterrándole la fría espada para después robarle su sagrada arma regalada por los dioses además de sus joyas ceremoniales, para luego reír a carcajadas marchando feliz diciendo: —jajajá mire lo que le quité a ese muchacho visco.

Así es, él tenía un problema en la vista. Su padre, el cacique cuando él nació, se inventó ese cuento para que nadie se burlará de su hijo y la sagrada espada no era más que un garrote de oro con esmeraldas, tallada con dibujos de llamas, que también el padre se la dio con misticismo. Aquel Zipa yació en ese camino Igual que las esperanzas de ese pueblo, quienes dejaron todas sus esperanzas a sus dogmas en lugar de haber construido una estrategia guerrera contra esos monstruos cegados por la religión, pero aún más por la codicia inmensurable y curtidos de crueles guerras sin honor.

              

 

 

Pasaron unas semanas o quizás solo unos días, me la pasaba practicando sus enseñanzas, ya estaba más feliz y tranquila. No sufría de ataques de ansiedad, era feliz, hasta que de pronto pasé por un parque, lo vi, estaba bien arreglado, parecía un sol cuando amanece. Mi corazón saltó de alegría, corrí para saludarlo, casi le besó la boca, pero estaba él dando este bello sermón:

 

                                   EL CAMINO A CASA

 

El camino de la iluminación es un camino individual, por lo tanto, no te puedes hacerte cargo del karma ajeno a menos que esté ligado al tuyo como el de un hijo y en ese caso el karma es disuelto bajo la ley del amor, porque el karma no puede ser eludido solo pagado.

Siempre mantén las cosas lo más simple posible. Se dice que la ley de Dios cabe en una “tabla de esmeralda” pero no faltaron los aprovechados que comenzaron a agregarle y modificarle cosas para beneficio personal. Por lo menos nadie sabe a ciencia cierta que hay después de la muerte. Excepto de pronto algunas personas que hemos estado en experiencias cercanas al borde del otro mundo, he leído la de otros y son más o menos parecidas, Aquí va la mía.  

Era 25 de diciembre, a la madrugada veníamos ebrios con mis hermanos, entonces había un problema de unos tipos con cuchillos y machetes en lugar de rodearlo, lo atravesamos un malo de esos, se abalanzó hacia mis hermanos, yo me atravesé y él me apuñaló en el cuello. Entonces salimos de ahí corriendo la sangre, se me salía en grandes cantidades rumbo al hospital, ningún taxi nos recogía así que nos tocó ir a pie, un vecino soldado me llevo haciendo torniquete en la herida. Entre a urgencias y me hicieron sentar en una silla durante 15 minutos hasta que sentí sueño desmayándome, no sé si caí al piso, sentí que muchos doctores me agarraron, luego me aplicaron una inyección. En ese momento mi realidad se partió en muchos pedazos, pude ver mi funeral, pero vi muchas personas que he conocido en estos años y otras que no. Estuve en un parque con un puente de madera que conducía a una isla con una niebla blanca, al pasar el puente cuando Iba por la mitad el puente desapareció, sin embargo, yo simplemente volé por encima. Llegué a un lugar con una atmósfera pesada como cuando va a llover durísimo, un remolino de luz devoraba a las almas, muchas lo veían sonriendo, otras corrían desesperadas y cada una lo llamaban diferente. Leí que un doctor describe algo parecido, pero con un carro de basuras conducido por Cristo, entonces como él creía mucho en Jesucristo, le entregó su alma como prueba de fe. Por eso yo sentía ganas de ir a la luz, ya cuando me disponía a ir un cura viejo me frenaba diciéndome, ¡estábamos equivocados! Me logré zafar para internarme en el remolino de luz que me disolvió por completo para luego aparecer en un sitio resplandeciente. Pude ver cómo varias filas de almas se lanzaban a una piscina remolino que eso simbolizaba la ida a la vida y luego salían al rato habiendo pasado unos segundos aquí, pero logrando una larga vida en algún mundo. Los ángeles llegaron a ayudarme, eran muy felices, uno de ellos me preguntó ¿que yo por qué habría muerto? Se me ocurrió decirle trágicamente que por el amor, todos se rieron, típico de los de la Urantia, les gusta el drama. Otro dijo, parece que aún no nos recuerda, el mayor le contesto, es que aún no es el momento, debe de volver allá. En ese momento la inyección de adrenalina de los paramédicos me trajo de vuelta a esta realidad, fue como si hubiera sido como 9 realidades y de pronto fui compactado en solo una.




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