Al llegar a la habitación observe una cama matrimonial con sabanas muy blancas, por lo que me quite los zapatos y me recosté de inmediato en la cama
─Adara tendré que dormir contigo ─informó David y levante la cabeza negando
─está el piso, o el sillón ─señale y él me miro incrédulo
─ ¿Enserio Adara quieres que duerma en esos lugares incómodos, que amanezca con dolor de espalda y cuello? ─se hizo el "sufrido" y yo asentí─. Vamos Adara, como te dije no pasará nada que tú no quieras. Aparte sólo vamos a dormir ni que te fuera a hacer otra cosa o bueno en este caso ni que fuéramos a hacer lo que ya sabes ─me quedo mirando y entrecerré los ojos─, a lo que se le denomina el sin respeto o el delicioso.
Sentí mis mejillas acaloradas por lo que me reí y lo quedé mirando por unos segundos
─está bien creo que la cama es demasiado grande y si cabemos los dos ─accedí a que duerma conmigo, me acomode en el lado izquierdo de la cama, mientras él en el lado derecho
─Adara mírame ─tocó mi brazo ya que me encontraba dándole la espalda y me arrope más para ignorarlo, pero no servía de nada porque hasta compartimos la misma cobija
─ ¿qué pasó? ─pregunté luego de que el siga insistiendo y me di la vuelta quedando frente a él
Nos quedamos mirando por un buen rato, a pesar de que estábamos a oscuras podía ver que él también me estaba observando ya que la luz de la luna ingresaba por un ventanal, por primera vez lo tenía más cerca de lo normal y pude ver sus algunos de sus lunares, sus ojos y sus labios los cuales en cuestión de segundos formaron una hermosa sonrisa, y sus hoyuelos no se quedaban atrás, cuando se dio cuenta que me había quedado atentamente mirándolo me guiño un ojo y sonreí apenada.
─dame tu mano ─ordeno y se la di ─. Eres mi súper amiga nunca lo olvides si, para mí nunca serás esa amiga sino mi gran amiga, es otro rango de amistad
Vuelvo e insisto eso cambiara, porque ya me estaba cansando el super amiga
─y tú eres mi súper amigo ─respondí mientras solté una pequeña risa y cuando me di cuenta teníamos entrelazadas nuestras manos
─ Hasta más luego Adara, descansa si ─ se despidió y antes de darse la vuelta dejo un beso en mi sien y por lo que cuando se separó le dedique una sonrisa
─Descansa también ─murmure y pensé que me soltaría la mano pero no fue asi, luego de unos minutos él se había quedado dormido sin soltarme la mano
5:55 de la mañana
─Adara ─ escuche que me dijeron mientras yo dormía plácidamente
─mmm ─me queje somnolienta aún con los ojos cerrados
─ya es tarde y en el trato está que se acaba tu encantamiento a las 7 de la mañana ─dijo David muy cerca de mí
─ ¿qué hora es? ─pregunté extendiendo mi mano para buscar mi teléfono
─ son las 6:20 ─dijo él y me desperté
─ vamos ─me levante de un sólo haciendo asustar a David
─tranquila Adara son las 6:00 y estamos a unos 20 minutos para llegar a tu casa ─dijo él tomando mi cintura y jalándome de nuevo para que me acueste, mi piel se erizo con su toque encima de mi ropa y me puse nerviosa
Con mi mano acaricie su cara y se sentía tan bien estar así los dos
─ ¿sabes que me estas incomodando? ─ pronuncie al sentir que metió su mano debajo de mi camisa y empezó a acariciarme suavemente el abdomen no tan plano que tengo, aunque no quería separarlo era necesario
─disculpa ─se disculpó sacando su mano rápidamente
─yo... yo... creo que hay que levantarnos ya ─murmure levantándome ya que el ambiente se había tornado incómodo
─ es cierto ─me dio la razón y también se fue levantando.
Cada quién se puso sus zapatos y fui al baño a lavarme la cara.
─Ada vamos rápido ─me apuró David y me apresure a salir
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─ te veo luego Adara, tu madre ha invitado a mi familia a un almuerzo y tengo que venir ─murmuró para luego darme un beso en la mejilla y asentí
─bueno, entonces te veo luego ─fue lo único que contesté y tomó mi mano
─nos vemos súper amiga ─susurro y soltó mi mano.
─ adiós súper amigo ─sonreí haciendo un ademan con mi mano y camine a paso lento.
Mi escusa era algo tonta ya que ¿Quién sale a correr con una ropa semi deportiva y lo peor con una chaqueta de cuero?
Cuando llegué a casa abrí la puerta de la calle con delicadeza y cuando estaba por introducir la llave en la siguiente puerta esta se abrió de inmediato
─Adara ─dijo mi madre sorprendida
─ ma.… mami ─sonreí tratando de sonar segura y vi que ella sí andaba con ropa deportiva ahora yo tenía que preguntar─. Se puede saber ¿a dónde vas?
─ voy a salir a trotar, te estuve llamando, pero veo que me ganaste a salir ─dijo ella mientras cerraba la puerta de nuevo y nos dirigíamos a la cocina y luego se quedó mirando mi chaqueta─. ¿Sales a correr con chaqueta?