Enamorada del mal

Capítulo 9

Me asusta  todo lo que he descubierto de Kalet no es el hombre que pensaba y menos es digno de confianza. Tengo que actuar con urgencia con lo de mi hermano,  no puedo darle ventaja a él de que pueda amenazarme con hacerle algo si decido delatarlo con todo lo que he descubierto sobre él y sus fechorías fueras de la agencia.

Hablé con mi hermano que hiciera una carta donde diga que se escapa con una chica por amor que siente mucho hacerlo, pero que lo hacía por amor. Le he pedido que actué con cautela.  Mi amigo ya sabía qué hacer y dónde llevarlo.

Todo debe hacerlo a media noche cuando todos duerman para no levantar sospechas de su huida. Le he explicado que yo me comunicare con él, le he dicho que no me puede llamar para que no descubran su ubicación explicándole que estará en un lugar seguro, que le enviaría dinero para sus gastos y lo que necesite.

Lo he enviado a Alemania a un lugar seguro que Argent me recomendó. Es un apartamento de él. Ya ha hablado con unos amigos de él para la colegiatura de mi hermano para que no pierda el año. Ahí vivirá hasta que logre mi objetivo y pueda regresar por mi hermano. Solo tres personas sabemos de su paradero.

Argent me  ha pedido mucha prudencia con eso y que no me confié en nadie asegurando que Smith es de suma confianza, pero que no confiara del todo que sea reservada en mis cosas y asuntos.

Ha pasado una semana de la supuesta huida de mi hermano de casa de la hermana de Kalet, ellos ya sabían, pero al no encontrarlo Kalet quiso enfrentarme sobre su paradero creyendo que yo tengo algún conocimiento sobre eso.

Es hora de actuar de nuevo.

— Andrea, necesito hablar contigo urgentemente. Pasa a mi oficina, por favor — Expone con un cara de enojo — Sígueme.

— Si padrino, dime. ¿Pasa algo malo?  No me digas que el idiota de Smith te ha puesto quejas. He hecho las cosas bien — Digo adentrándome en la oficina.

— No es eso, Andrea. Es sobre tu hermano Liam… ¿Sabías que tenía novia? — Pregunta mirándome fijo buscando algo con mi mirada. — Dime, Andrea.

— ¿Qué paso con mi hermano? Padrino ¿Cómo que tiene novia? — Expongo asombrada —  él no me ha dicho nada. Tengo dos semanas que no hablo con él.

Pongo cara de preocupación asumiendo mi actuación ante la falsedad que es mi padrino.

— Andrea… tu hermano hace una semana se marchó de casa de Charlotte. Al parecer con una chica, dejando una carta donde deja en  claro eso. ¿Segura que no lo sabias?

— ¿Que me estás diciendo? — Digo alarmada poniéndome de pie caminando por la oficina tocando mi pelo — ¿Que mi hermano escapó hace una semana y hasta hora me entero? ¿Cuándo pensaban decirme las cosas? Es tan solo un niño. Jamás Liam haría algo así, eso Chica lo debía embaucar. Debo regresar a Australia. Debo buscar a mi hermano, es lo único que tengo. — Arguyo con mi ojos aguados para que crea mi teatro — Mi pequeño, Liam.

— ¡Cálmate! Andrea. Lo encontraremos. — Dice tratando de calmarme —  Le he pedido a un amigo mío de Australia que lo busque, que rastre su celular para dar con su paradero. — Expone  mientras me daba un abrazo — Yo pensé que tú sabías mi niña.

— No. No, tío. Tengo dos semanas que no me hablo con él, lo he notado raro. ¿Cómo me puede hacer esto? ¡Dios mío! Me voy a volver loca si le pasa algo. — Suelto mientras camino  de un lado a otro mostrándome angustiada por mí hermano — Liam.

Le expongo que no me siento bien y que quiero tomar  un poco de aire para pensar las cosas y ver en qué lugar se ha metido ese niño. Todo me ha salido a la perfección. Mi hermano ha dejado el chip del teléfono en un pueblito cerca de Australia por si lo rastreaban al igual que el celular.

— Hola, Liam, cariño. ¿Cómo estás? ¿Qué tal la estadía en Alemania? ¿Cómo te han tratado? —  Pregunto cuando lo llamo verificando que nadie me siga o me logren escuchar.

Al enterarse de que conozco la ubicación de mi hermano pondría en desconfianza a Kalet de nuevo.

— Hola, hermanita. — Contesta un poco calmado — Bien. Las personas son muy amables aquí. Tú me haces mucha falta, vivo solo aquí, me aburro mucho — Esboza con una voz triste.

— Lo sé, cariño. Yo también te extraño mucho, pero no nos podemos ver durante algunos meses, hermanito. — Contesto aguantando el llanto — Tú te sientes seguro en ese lugar o prefieras que te llevo a otro lado.

— Llévame a otro lado, hermanita. — Dice un poco temeroso — Tu profesor me da mucho miedo. No confío mucho en él. — Espeta — Llévame a otro país.

— Este bien, Liam. Escúchame bien. — Expongo — Te llevaré a España, de acuerdo. Te comprare un apartamento en ese lugar y buscaré una escuela para ti, una nueva. — Explico. — Debes cambiar tu aspecto, Liam. Corta tu pelo, pinta tu cabello, utiliza lentes de contacto. Has lo necesario para que no te reconozcan, hermano. Prometo visitarte pronto, te amo hermanito. Oye ¿En ningún motivo tomaron tu celular durante el camino?

— España… me gusta hermanita. Haré lo que me pides. — Me dice con una voz más emocionada — No. No, mi celular intentaron tomarlo, pero no lo permití por ningún momento. — Responde.

— Bueno, Liam. Pronto te llevaré a España. Actúa normal, mi niño. Has tus cambios en España, y no confíes en nadie, sal poco de casa, utiliza los documentos que te deje en Australia ¿Recuerdas? de una identidad nueva con otro nombre y apellidos. Pronto te enviaré unos documentos para tu escuela. Cuídate, te amo, Liam. Llama por cualquier cosa al número que tienes. Te amo, Liam, nunca lo olvides — Digo colgando mi teléfono.




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