— !¿todo bien?¡— me preguntó Aidan. Gritando desde la planta de abajo.
— !si¡—
Pero que rayos es esto ¿era un juguete?, y no hablamos el juguete de bebes, mamá porque tiene esto, cuanta veces lo abra usado y lo tiró pero le cae a Cameron, porque justo en ese comentó entra.
— Si querías un buen orgasmo, me lo hubieras dicho a mi y créeme que te daré un buen orgasmo— se burló mientras miraba esa cosa en forma de pene.
—Cállate— le lanzó lo que había ahí adentro.
Oh no, mamá porque tienes esto aquí, juro que nunca más entró a éste cuarto.
Era una tanga roja. Le cae en la cara a Cameron.
— Esto te quedaría muy bonito— dijo mientras miraba la tanga.
Abrí la bolsa y había el restó del conjunto de la tanga.
Hay Diosito, tendré que ir a la Iglesia más seguido.
Cameron me mira con una sonrisa, se que se aguanta las ganas de reírse.
— Apurate puedes burlarte— dije rodando los ojos, comenzó a reírse como una foca retrasada. En éso entra sarah.
Y ve la tanga— TANGA— gritó, por deos ¿aquí nadie puede ser normal?aquí.
Le quita la tanga de las manos de Cameron y se lo pone en la cabeza, en eso entra Emily y sebas, sebas se pone el sostén del conjunto.
Y Emily bueno se puso esa telita transparente, como una bata, pero para esa ocasión. Porque no puedo tener amigos normales. Y Cameron besa esa cosa, nisiquiera puedo decirlo porque me da vergüenza.
Cuantas veces lo habrá usado mamá y el ya lo esta besando.
Sarah sale corriendo diciendo — !TANGA¡— y detrás de ella va Emily con sebas.
Cameron también sale, buscó lo que me pueda servir, y veo algo lejos ¿era una cajita?, ojalá no sea otros de su juguetes sexuales de mi mamá.
Lo abrí hay fotos, de... ¿Aarón?, éramos chiquitos y el me daba un beso en la mejilla mientras yo me ponía roja, hay otra donde el me carga, otra donde me da un pico, pero eso ahí tendría¿ 9?.
Guardo las cosas y salgo, ya que no podré encontrar nada ahí.
Salgo y veo a todos corretear.
¿Pero que rayos?
— ¿que buscan?— Dije a punto de reirme porque sebas y Emily se ven chistosos.
— la tanga— grito sebas.
— LA TANGA ESTA PÉRDIDA— grito Sarah.
Voy a mi cuarto y veo a Aarón amarrado y con una cinta en la boca.
Comienza hacer ruido.
— ¿que quieres?— le arranco la cinta de la boca fuerte.
— !Au¡— dijo chillando— ¿me puedes desatar?
— No. te ves mejor así— dije y le volví a poner la cinta en la boca.
Salí del cuarto y se encontraban mis dos enemigos.
Mis hermanos, se miraron cómplice, a no esto no va a terminar bien.
Corro como si mi vida dependiera de éso. Bueno en estos momentos si es para sobrevivir, porque con esos dos, se espera de lo peor.
Correteo todo el lugar hasta que alguien grito, oh... no
La señora Raquel. Oh no. Estamos en problemas.
Y se preguntarán quién es Raquel, bueno. Es la señora de la casa, no, no es mi mamá, pero cuando no está es la que pone el orden y sólo viene una vez a la semana, que siempre viene los lunes, pero se adelantó, vino dos veces a la semana.
— rayos te dije que no teníamos que hacer esto— dijo Iván.
— Bueno como sabrán mis muchachos lindos, soy la ama de llaves y la que cuidó cuando sus padres no estaban, a éstos nenes del demonio—
— me ofendes, mama— si así le digo, mama.
— Ni que nada vili— si vili por Virginia, ella lo sabe todo, no se le puede esconder nada, como también sabé mi identidad igual la de Joshua e Iván.
Resoplo por lo bajó.
— Bueno a ordenar, a ordenar mientras más rápido lo hagan podrán tener cinco minutos de diversión con juegos de mesa.
— ¿enserio?, mama por favor, aunque sea déjanos hacer juegos divertidos—dijo joshua.
— No y punto, NADIE me va hacer cambiar de opinión.
— gracias eh, gracias por sacarme— dijo Aarón mientras bajaba las escaleras, todos miramos a su dirección.
Ups me olvidé de ti.., bueno mejor hay que ordenar.
***
Ya habíamos terminado de ordenar y de comer, de verdad que estoy llena y no me entra ni el aire, hace media de cinco minutos la mama se fue, ya que tenía algo urgente que hacer.
— y si hacemos ¿una fiesta?— propuso Iván.
— Si, yo quiero— dijo Sarah, y todos le siguieron y votaron por sí, entonces que más da va a ver fiesta, a hora son las 3 de la tarde, todavía falta mucho ya que se hace como a las nueve u ocho de la noche, así que decidí pararme del suelo eh ir a donde está la piscina me pongo los pies en el agua.
— ¿y todo bien?— me preguntó Aarón.
Lo miro y le sonrió — Si estoy bien, gracias, y lo siento por dejarte ahí—
— No te preocupes— dijo
— ¿y como lograstes escapar?— le pregunté.
— un mago nunca revela sus secreto— me guiño un ojo, sacó mi mirada de él y me fijó en la piscina mientras con mis pies jugaba con el agua de la piscina.
— y como vas con eso del periodismo con tus padres, ¿ya lo hablaste?—
— Si —agachó la cabeza y luego me miro— le dije a mi papá, y se resignó a ayudarme, pero mi mamá me dijo que si era lo que quería podía contar con ella, mi mamá no está aquí, pero me mandará el dinero suficiente como para intercambiar mi profesión, y ahora no se en donde voy a vivir, porque lo que estoy seguro es que no voy a vivir en el mismo techo con el hombre que me dio la espalda— dijo
— quédate aquí, hay muchas habitaciones, así que puedes estar a gustó— dije mirándolo
— ojala no entres a la habitación e intendentes violarme— río por un rato y me uní a su risa, nuestras caras se iban poco a poco juntando, pero la voz de Dylan nos interrumpió.
— baby, mi muñeca hermosa y Hola morsa— se refirió a Aarón y sólo le sacó el dedo del corazón con mucho cariño— bueno venía a decirles que Jane, tu y yo — nos señaló a los dos— nos vamos de shopping— dijo, amo este lado de él...