Capitulo 5

Entro a mi recamara y sierro la puerta dando un portazo:

Por dios mi padre se volvió loco si piensa que me voy a casar, solo tengo 18 años ni siquiera me graduó aún yo tengo planes y no los voy a romper por culpa de mi padre y su amigo.

-Ni tan malo, el muchacho no está nada mal –Dice una voz y no me lo puedo creer yo me estoy volviendo loca –No te estas volviendo loca soy tu conciencia tu fiel concejera –Si claro y vallas concejos que me das no me voy a casar –Deberías puedes sacar provecho, porque de verdad que te vas a volver virgen de nuevo querida –Está fuera de discusión no me voy a casar y punto, mejor voy a llamar a Sami porque creo que ya me chiflé.

Cojo el móvil y marco el número de Sami, a los dos tonos responde:

-Hola Ly –habla mi amiga.
-Sami tengo un gran problema –empiezo diciendo –Mis padres se volvieron locos.
-No fueras tu si no te metieras en problemas, que paso esta vez nena –me continúa hablando mi amiga.
-El cuento es largo –me pongo a contarle todo y pasan 20 minutos cuando termino –Literalmente estoy comprometida con un total desconocido.
-Vale este si en un lio bien grande –me dice mi amiga –Pero tu prometido no está nada malo, lo vi hoy y está muy bueno déjame decirte.
-Sami!! Por dios tú también con eso –le digo y me doy cuenta que no le puedo contar lo de mi supuesta conciencia porque va a penar que estoy media loca.
-Lydia Palacios a quien más le has contado esto antes que a mí –me dice y sé que estoy en problemas porque dijo mi nombre completo –Me siento traicionada por mi mejor amiga, me puedes decir quien es mi remplazo –sigue diciendo con voz como si estuviera llorando, y si mi amiga esta media loca.
-Sami no hay ningún remplazo, fue mi madre quien me lo dijo –miento, pero por lo menos se que se va a calmar.
-Más te vale porque te juro que te mato y sabes que si soy capaz –perfecto hoy tiene su parte bipolar activado –Y mañana tu papacito te va a llevar al instituto?
-Obvio que no, además él tampoco está de acuerdo con esto –le digo a mi amiga –Y no pienso casarme eso está claro.
-Si tú lo dices –me dice y ya puedo ver su cara riéndose –Nos vemos mañana en el instituto, adiós.
-Vale, adiós –digo y cuelgo mañana lidiare con este problema ahora voy a descansar.

El despertador suena y me levanto, hago mi rutina diaria y bajo a desayunar rezando porque mis padres no estén aquí y doy gracias a que ya se fueron, desayuno casi corriendo y salgo, no veo a Max por aquí así que lo llamo a los cinco tonos me contesta:

-Dígame señorita –me dice el al responder la llamada.
-Max porque no ésta aun aquí se me va a hacer tarde para ir a la escuela –le digo.
-Señorita su padre me dijo que el joven que visito la casa anoche la iba a llevar hoy al instituto –me responde, no puedo creer lo que estoy oyendo juro que voy a matar a mi padre.
-Está bien, gracias –le digo y cuelgo para llamar a mi padre cuando me pongo el teléfono al oído oigo una voz que me dice:
-Yo que tú no lo llamaba –cuando me giro veo que es nada más y nada menos que Dylan.
-Qué haces aquí, no pienso irme contigo –le digo a lo que él se ríe –De que te ríes para yo reírme también.
-Crees que yo estoy porque quiero –me dice –Yo vine porque mi padre me iba a quitar mi querido carro si no lo hacía, así que tú vas a meter tu lindo culito en el carro y nos vamos a ir, venga rápido que llegamos tarde.
-Mi lindo culito, te has estado fijando en mi cuerpo eres un pervertido –le digo.
-A caso tu nunca te has fijado en mi cuerpo perfecto –me dice y me doy cuenta que tiene la autoestima por los cielos, aunque no es mentira, pero tampoco lo voy a admitir.
-Pues fíjate que no -miento

–Que mentirosa que eres, tu y yo sabemos que no es así –me dice mi conciencia –Tu cállate que nadie te ha llamado a esta conversación.

-Si tú lo dices –me dice –Nos podemos ir no quiero llegar tarde al instituto en mi segundo día de clases.
-Vale está bien –le respondo y me monto en el carro que por cierto es una belleza es un Chevrolet Camaro negro que creo que me he enamorado de este carro, cuando me doy cuenta ya estamos delante del instituto y para mi mala suerte está casi toda la escuela afuera