Enamorada del Villano

Capítulo 15

Videollamada entrante de Gretisima.

Estiro la mano para atender.

—¿Hola?—mi voz sale ronca.

—¿Liz, estás bien?—aún somnolienta noto su cara de preocupación.

Me incorporo y al instante hago una mueca de dolor, la espalda me duele de una forma que ni siquiera puedo poner en palabras.

—Sí—quiero afirmar pero suena a queja.

—¿Qué es eso que te rodea? ¿Son pañuelos?—me interroga—. ¡Y también hay agujas! ¿Y por qué parece que acabas de despertar? ¡No me digas que estuviste toda la noche llorando!

—No—apenas puedo defenderme, tengo mucho sueño—. También estuve cosiendo el vestido de la boda.

—¿Y te quedaste dormida sobre la mesa?

—Mmmm, así es—Paso una mano por mi cuello adolorido. En la universidad estaba acostumbrada a dormir en cualquier rincón, parece que los años me despojaron de esa habilidad.

—Dime qué pasó ahora mismo—ordena.

Paso a contar a Greta todo lo sucedido desde la cita con Alán. Su humor cambia a medida que transcurre la historia. Cuando acabo de actualizarla a las últimas novedades, se queda pasmada. En blanco por completo, con la mandíbula desencajada y los ojos abiertos.

—Dí algo—le pido.

—Vaya—Sacude la cabeza.

—Eso es una palabra muy buena—reconozco.

—Al menos ya sé porque los pañuelos y el llanto—la escucho con atención—, ¿Tú estás bien con esto?

—¿Con esto? —repito, confundida.

—Con lo de James y Celina.

—Estuve llorando, así que no—comento como si fuera obvio. Hago una pausa y suspiro—. Pero lo estaré.

Ella aplasta los labios pero al instante formula una sonrisa.

—Al menos no hay tantos problemas, las deudas se irán—trata de animarme.

—Sí...eso es un alivio.

—¿Crees que Jake le dirá a alguien?

Exhalo con pesadez.

—Espero que no.

Si termino el vestido y recibo mi paga, algunas de mis preocupaciones acabaron. Eso me deja una sensación gratificante, porque son de los problemas más importantes. Y estoy feliz con eso, debería de hecho, ser agradecida y entonces solo enfocarme en coser.

A quién engaño, mi corazón se encuentra hundido en mi pecho. Creo que a veces no tener techo es menos importante que no tener amor. Los problemas materiales nunca se podrán comparar con los sentimentales. Es mejor vivir una vida pobre con amor que una vida materialmente satisfecha pero al fin y al cabo, pobre porque no hay amor en ella.

—Greta, no me siento bien con lo que sucede entre James y Celina—admito—. Y tampoco sé si voy a estarlo, la verdad es que quiero irme a casa.

—Ay, Liz—me dice—. Sé que un corazón roto parece el fin del mundo pero no tiene porqué ser así.

—Es que es una sensación muy fea. Creo que la vida se encargó de quitarme un poco de expectativa por James a lo largo de los años pero ayer es como si se hubiera agotado por completo.

—Nena, no es el único hombre en el mundo, ¿De acuerdo?—me consuela—. Eres linda, inteligente y una buena persona, cualquiera saldría contigo.

—Si fuera así, ¿Por qué no me llueven pretendientes?—farfullo.

—Los hombres son...bueno, hombres—se encoge de hombros—. ¿Y qué tal Alán? ¿Te gusta él, no?

—Sí—me seco las lagrimas con el dorso de la mano.

—Ahí está, ¿Por qué no intentas construir un futuro a su lado?

—Es que no me ha hablado desde la primera cita.

—Bueno, podrías invitarlo tú.

—¿Yo?

—Sí, Liz—pone los ojos en blanco—. ¿ Te perdiste años de empoderamiento femenino o cómo?

—Creo que podría hacer el intento.

—¡Perfecto! Ahora, ve a vestirte y baja a comer—me ordena.

—Y creo que tengo el plan perfecto para sacar a James de mi vida—Asiento

Veo que Greta no se mueve. Y aunque al principio, creo que la pantalla se congeló, en realidad es que mi comentario la dejó helada.

—Ah pues...si tu dices—contesta no muy convencida.

Puedo hacerlo, si me esfuerzo, claro.

—Y sobre lo de Rose, no creo que este plan acabe bien—da su opinión.

—Yo tampoco lo pienso, Greta.

Greta me termina de poner al corriente de lo que sucede en su vida. El chico del café, "Zek" es sensacional y no es de esos amores asfixiantes, sino que le da su espacio.

Cuando corta la videollamada, me seco los ojos y me visto. Luego, bajo al buffet a encontrarme con mi destino.

El lugar tiene una vibra rara, tensa. Es evidente que aquí algo no funciona como debería y sé con exactitud su origen. Pero lo ignoro, porque no puedo pensar mucho hoy.

—Pero esto lo acordamos—discute Raven.

—Sí, lo sé—le responde serio, James.

—¿Y por qué el cambio de opinión?—le pregunta, confundido.

—Olvídalo.

Es lo que escucho cuando paso junto a su mesa. La realidad es que no quiero detenerme a hablar de ningún plan. Prefiero servirme la comida. También trato de aplazar mi cara a cara con James porque la herida sigue abierta y no puedo verlo a los ojos.

Me sirvo un plato de patatas con carne porque es lo que me pide mi tristeza. Creo que se alimenta de grasa, eso es lo que me dice.

Al momento en que me dirijo a la mesa, una sensación extraña llega a mi estómago. Volteo en dirección a una mesa casi vacía, excepto por una cabellera castaña: Rose. Está sentada sola.

Frunzo el ceño.

Me acerco hasta su mesa, no entiendo por qué pero es como cuando ves a un niño en jardín de niños jugando solo.

—¿Me puedo sentar aquí?—solicito.

Alza la vista de su comida y hace un gesto de incredulidad.

—¿Sucede algo?—le pregunto, confundida.

—Es que la realidad no esperaba menos de ti, Lizzie—me habla con una sonrisa—. Siéntate.

Apenas lo hago, hay un silencio muy brusco entre nosotras. Hace mucho tiempo que no la veía.

—Han pasado como unos ¿Cinco años desde la última vez que nos vimos?—intenta hacer cálculos en su mente.

—Mmmh, como unos nueve.

—Eso es mucho.

—Lo sé, el tiempo pasa muy rápido—sacudo la cabeza.

Al principio, creía que Rose sabía la razón por la que estaba aquí. Pero se nota que no tiene idea. Raven la trajo engañada, eso también me hace sentir mal.



#1116 en Otros
#336 en Humor
#2816 en Novela romántica

En el texto hay: humor romantico, humor amor, humor amistad

Editado: 29.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.