Terminamos de comer siendo mis pensamientos interrumpidos por Ian que quería saber ¿Que estaba pensando? ¿Por qué estaba tan ida? Parezco que estoy en otro planeta.
— Espero que esos pensamientos sean todos míos por qué si no me pongo celoso — Pregunta haciendo cara de serio — Dime, cariño.
— Claro, amor. Mis pensamientos son todos tuyos. Me veo en un futuro a tu lado teniendo bebés, pero más adelante por ahí en unos cuantos años — Digo mirándolo como se atraganta con la comida.
— ¡En serio! Amor ¿Te visualizas así conmigo? ¿Que hice para merecer eso de tu parte? eres una gran mujer por eso te amo. — Responde acercándose a mí. — Eres mi vida.
— Amor, que te parece si vamos un rato a la playa y pasamos el día juntos aprovechando que es sábado y tenemos el día libre los dos.
— Que buen plan, cariño, pero no traje mi ropa de playa. Muero por verte en bikini, aunque… más chicos te verán y eso no me gustará —Dice haciendo un puchero todo tierno. — Lina.
— Eso no importa. Cerca ahí un centro comercial puedes comprar una ropa playera y listo. ¿Qué te parece?
— Está bien, amor. Tú piensas en todo. — Exclama — Nuestros hijos serán muy inteligentes y guapos como la mamá.
Escuchar esas palabras me ha encantado está compaginado conmigo de tener una familia en un futuro ¿Pero me perdonaría cuando sepa que le estado mintiendo con mi identidad? Siempre le he pedido confianza a él, pero yo no le he contado todo, aunque… lo hago por su bien. Espero que lo pueda entender cuando se lo confirme. Nuestro amor superará todas las barreras.
Paso a mi habitación cambiándome de ropa poniéndome un bikini color verde agua, saque una camiseta, un short blanco y me lo puse, también busque unas sandalias playeras junto con un bolso para echar bloqueador para los dos saliendo rumbo a la playa a pasar un día maravilloso juntos.
Inventé que mi carro está dañado así que pedimos un taxi para salir. Quería comprobar si aún Kalet me está mandando a seguir y vigilándome con Ramón, también debo tomar mis precauciones con Marcos que no confía en mí.
No me he equivocado en nada, al salir de la casa en el taxi con Ian note que Ramón está cerca del edificio vigilando si yo salgo o no del edificio por mandato de Kalet. He burlado esa seguridad pasando por su lado hasta baje el vidrio para mirarlo y no me reconoció en lo absoluto no aguantando la risa por los tontos que son. Ian se queda mirándome algo extrañado, pero no me ha pregunto nada.
Estoy feliz por burlarme de Kalet y sus secuaces saliendo con el hombre que amo a pasar un día hermoso sin que nos estén siguiendo o presionada por algo.
Llegamos al centro comercial andando cada una de las tiendas del lugar. No sé quién de los dos mira más las tiendas él o yo. Parecemos dos niños en una juguetería cuando le van a comprar su primer juguete.
Andamos los tres pisos del centro comercial siendo peor que yo nada le gusta, eso me ha causado mucha risa. Miraba una y otra cosa nada agradándole, al fin se ha decidido por una bermuda playera de rayas azul marino, muy linda. Estoy un poco agotada. Me hizo entrar a las tiendas que ya hemos pasado con anterioridad una y otra vez.
Salimos del centro comercial tomando un taxi en el parqueadero directo a la playa. Ian no ha perdió el tiempo ya va listo con su ropa nueva, se ha cambiado en la tienda. Hemos pensado en montar en las motos acuáticas y hacer carreras, según él no tiene competencia alguna.
Luego de un corto recorrido llegamos a la playa. El sol esta algo incandescente siento que mi piel arde. Estamos como a unos 45 grados. Me quito la ropa quedando solo en bikini al igual que Ian llevando nuestras pertenencias a un locker que ahí en la playa pagando para que nos vigilen nuestras cosas.
Nos echamos bloqueador en el cuerpo para no quedar como unos camarones listos para cocinar.
No soporto el sol está muy caliente pero eso no nos impedirá disfrutar nuestro día. Esta algo llena la playa. Algunos chicos me dicen algunos piropos notando la cara de Ian que se ha tornó algo roja del enojo, pero para que no sintiera celos lo tome de la mano dándole un beso para hacerle ver a esos chicos que tengo pareja.
Vimos las motos acuáticas brincando como unos niños preparándonos para la competencia. Estamos listos para la competencia.
— Querido… esta vez te ganaré y perderás tu título de ser el supuesto campeón de las motos acuáticas.
— Ya lo veremos, amor. Soy el mejor en esta competencia, ya verás, cariño. — Responde con una gran sonrisa. — Lista.
— Eso fue hace tiempo, presumido, verás que seré la campeona hoy y me llevaras a comer lo que yo quiera, pagarás la cuenta si gano ¿Aceptas? Amor — Le digo mientras me lleva en su espalda. — Ian…
— Está, bien. Si yo ganó pagas tú la cena y todo lo que yo pida. — Argumenta — Lina.
— Acepto el reto. — Respondo con emoción.
Nos dirigimos donde el señor que alquila las motos escogiendo para mí la de color rojo me adelante a Ian que también la quería. Él tomo una negra. Visualizamos unas banderolas a unos 400 metros de profundidad del mar. Debemos rodear las banderas haciendo una vuelta y regresar a la orilla el primero que lo logre gana la competencia.