Enamorada siempre de ti

Capitulo 32 Verdad

Mauricio:                                                                       The Weeknd - Starboy ft. Daft Punk

Veo como José da vueltas sobre su mismo eje no sabíamos cómo reaccionaría al contarle el ''plan'' elaborado que teníamos se le veía enojado, aliviado y con muchas ganas de matarnos se le comprendía.

— Y yo que estuve a punto de cortarte el... 

— Hermano, era eso o lo otro. Ahora papá ya no me va a pedir que me embarace hasta un buen tiempo eso se lo está dejando en claro Sebastian, era necesario no quería que te votaron de donde estás trabajando. 

— ¡Pero no así! ¡Mierda! ¡Nunca te pedí que hicieras algo como esto, estás en una camilla por caerse de unas putas escaleras! Y tú — me señala — ¿Tú estuviste de acuerdo con que mi hermana hiciera algo como esto?

Se le marcaba la vena de la frente se que si respondo voy a terminar muerto por su mano o por la mano de otra persona en particular, estuve a favor de hacer una perdida más no de tirarla de las escaleras no estuve a favor de que se hiciera eso se pudo hacer de otra manera pero esto ya está hecho. 

— Estuve de acuerdo con lo de la pérdida, pero nunca lo estuve con tirarla de las escaleras me negué a que eso pasara, me conoces Maximiliano.

No tenía que dudar de mi yo nunca dejaría que Ana se ponga en peligro.

— La verdad ya no se ni que creer, papá se ha vuelto un hijo de puta, mamá nunca para en casa no sabemos dónde carajos está. Tienes varios cardenales en tu piel y te encuentro aquí en el hospital.  

Los dos bajamos la vista.

— Papá te va a hacer más exámenes si no cree que has ''perdido'' al bebe — hizo entre comillas — ¿Sebastian es doctor o que? por que yo que sepa él te conseguía las peleas y te acompañaba a los...

Dejo de hablar dándose cuenta de lo que había dicho.

— ¿Tú sabías que él peleaba? — miró a su hermano y me señaló con el dedo. 

— Que no...

— ¡Lo sabías!, cada vez que mientes mueves los dedos tratando de tronarte.

Ya me estaba preparando para la tercera guerra mundial, si nadie entra por esa puerta aquí va a correr sangre muchísima.

Ana estaba a punto de pararse de la camilla para ir donde su hermano literalmente se le olvido que le dolía el cuerpo pero justo alguien tocó la puerta haciendo que nos sentemos, me puse al costado de ella tomando su mano. 

— Todo salio como esperabamos, tu padre a tirado todo le hemos aplicado un calmante está en otra habitación — se calla cuando ve a Maximiliano. 

Creo que Sebastian debe de aparecer en el programa mil maneras de morir, es apto para el papel. 

— Él... — señala a José quien lo mira igual de molesto en cómo nos miraba hace rato.

Asentimos. 

— Uf, gracias a dios. Pensé que me iba a matar por lo del plan que ideamos — saca su mascarilla poniéndola en el bolsillo de la bata, no voy a mentir le queda bien.

Hay una tensión entre los cuatro quien no se daría cuenta a simple vista lo harían solo falta ponernos un letrero en la frente que nos dice <<Estamos muy incómodos entre nosotros cuatros alguien venga y saquennos de aquí>>

— Bueno, eh.. ¿Y como has estado Maximiliano? — pregunta Sebastián con un ligero miedo.

— ¿Cómo crees que me siento? Y José, para tí.

— Oh, bueno José yo estoy bien, gracias por preguntar.

Si no lo mato yo, lo matará.

Bueno, me toca romper toda esta tensión super incomoda de los cuatro.

— ¿Y cómo está mi hermana con el embarazo? 

— Ya hicimos la segunda ecografia, esta creciendo un bebe fuerte y sano. Las hormonas la han puesto sensible nunca llegué a pensar a que me tirara un zapato en la cabeza tiene buena puntería, está mejorando. Da miedo. 

Hace una mueca de terror.

— Me alegra que el crecimiento de mi sobrina vaya bien, y si digo sobrina por que quiero una niña asi que reza para que lo sea. — suelta Ana.

La cara se le desfigura. Está claro que él no quiere que sea una mujer, lo amará si es varón o mujer solo que él tiene miedo a tener una niña ya que teme que a su hija le rompan el corazón, la desvirguen rápido, o sea, mamá a muy temprana edad. 

***

Nos instalamos en casa de mis padres por obligación de Maximiliano ya que no nos quiere perder de vista. 

Todos nos sentamos cansados en un sofá cada uno, mis padres se han ido a comprar una medicina para Ana por el tiempo en que va a estar aquí, hable con Sebastian sobre el estado de ella dijo que no tenía huesos rotos, vimos ecografías y tomografías no hay daño en alguna parte de su cuerpo. Eso me tranquilizó bastante.

Sebastián se ha quedado de turno en el hospital haci que vendrá más tarde a verla como va y si la dosis del medicamento se baja o sube. 

Su cabeza está vendada y un poco sedada por el antibiótico que le han administrado vía intravenosa. Haci que si escucho incoherencias, es por eso.

— ¡Baño! — alarga la o — ¡Lavabo y ya!

Comienza a reír como si hubieran contado un chiste super bueno. 

Todos la miran sin entender lo que ha dicho, voltean a verme a ver si yo he adivinado sus palabras.

Ruedo los ojos porque sé qué significan las palabras baño, lavabo y ya.

— Quiere ir al baño a hacer pis, el lavabo es el inodoro y el ya es ahora porque no quiere orinarse encima.  

Me levanto para ayudarla a levantarse pero enseguida se levanta mi hermana. 

La miró confundido por su accionar. 

— La llevo yo, mira como te esta mirando mi esposo — señala con la cabeza.

Giro y me encuentro con José mirándome muy fijamente. Si, creo que es mejor sentarse. 

— Pero, ¿puedes llevarla? es que… — me calla inmediatamente.

— Estoy bien, aparte tu eres hombre y no la has visto desnuda va a ser incómodo.

Si aja no la e visto, se donde comienza su cuerpo y hasta donde termina. Estas confundida hermanita ya la e visto como cinco veces seguidas. 




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