Tres semanas después
Las semanas habían pasado volando, en donde David no dejara de dejarme papelitos en mi asiento en clases (Aun no descifraba como lo hacía) o dejar chocolates en mi habitación cuando iba a mi casa y por obvias razones yo no estaba, por supuesto que yo no me quedaba atrás, hacia lo mismo con la única excepción de que yo no iba a su casa y trataba de dejarle en la mochila que cargaba cada vez que nos encontrábamos a escondidas.
Hoy al llegar a la universidad me habían encontrado con un desayuno en donde habitualmente me sentaba, cosa que me hizo reír.
Sé que no desayunaste porque prácticamente ayer no dormiste y por ahí me entere que te quedaste dormida, también que saliste sin comer espero que te guste mucho ─David
Me dio risa porque sinceramente era cierto, salí de la casa volando porque pensé que tenía clases a la primera hora es decir las 7:00 y en realidad tenía desde las 8:40, efectivamente me había quedado hasta las tres de la mañana realizando un informe y eso fue lo que hizo que mis ojos jugaran tan feo con las horas.
Saque mi teléfono para agradecerle el esfuerzo que hizo de venirme a dejar el desayuno
Yo: que lindo, enserio gracias por el desayuno, pero ¿cómo te enteraste de que salí de casa sin desayunar?
David: buenos días para ti también, pues... yo tengo mis métodos de enterarme de tus pasos
Yo: para mí que eres brujo
David: nada de eso, un pajarito me conto y como por ahí dicen un mago nunca revela sus secretos
Yo: bien, si tú lo dices
David: Adara te tengo una sorpresa será que el viernes por la noche te escapas de tu casa
Yo: estás loco
Yo: pero viniendo de ti nada me sorprende, deja ver que hago para escaparme
David: está bien, te dejo tengo clases
Guarde el teléfono y deguste de la comida, últimamente mi hermano había evitado que David vaya a la casa cuando yo estoy en ella y por eso ha tomado la iniciativa de llevarlo cuando estoy en casa de mis amigas o en casa de mis tíos.
Volví a tomar el papel y al reverso de la hoja tenía otra nota
Me levante a preparar mi desayuno y de paso para ti, lindo día que te vaya súper bien. Llegue antes que ti, te quiero Adara
Enserio que estaba jodida, David va a ser mi perdición.
Hoy solo tenía clases hasta la 1 de la tarde, por lo que según tengo entendido los horarios de David son casi idénticos bueno no idénticos pero hoy salía una hora más tarde que yo, por lo que me tocaba sorprenderlo
─ ¿y esa sonrisita? ─molesto Leonela llegando a mi lado
─Es lógico, es por David ─murmure y ella se rió
─ enserio que los dos están locos ─murmuro Leonela mientras leía el papel y me reí
─tú no te quedas atrás, eres miel con Alan ─me defendí y ella se sonrojo─. Aparte yo desde la última vez que vi a David no lo he besado
─mejor termina de comer ─ordeno sonrojada Leonela y asentí
─llegas tarde ─informe a Sabrina que llegaba a donde nosotras estábamos
─estaba ocupada porque ya se acercan las fiestas de la universidad y como soy la presidenta me toca estar al tanto de todo ─asentimos─. Pero no se me ocurre una temática para este año y nos han pedido que demos ideas, ya que este año quieren que sea diferente pues son 104 años de fundación
─piensa, piensa ─ murmure y se rio
─Leonela dame una idea ─le rogo a la pelirroja
─los años 80, yo qué sé la verdad es que a mi me interesa divertirme y beber ─ respondió Leonela dándole asi una buena idea en mi opinión
─Oye, es una buena idea ─murmuro mientras anotaba en su libreta de eventos y entro la licenciada de geometría, por lo que cada una se fue a sus asientos
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Horas más tardes
Faltaba una hora para terminar todas las clases del día de hoy y ya se me había ocurrido que le iba a dar a David
─Sabrina ─llame la atención de ella
─ ¿Qué pasó? ─preguntó dándose la vuelta
─ Me puedes llevar a la matriz, por favor ─suplique y asintió
─yo también voy, me llevas Sabrina, es que tengo que ir al club de pintura ─se unió Leonela y asentimos─. Pero ¿qué vas a hacer allá?
─ Hasta la pregunta es tonta, es obvio que va a ver al idiota de David ─dijo Sabrina y me reí ─, Pero claro que las llevo chicas, yo tengo una reunión allá en una hora.
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Al llegar a la matriz vi que estaba aún el auto de David, me despedí de las chicas dándole las gracias y saqué una cartulina roja para empezar mi nota
¿Te digo un secreto? has sido un amor imposible desde la primera vez que te vi, eres ese amor imposible al que no pude, ni puedo superarlo, y ahora dime ¿sigues siendo imposible?