Enamorada siempre de ti

Capítulo 33: Maratón Nº1

Ana:                                                                                                       Play With Fire

Verlo descansar es el placer enorme y a la vez más adorable que haya visto en mi vida, observar es hacer que tu corazón lata muy rápido y me gusta esa sensación, nunca me sentí así, hasta ahora. 

Toco la venda que cubre mi cabeza, los recuerdos vienen a mi cabeza como flashes de una cámara al sacar una foto. Nunca se me va a olvidar de lo que pasó en las escaleras, jamás olvidaré cómo mi cuerpo caía por estas, fue una sensación de terror que no me gustaría volver a experimentar. 

Me recuesto en su pecho cerrando los ojos y aspirando su aroma que siempre me ha encantado.

— Solo unos días en paz —  susurró antes de caer rendida. 

Sábado por la tarde, el viento choca en mi cara moviendo mi cabello hacia un lado tapando un ojo, la brisa es fría pero el día está soleado. Ya no tengo la venda en mi cabeza, me la quitaron hace unos días. 

No he podido ir a la universidad por todo lo que ha pasado, papá no me habló hace una semana ya que según José sigue negando que haya perdido al ‘’bebe’’ al legado de él. La verdad no me interesó saber me trató de la mierda cuando estaba sola en la casa de los padres de Mauricio. 

Fue horrible todos los insultos que me dio y veía como se aguantaba las ganas de sacudirme otra vez.

Ya no tengo medicamento Sebastián me lo quitó ayer, espero no haber abierto la boca diciendo cualquier disparate cuando estaba sedada con mucha medicina en mi cuerpo, aun me duele la espalda y mis brazos tienen rasguños que van sanando poco a poco. 

— ¡Cuñada! —  escuché a mis espaldas como alguien me llamaba. 

Voltee viendo a Valentina sobándose con la mano su vientre ya abultado. Le a asentir bien su embarazo, aunque su nariz está hinchada y sus pies también ya son dos meses y medio que tiene. 

— Hola, Vale —  saludo con la mano. 

Ella se acercó sentándose en la silla a mi costado, pongo el libro que estaba leyendo en mi regazo para prestarle atencion veo en sus manos que trae unas fotografis un fondo negro.

— Te queria enseñar las ecografías del bebe — cuando me las da caigo recién en cuenta que era eso. 

—  Ya son dos meses que tiene, tu hermano lloró mucho cuando lo vio en el consultorio — me sonríe — Sabes que estoy para apoyarte en todo, dude un poco en sí enseñartelas o no ya que por tu perdida del bebe de ustedes. 

Oh, esa fue la razón por la cual no me dejaron ver las fotos hace días ya que pensaron que me quebraría aunque nunca tuviera a ningún bebe creciendo en mi vientre.

— Lo sé — le doy la razón —  Quise que me las enseñaran desde antes pero no me dejaron, los entiendo no te preocupes. Es hermoso mi sobrina o sobrino. 

— Hemos pensado unos cuantos nombres para ella o él. 

Levanto mi mirada para verla. 

—  Si es ella, Jezabel Vaitiare; y si es él, Valerio Maddox. Tu hermano escogió el primero y bueno también el de ella ¿Te gustan?

— ¿Te gustan a tí? — esa es la pregunta correcta. 

Por mi parte me encantan los nombres que mi hermano ha elegido con las iniciales de cada uno, si es mujer Jezabel por la letra J de José y Vaitiare por la letra V de Valentina. Y el de hombre Valerio por Valentina su inicial y Maddox por Maximiliano su inicial. Me encantan pero la pregunta seria es si le gustan a ella ya que es la mamá.

Veo como mordisqueó su labio antes de sonreír. 

— Me encantan, sin duda me encantan, es… — se le humedecen los ojos. Antes de que se le salgan las lágrimas toca sus ojos — Perdón… hormonas.

— Te entiendo, Vale.

— Todos los nombres son con nuestras iniciales y fue maravilloso cuando me los dijo fue… no hay palabras para decirlo amo a tu hermano con todo mi corazón.

— También lo sé — sonrió.

Mi hermano ha conseguido a una buena chica, una buena esposa no pediría más ni menos es la indicada para él o con lo que me contó siempre fue y será la indicada amor a primera vista 

Verlo así de feliz me hace recordar a nuestra niñez, en la época en que todos éramos una familia con mamá trabajando en casa, papá mimandonos al venir del trabajo; daría todo por vernos así nuevamente. 

Serán días que siempre recordaremos con amor y cariño. 

Dejando de lado las fotos y todas las hormonas, digo:

— ¿Tienen planeado hacer un baby shower? No es que quiera decir que lo quiero organizar — levantó las manos divertida — ya organice su boda con eso me basto y decir cuanta fuerza tienen las organizadoras de bodas.

— Mamá está en eso, pero la fiesta de revelación dice que no quiere sufrir lo que pasaste cuando hiciste la boda — reímos las dos. 

Nos quedamos conversando mas tiempo sobre la fiesta para la revelacion del sexo dentro de dos meses mas o tres posiblemente.

¿Puedo decir que me da miedo volver a bajar las escaleras?

Pues si, cuando me subieron al cuarto de Damian fue con acompañada ya que no quería subir sola. El tema aún se toca haciéndome preguntas del ¿cómo te caíste? ¿Te resbalaste? ¿Te empujaron? yo solo decía que no me acordaba que les estaba ocultando la verdad pero era mejor así. 

Mi respiración se vuelve más rápida haciendo que Valentina llegue a mi lado mirándome preocupada al saber que no avanzo que me quedo quieta al pisar el primer peñol. 

Apoya sus manos en mis dos brazos rodeandome y diciendome que solo bajaremos que ella me tendrá en todo momento y no me dejara caer, confio en ella. Respiro varias veces antes de asentir. 

Sebastián:

— Necesito una prueba de sangre, estás a cargo de los estudiantes Fox. No me decepciones — asiento y mi encargado se va a la sala de operaciones.

Bien, ya son ocho veces que me dejan a cargo. Me siento importante joder. 

Miro a los pasantes quienes me miran a la espera de alguna orden mía.




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