Enamorada por casualidad.

|Capítulo 20|

—Vivo con mi papá y mis hermanos, tengo 25 años, estudié psiquiatría, recién egresé, me iré de la ciudad porque necesitan ayuda en un hospital mental que está a 3horas de aquí. Estudié esa carrera por una de mis exnovias ella tenía esquizofrenia, las voces le decían que yo no era bueno para ella, que sólo le haría daño, claro qué no era así, sé que no seré el hombre perfecto pero nunca dañaría a mí preciosa chica, ella era todo para mí. Siempre la veía y le daba sus medicinas, hasta que un día llegué a su casa y no estaba en su habitación, busqué bien en la cocina, debajo de la cama pues decía que debería esconderse o moriría fue hasta que entré al baño que la encontré muerta, electrocutada, debido a que la secadora se encontraba en la tina y con una nota que decía "Él decía que ya era mi final, mi amor, sé qué siempre luchaste por mí y por lo nuestro hasta el día de hoy, el día de mi muerte, ya no puedo con esto, no puedo seguir dañándote ni a ti ni a mis padres, te amo y siempre lo haré. PD; sigue con tu vida, cariño”, a pesar de las circunstancias, la seguía mirando perfecta, ella no tuvo la culpa de tener esa enfermedad, ella no debió morir así. Después del funeral y el entierro, sentí que no podía seguir con mi vida, quería rendirme pero siempre llevaba conmigo la nota y recordaba las palabras "sigue con tu vida", y por ella nunca me rendí. Dos años después conocí a una chica que me hacía sentir enamorado de nuevo, pero nunca tuve el valor de decirle que empezara una relación conmigo, es extraño que te cuente esto porque muy pocos lo saben, quiero que te des cuenta que realmente eres mi mejor amiga, chica pelirroja.

—No sé qué decir. —Humedecí mis labios. —Fuiste y sigues siendo muy valiente, amigo castaño. —Se rio.

—¿Ya aceptaste ser mi mejor amiga, chica pelirroja?

—Desde la vez pasada acepté. —Sonreí. —Pero aún no te tenía confianza, luego de esto mi desconfianza ha desaparecido.

—Es tu turno.

—Vivo con mis papás, no tengo hermanos, estoy estudiando antropología, mi casa queda a horas de aquí, tiene unos meses que tengo novio y no sé qué más decir.

—Nombre de tu mejor amigo.

—Jorge y Carlos, mi novio.

—Pensé que dirías el mío. —Fingió llorar.

—Jorge, Carlos y Pablo. —Sonreí.

—Mucho mejor. —Me guiñó el ojo.

—Nombre de tu mejor amiga.

—Katherine...

—Mendoza.

—Katherine Mendoza. —Afirmó.

—Deberíamos de regresar.

—De acuerdo, mejor amiga.

Fuimos de vuelta a la plaza, un señor estaba vendiendo pulseras y eran similares a las que una vez me regaló Carlos.

Pablo pidió unas con las letras "BFF", pidió una morada y una negra, me colocó la morada y dijo;

—Espero que aunque nuestra amistad haya durado poco me recuerdes por siempre.

—Fue linda mientras duró. —Sonreí.

—Aunque no te preocupes que vendré cada fin de semana a visitarte a ti y a mi familia, ¿puedes darme tu número? —Le apunté mi número en su celular y lo guardo como "Chica pelirroja". —Oh, espera un minuto, enseguida vuelvo. —Asentí.

Llegó con un paquete de chocolates y un helado de fresa.

—Sé qué son tus favoritos.

—No era necesario.

—Quise hacerlo. —Besó mi frente.

—Gracias, amigo castaño.

—Por nada, chica pelirroja, aunque gracias a ti, por tu amistad.

Nos despedimos y a decir verdad me dolió un poco despedirme de él, eran solo dos veces las qué habíamos hablado pero sabía que por más extraña que hubiera sido su amistad, se sintió sincera en todo momento.

[...]

Mi alarma me despertó, señal de qué hoy era un día importante "4 meses con Carlos♡".

Esa vez quería ser yo quien lo felicitara antes, empecé a escribir un largo y cursi mensaje.

Katherine.

Hoy cumplimos un mes más de novios y me siento llena de dicha y bienestar al estar a tu lado, al tenerte para mí. Quiero regalarte algo más simbólico que algo material... Te regalo mis ojos para qué puedas verte desde mi perspectiva, mis labios para que encuentres todo el amor que siento por ti, mis piernas para que te recuestes en ellas, mis brazos para abrazarte cada que las cosas vayan mal o simplemente para demostrarte el amor que te tengo, mis manos para que siempre estén entrelazadas con las tuyas, mis fuerzas para que las uses cuándo no tengas, las piezas de mi corazón y mi tiempo que a tu lado parece que no existiera. Te quiero muchísimo Carlos, muchas gracias por hacerme tan feliz día con día, gracias por hacerme sentir la chica más afortunada de la tierra y, ¡felices 4 meses! Y perdón, pero me inspiré en una canción JAJAJA.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.