Nos quedamos mirando por unos segundos sin saber que decir
─Eh… yo…
─Tranquila no ha pasado nada ─respondió serio
─ Ok entonces nos vemos ─susurre nerviosamente y camine de nuevo al evento no sin antes ponerme de nuevo los tacones.
Cuando regrese al lugar del evento, Alan estaba caminando por todos lados con su teléfono en la mano, al verme suspiro aliviado y prácticamente corrió hacia mí
─ ¿Dónde has estado? ¿Te paso algo? ─ preguntó preocupado
─ Está todo bien, tranquilo solo salí un rato a caminar y como me encanta la playa y más en la noche me quedé allí un rato sentada pensando ─traté de relajarlo un poco
─ Lo entiendo, pero tus padres te han estado buscando y estaban preocupados ─murmuro Alan y de pronto miró a la entrada y vio a David
─ Ya hablare con ellos ─respondí
─ ¿Estabas con él? ─preguntó señalando a David y negué
─ Estaba sola, quería estar sola ─le dedique una sonrisa,
Alan me tomo la mano y fuimos a donde estaban mis padres junto a los de Julieta y Roberta
─ ¿Por qué tienes el maquillaje corrido? ─pregunto preocupada Julieta
─ No me digas que es por el idiota de David y Paulina ─dijo enojada Roberta
─No es por eso, tranquilícense solo fui a la playa y del sueño pues el maquillaje se me está regando ─le sonreí y ellas asintieron no muy convencidas
─ Tu hermano andaba buscando a David junto con Paulina y a él tampoco lo encontraban ─comunico Julieta y me miraron fijamente
─ Si se están imaginando que estuve con David, lamento informarles que yo estaba solita ─me defendí al verlas que tenían sus ojos clavados en mi
─ Haré como que te creo ─susurro Roberta y la mire de mala gana rodando los ojos
─ Lo digo enserio ─murmure tratando de sonar molesta
Después de la subasta y recaudación de dinero, habíamos traído a un amigo dj de Julieta, el cual se encargó de ponerle ambiente y la gente había quedado fascinada ya que si comparamos a los años anteriores, este año estaba mejor.
Con las chicas bailamos, nos habíamos divertido tanto preparando y organizando el evento, con ellas teníamos algo en común y era ayudar a las personas que están dentro de las fundaciones y de orfanatos, dos veces al año íbamos a regalar sándwiches en el parque central o dejar donativos de ropas en las fundaciones.
─Adara ─David ofreció una copa con champagne y negué
─no gracias ─dije y él asintió
Hoy después de dos años, volví a estar en una fiesta sin probar una mínima gota de alcohol, disfrutando al natural y me gustaba.
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Al siguiente día fui con las chicas al lugar donde había sido el evento ya que estaban recogiendo las cosas de mantelería, sonido, luces y por último la limpieza del lugar, las horas pasaban volando ya que a cada rato que veía la hora se acercaba como quien dice la hora de la verdad ya que tenía que ir por mis exámenes, y la cita con la doctora
─Chicas bellas me tengo que ir, lamento dejarles asi ─pronuncie mientras me acerque a ellas
─ ¿Cómo así ya te vas Adara? ─ pregunto Roberta y me miro enojada
─porque tengo un compromiso chicas ─dije despidiéndome de cada una─. Las amo
David: te estoy esperando en un restaurante que esta frente a la playa, el local se llama "El rincón del mar"
Salí corriendo para allá y después de unos minutos efectivamente él estaba ahí
─hola ─le tape los ojos ya que él estaba sentado de espaldas hacia la entrada del restaurante
─ Hola Ada, ¿ya desayunaste? ─preguntó y asentí
─vamos porque de aquí al hospital son dos horas y media ─dije y este asintió levantándose a pagar la cuenta porque se había tomado una cerveza personal
─ sube a mi moto ─ordeno y negué
─vamos a ir como gente normal en el bus ya que no tengo carro y tampoco sé manejar ─ sonreí y el negó
─vamos en la moto y punto, no me hagas rogarte Adara ─pronunció David algo autoritario entregándome el casco
Luego de dos horas nos encontrábamos con el frio de la ciudad en donde vivíamos y entrando al edificio Metromed
─buenas tardes tengo cita con la Doctora Adriana Díaz ─salude a la recepcionista dándole mi cédula y ella tecleo
─piso 6, consultorio 12 ─dijo entregándome mí documento y una hoja ─. Antes por favor pasa a preparación
─me puedes esperar aquí en la planta baja, no me he de demorar mucho ─susurre nerviosa y David negó
─ No, yo estaré contigo ─dijo él y sin querer discutir asentí, luego fuimos al ascensor
David presiono el botón 6 y mientras la pantallita marcaba el número de piso en el que nos encontrábamos, mis nervios aumentaron, un nudo en la boca de mi estómago se instaló poco a poco, David se dio cuenta por lo que me dio su mano