Semanas después
Las chicas se encontraban en mi casa desde que regresamos de ultimar detalles para esta noche, en la tarde habíamos ido a arreglarnos las uñas, al llegar a casa ya se encontraban las estilitas y se encargarían de dejarnos listas.
Hoy era el evento de beneficencia que había preparado la empresa del papá de Julieta en colaboración con un grupo de 7 empresas más que se unían a la causa, dicho evento estuvo organizado por Julieta, Roberta y yo junto a varios asesores de eventos. Este evento beneficiaba a todas las casas hogares que apadrinaban las diferentes empresas, por lo que al estar ocupada con la organización era la principal razón por la que con David apenas habíamos hablado y desde aquella salida con Alan, David prácticamente se alejó de mí y en tres ocasiones sólo me escribió para pedir uno que otro favores.
─chicas esta noche será nuestra, nos darán todos los créditos ─exclamó Julieta emocionada mientras se veía en el espejo
─vas a ir con Alan, cierto ─Roberta me miro y asentí
─no le has preguntado a David con quién ira ─dijo Julieta y se puso a nuestro lado mientras negué
─ ¿Qué tienes? ─cuestionaron las dos y negué
─ Chicas que hermosas están ─exclamo mi mamá entrando a mi habitación
─usted no se queda atrás señora Margaret, le luce súper bien ese vestido y más con su linda barriguita ─Julieta se acercó a mi mamá para acariciar su abultada barriga y ella le devolvió una sonrisa maternal
─He venido a informarles que ya llegaron sus galanes ─murmuro mi mamá y me miro─. También llego Alan, cariño
─ Ya bajamos ─informé mientras mi mamá de nuevo se dirigía a salir de mi habitación, me acerqué al espejo y sonreí
─ ¿segura te encuentras bien? ─pregunto Roberta acercándose a mí y posando sus manos en mi hombro
─estoy bien, vamos ─ordene y juntas nos encaminamos a las gradas.
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Cuando llegamos con Alan al lugar en donde se llevaba a cabo el evento, este tomo mi mano y no la soltaba por mi parte a mí me incomodaba debido a que no me gustaba que me tomen la mano o bueno me incomodaba que sea él el que me tome la mano
─Adara ─llamo una voz detrás de mí por lo que antes de voltear a verlo, di un pequeño suspiro y luego le sonreí
─David buenas noches ─saludé y de pronto vi a quién tenía a su lado, por lo que sólo la miré
─Adara te presento a mi amiga Paulina ─presento y ella extendió su mano
─ Un gusto conocerte Adara, David me ha dicho que son buenos amigos ─saludo con sonrisa que claramente se le notaba que estaba incómoda
─ El gusto es mío Paulina ─ devolví el saludo con una sonrisa como lo diría Roberta, una sonrisa hipócrita
─ Yo soy Alan ─se presentó mi acompañante saludando a David con una estrechada de manos y de la misma manera lo hizo con Paulina
─ Nos vemos luego, disfruten la velada ─murmure mientras dentro de mí estaba una revolución decepcionada, tenía la ligera esperanza de que no llegara con ella y de que llegara con otra.
Fuimos a las mesas destinadas y todo iba de maravilla entre tanto también habíamos saludado a varias personas del medio empresarial y conocidos y luego de una hora se dieron palabras de bienvenida y se empezó con la recaudación haciendo una subasta
─ Ya regreso ─le susurré a Alan mientras me levantaba
─te acompaño ─sugirió y negué inmediatamente
─No es necesario, solo voy al tocador nomas ─pronuncie para tranquilizarlo y asintió.
Cuando llegue al tocador estaba Paulina mirándose en el espejo, por lo que tome aire y saque un brillo labial para arreglar mi maquillaje
─ ¿Adara no? ─ pregunto y asentí─, no te ilusiones con David ─soltó ella interrumpiendo mi momento de arreglar mi maquillaje por lo que me reí secamente
─ Tranquila no me he ilusionado, entiendo que él es el mejor amigo de mi hermano ─respondí y se rio
─Él está enamorado de mí ¿Acaso te lo tengo que recordar? ─murmuro ella y negué sonriendo
─Él me ha dicho querida Paulina no te preocupes, no necesitas recordármelo, créeme que lo tengo bien claro; yo no peleo hombres ─dije mientras tomaba una capsula del frasco de pastillas estaba por terminar un tratamiento y era la última pastilla
─es mío ─siguió y solté una risita burlona
─bien esta, o sea hello, es mi amigo o es que acaso ¿No te crees tan suficiente y piensas que puedo quitártelo? Se supone que debes confiar en tus instintos ─le guiñe un ojo el cual claramente lo vio porque me estaba mirando a través del espejo y su cara cambio
─ ¿Sabes cuántas veces lo he rechazado? ─soltó ella y negué riendo, definitivamente tenía otro concepto de ella, pero ese buen concepto había quedado ahí, ahora mostraba como en realidad era
─No me interesa saber ─respondí restando importancia y me tomo del brazo bruscamente